Audi A8

Hace ya 20 años que Audi presentó el Audi Space Frame, una carrocería integral de aluminio que introdujo en el A8 y que convirtió a esta berlina de lujo en el primer vehículo de gran producción con carrocería monocasco fabricada con este liviano material. Audi ha sido fiel a esta tecnología, que también hemos podido ver en el Audi A2, el Audi TT o el Audi R8, con mayor o menor acierto. Pero cuando se habla de carrocerías de aluminio en un coche de serie, el A8 siempre es la referencia, quizás por ser el pionero, y continúa siendo así dos décadas después.

El nuevo A8 que veis en las fotos, que empezará a venderse en España a partir de noviembre, tiene en su ligera carrocería de aluminio (sólo pesa 231 kilos, un 40% menos que una de acero) un sólido argumento comercial, está claro. Pero también lo convierte en una de las berlinas de gran lujo con mejor comportamiento en carretera.

El peso, cuando hablamos de un coche que alcanza los 5,14 metros de longitud y puede estar fuertemente equipado, influye decisivamente en el dinamismo y las sensaciones de conducción. La versión de gasolina TFSI 3.0 pesa 1.830 kilos en vacío, un registro relativamente liviano que no condiciona en exceso el comportamiento del coche y además, contribuye a que el consumo sea bastante razonable. La tracción integral quattro, el Audi Drive Select, los potentes y elásticos motores y el eficaz cambio Tiptronic de 8 velocidades acompañan perfectamente a esta estructura para generar unas sensaciones de conducción muy positivas.

Así pues, la base del nuevo Audi A8 Model Year 2014 no cambia. Lo que lo diferencia respecto al A8 precedente son algunos retoques estéticos en la carrocería y algunas mejoras mecánicas que ahora os detallaré.

Audi perfecciona algunos de sus sistemas de asistencia a la conducción y por primera vez ofrece como opción unos nuevos faros bautizados como Matrix LED que permiten conducir con las largas encendidas sin deslumbrar a los coches que vienen de frente. Estos faros tienen en su interior 25 diodos luminosos independientes de pequeño tamaño, (ver foto) que en función de si viene un coche de frente o no, se encienden, se apagan o atenúan su intensidad de forma automática. Es decir, si la cámara que está situada en el retrovisor interior detecta un coche que viene por el carril contrario, automáticamente se apagan los diodos necesarios para no deslumbrarlo, mientras que el resto de áreas de la carretera se mantienen iluminadas por los diodos que continúan encendidos. Así, se consigue iluminar totalmente la calzada con las luces de cruce excepto el área que ocupa el coche que viene de frente.

A diferencia de sistemas similares, como el que equipa el Mercedes-Benz Clase E, el sistema de Audi reconoce varios objetos a la vez. Es decir, puede distribuir la luz para evitar deslumbrar a la vez a un coche, un ciclista que circula por delante de él y si se da el caso, a otro vehículo que se dispone a girar a mano izquierda.

Estos faros Matrix LED ya marcan de por sí la estética del coche visto de frente, que gana en atractivo. Pero no todos los nuevos A8 montarán estos faros, ya que son opcionales y tienen un coste considerable (en torno a los 6.000 euros). Entonces podrás identificar un Audi A8 2014 visto de morro por la doble nervadura del capó, la parrilla algo más pequeña y el rediseño del paragolpes en su parte inferior. Visto de perfil, se diferencia por las nuevas molduras cromadas en los contornos de las ventanillas. Y visto por detrás, por el nuevo grafismo de las ópticas LED y las salidas de escape con forma trapezoidal en lugar de redonda.

Otra innovación que Audi introduce en el A8 es el intermitente dinámico, que enciende y apaga sus LEDs del centro hacia el exterior del faro. Salvando las distancias, algo parecido a lo que avanzó el Pontiac Firebird de la serie El Coche Fantástico, pero con una utilidad mucho más clara. Pero en Audi nada se diseña sin que tenga una aplicación concreta. Al parecer, con este intermitente el conductor del coche que va detrás reconoce más fácilmente la dirección que queremos tomar, y esto redunda en la seguridad de la conducción.

Las innovaciones del A8 en materia lumínica no acaban aquí. La nueva versión también puede equipar un sistema de luz dinámica en curva, que funciona coordinado con los datos que recibe del GPS. Así, prepara su haz y potencia lumínica al tipo de carretera o curva que se espera encontrar.

Como puedes ver, el nuevo A8 conserva prácticamente intacta su estética, confirmando una vez más el conservadurismo de Audi a la hora de renovar sus modelos. Pero por otro lado, vuelve a ser pionero en la introducción y el perfeccionamiento de nueva tecnología, en este caso de iluminación, que va a incomodar a sus rivales más directos: Mercedes-Benz Clase S, BMW Serie 7, Lexus LS o Volkswagen Phaeton.

La gama de motores no cambia, pero sí que los cuatro propulsores disponibles (dos gasolina y dos diésel) aumentan ligeramente su potencia y disminuyen, también en décimas, el consumo de combustible. La versión de acceso a la gama A8 sigue siendo la diésel 3.0 TDI, la que más se va a vender, que ahora da 258 CV y es la que menos gasta: 5,9 l/100 km de media. La oferta en diésel se completa con el 4.2 TDI, que da 385 CV. En gasolina, se ofrece un V6 3.0 TFSI de 310 CV y se acompaña de un motor tope de gama, el 4.0 TFSI quattro, con motor V8 con doble turbo y tecnología de desconexión de cilindros Audi Cilinder on Demand, que tiene 435 CV.

A lo largo de 2014 se irá completando la gama con el Audi S8, con motor V8 4.0 TFSI de 520 CV; el Audi A8 Hybrid con 245 CV; y el Audi A8 L W12 quattro, con motor de 12 cilindros en W, 6,3 litros, tecnología Audi Cylinder on Demand y 500 CV de potencia. Este motor se montará exclusivamente en la versión más lujosa de la gama A8, la A8 L, que tiene la carrocería 13 centímetros más larga, y que básicamente se destina a los mercados chino y estadounidense. Muy pocos se venderán en Europa.

Durante la toma de contacto con el nuevo A8 en Dusseldorf (Alemania) pude conducir las dos versiones de gasolina y la diésel de menor potencia. De las tres, la más equilibrada es la diésel, ya que ofrece una excelente entrega de par a bajas vueltas, un consumo contenido, buena potencia y buen precio. Pero el placer que proporcionan los motores de gasolina no es comparable. A costa de un mayor precio y un mayor consumo, las versiones 3.0 TFSI o 4.0 TFSI ofrecen mayor dinamismo, un comportamiento un poco más refinado que la diésel (el diésel transmite inevitablemente unas ligerísimas vibraciones al volante) y una potencia que permite exprimir en mayor medida el excelente chasis del A8 hasta donde el sentido común te permita.

Cualquiera de los motores tiene en el cambio automático Tiptronic de 8 velocidades un excelente aliado. Es un cambio preciso, suave y casi tan rápido como un cambio de tipo doble embrague. Sus 8 relaciones permiten llevar el coche siempre en el régimen óptimo de marcha, y podemos insertarlas de forma secuencial mediante las levas situadas detrás del volante. Como ves, Audi te lo deja todo a punto para que conduzcas de forma placentera.

Algo que siempre caracteriza a los Audi, y especialmente modelos emblemáticos y de alto lujo como el A8 es el olor a cuero de alta calidad que te llega cuando entras en el habitáculo. En las versiones más equipadas la piel está presente en la parte superior del salpicadero, asideros y compartimentos de las puertas, consola central y por supuesto, en el volante y pomo de cambio. Es una piel rematada con doble pespunte, que puedes elegir en 22 variantes de color y varios tipos de perforación. Audi también ofrece como opción la exclusiva piel Unicum, curtida mediante métodos naturales, que le da un aroma y aspecto clásico sin perder la resistencia al agua y a la suciedad. Esto sólo es un detalle del perfecto acabado que puede ofrecer este habitáculo, que logra dar ese aire artesanal que uno espera en un coche de su estilo y precio.

Sentados frente a su volante rápidamente ves que el interior es fruto de un concienzudo estudio de ergonomía. Te lo demuestra el perfecto agarre, tacto y forma del volante (un aspecto en el que los volantes de Audi son referencia, siempre que no estén achatados en su parte inferior, para mi gusto), la exacta situación y tacto exquisito de todos los mandos o la comodidad y nivel de sujeción que son capaces de ofrecer los asientos. Estos asientos, en su modalidad Comfort pueden tener calefacción y refrigeración y son regulables en múltiples posiciones de forma eléctrica: regulación de soporte lateral, inclinación del cabezal, altura del cinturón de seguridad o longitud de la banqueta, entre otras.

Las plazas traseras son igual o más cómodas que las delanteras, algo lógico teniendo en cuenta que el A8 suele ser un coche muy utilizado en empresas como coche de representación o directivos con chófer. Puede pedirse con 3 asientos traseros, o bien 2 individuales, cada uno de ellos ajustables eléctricamente, con memoria y soporte lumbar. Si se solicita el asiento de descanso, se añade ventilación, calefacción, función de masaje, reposapiés y mesilla de trabajo. Entre los dos asientos individuales se coloca una consola forrada en piel con mandos de calefacción y nevera. Todo este equipamiento encaja mejor en la versión del A8 de mayor batalla que en el A8 estándar. Pero en cualquier caso, el espacio disponible en todas las plazas es sobresaliente, no podía ser menos en un coche con una batalla de tres metros, 3,12 en el A8 L.

Audi ha trabajado mucho para perfeccionar un punto en el que el A8 ya destacaba: la insonorización. La estructura se ha reforzado todavía más con nuevos materiales aislantes, y se sigue confiando en sistemas tan sorprendentes como el Active Noise Cancellation, que se sirve de los soportes del motor para generar un sonido de compensación que neutralice el ruido intrusivo que podría trasladarse a la cabina cuando el motor está funcionando en modo de cuatro cilindros (en los A8 con sistema de desactivación de cilindros). Esto es lo que permite que podamos disfrutar al máximo de equipos de alta fidelidad como el Bang & Olufsen con 19 altavoces, una opción que cuesta la friolera de 7.940 euros.

El manejo del equipo de sonido, junto con el navegador y el resto de sistemas a nuestra disposición, se realiza mediante el típico mando MMI de Audi, situado en la consola central. Ahora, el MMI, en su versión más completa, incorpora un touchpad, que permite al conductor introducir los datos en el navegador escribiendo con los dedos.

La usabilidad de todos estos sistemas de infoentretenimiento es muy buena, y esto es algo muy importante en un coche de este calibre, en el que el volumen de información a disposición del conductor podría llegar a desconcertar. Esto es lo que ha llevado a Audi a introducir como novedad, si podemos llamarlo así, un Head Up Display en el equipamiento del nuevo A8, que visualiza en el parabrisas los principales datos de la conducción. Hace años que BMW e incluso algunas marcas generalistas en los últimos años utilizan en sus modelos de gama media este dispositivo. En el A8 llega un poco tarde, pero bienvenido sea.

En el nuevo A8 también podemos conectarnos a internet mediante el sistema Audi Connect, y consultar redes sociales, enviar mensajes o buscar en la red la gasolinera o el restaurante más cercano. A diferencia de otros países europeos, en España no están disponibles algunos servicios, como la información sobre las plazas de aparcamiento disponibles en tu ciudad, por ejemplo.

El nuevo A8 completa su equipamiento con un completo grupo de sistemas de seguridad y ayuda a la conducción, algunos de ellos novedad en la gama. Os destacaré el Adaptative Cruise Control con Stop & Go, que funciona en coordinación con el sistema Pre-sense para detener el coche totalmente si hay peligro de colisión con el coche que nos precede; el Audi Side Assist, que alerta de la presencia de un vehículo en el ángulo muerto; el Audi Active Lane Assist, que ahora efectúa correcciones en la dirección si nos estamos desviando del carril; el Audi Park Assist, ahora con visión de 360º; o el asistente de visión nocturna, que en su última versión no sólo detecta personas, sino también la presencia de animales.

Todo este equipamiento, que conforma al A8 como una de las berlinas de lujo más exquisitas y tecnológicamente avanzadas de su segmento, puede combinarse con las opciones de personalización que ofrece Audi Exclusive. Este servicio de la marca permite equipar el A8 completamente a tu gusto, de una forma casi única. Es una oferta totalmente lógica en un coche que va dirigido a personas con un alto poder adquisitivo, de edad generalmente avanzada en Europa (no así en China, donde lo compran clientes con edad media de 37 años) y que valoran el detalle, el buen gusto y el viajar con estilo.

Todas las posibilidades de equipar y personalizar el A8 incrementan su precio de forma exponencial, si bien la tarifa parte de los de los 85.320 euros para el A8 3.0 TDI, hasta los 117.320 euros que vale el A8 L 4.0 TFSI. Puedes consultar todos los precios y la informacion técnica aquí.