BMW y Mercedes se pasan a la tracción delantera

Mercedes y, sobre todo, BMW, habían hecho de la propulsión al eje trasero una de sus señas de identidad pero, entre que Audi ha demostrado que pueden venderse coches premium con chasis de tracción delantera y que las encuestas internas confirman, en el caso de BMW, que la mayoría de clientes del Serie 1, por ejemplo, ignoran cuál es el eje motriz de su coche, los bávaros han decidido dar el paso.

La marca de la estrella lleva años ya fabricando coches de tracción delantera. Mercedes rompió el tabú con el primer Clase A y su innovadora estructura de motor en sandwich y normalizó el tema con la generación actual del modelo, más ambicioso que el primer o el segundo Clase A y con más derivados (a la berlina de 5 puertas -aquí la prueba del A 200 CDi- y al Clase B -prueba del B 200 CDi- se les ha añadido el CLA -prueba del CLA 220 CDi- y, a la vuelta del verano, llegará el GLA que tendrá versiones 4x4 pero también con tracción delantera).

Una vez dado el paso -BMW ya ha confirmado la llegada de su primer modelo de tracción delantera, el Serie 1 GT anticipado por este concept car- ambas marcas se plantean ampliar la oferta de carrocerías en las próximas generaciones de sus series inferiores. El presidente de Mercedes, Dieter Zetsche, por ejemplo, no ha querido adelantar exactamente qué carrocerías tendrá el Clase A cuando se renueve, allá por 2018 pero podemos especular.

Lo más probable, por lo que se ha hablado últimamente, es que el CLA tenga una versión Shooting Brake que podría ser la gran sorpresa de la generación actual pero de cara a la próxima generación, parece claro que, además de las carrocerías actuales y de este break de diseño, existan un cupé y un descapotable para poder hacer frente a la futura Serie 2 de BMW que, en su primera generación serán todavía de propulsión posterior -derivarán del actual Serie 1 y sustituirán a los Serie 1 Coupé y Cabrio que cuelgan todavía de la generación anterior- pero que en 2018 se pasarán a la tracción delantera como el resto de integrantes de la Serie 1 y, en sus versiones más potentes, abrazarán la tracción integral como han hecho los A 45 AMG de Mercedes.

No habría que descartar tampoco que Mercedes se metiera en otros campos como, por ejemplo, un pequeño roadster biplaza por debajo del SLK con tracción delantera o una variante de siete plazas del Clase B pero todo ello dependerá del éxito que tenga la variante larga del BMW Serie 1 GT que ya ha sido confirmada por la marca.

En el caso de BMW, la oferta será también muy amplia. La marca bávara está desarrollando una nueva plataforma para la futura gama Mini, una plataforma modular que permitirá desarrollar coches con tres distancias entre ejes diferentes, 2 alturas de asientos y longitudes entre 3,8 y 4,4 metros. Dentro de esas cotas entran una amplia serie de modelos que se fabricarán sobre esta nueva plataforma, llamada UKL1 y de la que la propia BMW ha afirmado que debería utilizarse para fabricar hasta un millón de coches a medio plazo en cuatro plantas de producción distintas.

Si tenemos en cuenta que las ventas anuales de Mini son del orden de 300.000 coches y que la gama del fabricante británico ha llegado casi a tope de su desarrollo, es obvio que el resto de coches hasta llegar a ese millón de unidades llevarán un logotipo de BMW estampado en el morro. Y que todos serán coches de tracción delantera.

La tracción delantera tiene muchas ventajas en el campo de los coches pequeños. La disposición transversal de los motores -BMW prepara una nueva familia de propulsores gasolina turbo de diseño propio para la nueva generación del Mini que permita prescindir de los motores actuales de origen PSA- y la tracción al eje delantero permite compactar los órganos mecánicos lo que facilita el diseño de la parte delantera de los modelos -puede ser más corta que en los coches con motor longitudinal- y, sobre todo, elimina el túnel de transmisión y el voluminoso eje trasero motriz, lo que tiene ventajas a nivel de habitabilidad y capacidad de maletero, aspectos que pueden matizarse en un Serie 3 o un Serie 5 pero resultan un inconveniente notable en un Serie 1.

Además, BMW no descarta expandir su gama hacia abajo, fabricando un rival directo del Audi A1 en paralelo a su gama de vehículos iBMW eléctricos. Un hipotético Serie 0 debería ser obligatoriamente tracción delantera.

Si tenemos en cuenta todo ello, tenemos que Mini podrá consolidar su actual oferta de carrocerías y ampliarla. Ya está decidido que la nueva generación del modelo, que se presentará en otoño en el Salón de Frankfurt, tenga una variante de cinco puertas sobre la base del de tres -con la misma longitud y puertas convencionales traseras aunque muy pequeñas- pero además, se habla de una versión sedán de 4 puertas pensando esencialmente en el mercado chino así como un Mini Traveller que vendría a ser un Countryman pero sin el aspecto SUV de éste último.

Por lo que respecta a BMW, la futura Serie 1 de 2017 añadiría a las carrocerías de 3 y 5 puertas, una variante Sedán para enfrentarse a CLA y al Audi A3 Sedán y una versión Touring para contrarrestar al CLA Shotting Brake. El futuro X1 también abandonaría la plataforma actual para pasar a construirse sobre la nueva de tracción delantera y podría generar una variante deportiva X2 para completar la gama integrada por el X6 y el futuro X4. También se mantendrán los Serie 1 GT y GT de 7 plazas que están prestos a debutar.

Respecto a la Serie 2, fuentes de la marca se plantean la opción de completarla con, además del cupé y el Cabrio, con un pequeño roadster Z2 e incluso con un Serie 2 Grand Coupé que obligaría a que el Serie 1 Sedán se pareciera más al A3 Sedán que al CLA.

En definitiva, que una vez tomada la decisión de que haya BMW de tracción delantera y una vez encajadas las críticas de los puristas de la marca, la idea de BMW es desarrollar a tope la plataforma de tracción delantera para amortizarla y para aumentar el volumen de ventas de la marca en el segmento premium de coches pequeños y compactos, cada vez más importante en todo el mundo. Además, y, esencialmente, esa plataforma ayudará a reducir el impacto medioambiental del conjunto de la marca por si la Señora Merkel no puede con la presión de franceses e italianos y debe aceptar los recortes en materia de emisiones medias que plantea la Unión Europea para la tercera década de este siglo.