Peatones, bicicletas, motos y coches ante el tráfico urbano
Cruces, semáforos, rotondas, peatones, ciclistas, motoristas… Conducir por la ciudad no es tarea fácil y requiere una concentración total para tener controlado todo lo que ocurre a nuestro alrededor. Nunca sabes cuándo puede aparecer un niño en la calzada o una bicicleta al lado de tu coche…
A esta complejidad hay que añadir, además, los temidos atascos, el intenso tráfico y el ruido que se produce en las grandes ciudades. En el tráfico urbano los vehículos están más próximos unos a otros por lo que el riesgo de una colisión o atropello es más alto.
¿Y cuál es el resultado de la combinación de todos estos elementos? Conducimos con más estrés y agresividad, nos fatigamos, se nos entumecen los músculos y en muchos casos tratamos de recuperar el tiempo perdido con conductas arriesgadas.
Los últimos datos de la Dirección General de Tráfico (DGT) referidos a 2014 nos dicen que seis de cada diez accidentes con víctimas tuvo lugar en vías urbanas, aunque fueron en vías interurbanas donde se concentraron los accidentes con víctimas mortales, principalmente porque se circula a mayor velocidad y la gravedad en caso de accidente es mayor.
Más accidentes, pero menos muertos
Concretamente en las vías urbanas se produjeron 56.423 accidentes con víctimas –frente a un total de 91.570-, en los cuales fallecieron 441 personas (el 26% del total), 4.740 resultaron heridos hospitalizados y 68.365 heridos leves.
Comparado con 2013, los accidentes con víctimas y heridos leves aumentaron un 8% pero también encontramos un dato positivo y es que el número de fallecidos disminuyó en 9 personas y el de heridos hospitalizados en 164. Hay que matizar que en el caso de los fallecidos, la edad media de los turismos en los que viajaban las víctimas mortales en vías urbanas fue de 13,3 años.
Tomando como referencia el año 2009 la DGT se ha propuesto varios retos para 2020, entre ellos que no se produzca ningún fallecido en turismos en zona urbana –de momento se ha pasado de 101 en 2009 a 71 en 2014- o reducir en un 30% los fallecidos por atropello, lo que supone no superar el número de 321. Éste último ya se ha conseguido en 2014 al reducirse la cifra de 459 en 2009 a 310.
Vamos por buen camino, pero aún lamentamos que en ciudad 23 de los 76 fallecidos en turismos y furgonetas no llevaran puesto el cinturón de seguridad o que 8 de un total de 99 motoristas no usaran el casco.
Cómo mejorar la seguridad vial en la ciudad
Nos guste o no, la clave está en cumplir las normas tanto por parte de los conductores como por los peatones. Hay muchos transeúntes que para cruzar una calle no utilizan los pasos de peatones o no respetan los semáforos. Esto conlleva que en el momento menos esperado a un conductor se le cruce un peatón y si el conductor va distraído se produzca un atropello inminente.
A 50 km/h en un segundo se recorren casi 14 metros, y cambiar la frecuencia de la radio o encenderse un cigarrillo nos hace desviar la mirada de la calzada durante el tiempo suficiente para recorrer bastantes metros a ciegas, según nos explica el Comisariado Europeo del Automóvil (CEA). Por este motivo, dicen, “la atención es fundamental, si bien una colisión entre automóviles no suele tener más consecuencias que unas abolladuras, un atropello o colisión con motocicletas o bicicletas sí que revisten gravedad”.
En este sentido, los fabricantes empiezan a incorporar en sus vehículos sistemas de detección de peatones, un gran avance para evitar atropellos que se empieza a extender como equipamiento opcional o de serie según los modelos. Este sistema detecta la presencia de un peatón y es capaz de frenar automáticamente el vehículo para evitar golpearle.
También las marcas trabajan en mejorar el diseño de sus modelos, principalmente la parte frontal, para que en caso de atropello se reduzcan los daños al peatón. Garantía de que esto es así lo encontramos en el apartado de protección al peatón que se incluye en los crashtest europeos de Euro NCAP. Puedes consultar los resultados aquí. Además, a partir de 2016 añadirá un nuevo test con el que medir la eficacia de los detectores de peatones asociados a la frenada de emergencia autónoma.
Se supone que salimos de la autoescuela con el carné de conducir en la mano porque conocemos las normas de circulación y es en la ciudad donde muchas de estas normas se ponen en práctica. Todos los usuarios de la vías tenemos que ‘jugar’ con las mismas reglas y si alguno las rompe saltan las alarmas… y llegan los accidentes.
En ocasiones las condiciones meteorológicas o de luminosidad juegan en contra, en estos casos toca reducir la velocidad, aumentar la distancia de seguridad y extremar, más aún si cabe, la precaución. Recordamos algunas de las normas más conflictivas:
Los semáforos
El 80% de las colisiones graves en núcleos urbanos se producen cuando un vehículo acelera para pasar en ámbar y otro arranca cuando todavía no está verde.
Aquí encontramos uno de los principales problemas y es que hay que saber que el color ámbar no significa acelerar, sino reducir la velocidad porque va a pasar a rojo. Los semáforos tienen como misión regular el tráfico en la ciudad por lo que están coordinados entre sí, de ahí la importancia de respetarlos siempre.
Además, aunque esté en verde para el conductor siempre hay que vigilar que no se encuentre cruzando ningún peatón de forma imprudente, es un usuario muy vulnerable y las consecuencias serían fatales.
Mucha atención hay que poner también con los bicicletas. Cada vez hay más usuarios que optan por este medio de transporte. Los conductores tenemos que saber convivir con ellos y estar atentos a los ciclistas que no respetan las normas de circulación. Por último, no hay que olvidarse de las motocicletas, un vehículo al que estamos más acostumbrados pero que por su tamaño está más expuesto a un accidente y sin una carrocería que proteja a su conductor.
Aunque las encuestas dicen que los semáforos son paradas que aprovechan muchos conductores para consultar su teléfono móvil o contestar mensajes, el hecho es que el uso del smartphone está prohibido al volante, incluso si estás parado en un semáforo, y por tanto conlleva una sanción (200 euros y tres puntos menos en el carnet). La atención tiene que ser máxima incluso en esta circunstancia, porque puede estar cruzando un peatón rezagado o llegar un ciclista o un motorista sin que te lo esperes y colocarse a tu lado, y si no le ves, al iniciar la marcha puedes llevártelo por delante.
Precaución en los cruces
Cuando dos calles con un único carril de circulación se cruzan, únicamente hay que respetar las preferencias de paso. Si no encontramos semáforo, ceda el paso, stop o ninguna otra señalización vertical u horizontal, la preferencia de paso la tiene quien tiene la derecha libre.
En vías con más de un carril por sentido las preferencias de paso nos lo va indicando la señalización. Pero como se puede cruzar algún conductor despistado, siempre en los cruces extremaremos la precaución para poder anticiparnos y reaccionar para evitar una colisión. Por ejemplo, con dos carriles, el derecho es el que te permite seguir recto o girar a la derecha y el izquierdo sólo seguir recto, pero si vamos por el derecho tenemos que prever la posibilidad de que el vehículo que circula por la izquierda realice un giro brusco para ir a la derecha.
El eterno problema de las rotondas
Cada vez con más frecuencia proliferan las rotondas para agilizar el tráfico en las ciudades y evitar así la instalación de semáforos o reducir el número de cruces. Pero nos encontramos con un problema y es que hay muchos conductores que desconocen cómo circular por estas glorietas.
En este vídeo de la DGT se muestra cómo no se debe circular en una rotonda:
Cuando son de un carril, no hay problema, pero lo habitual es que sean de dos o más y aquí surge el conflicto. Quien circule por el carril izquierdo no puede abandonar la rotonda en ningún caso, especialmente si por su derecha circula otro vehículo. Para abandonar la vía hay que situarse en el carril derecho, de igual manera que hacemos cuando circulamos por una calle recta de dos o más carriles por sentido. Y si no nos ha dado tiempo a situarnos a la derecha, ¡nada de cruzarse o pararse en medio de la rotonda para dejar pasar al que viene por nuestra derecha! Toca dar la vuelta de nuevo a la rotonda y situarse correctamente sin poner en peligro a los demás.
En este vídeo el RACC te explica cómo circular por una rotonda:
Una de las zonas donde más colisiones se producen es en las rotondas, aunque en su mayoría no revisten gravedad. Las razones no sólo están en las imprudencias que se cometen, también porque se acentúan los puntos ciegos por lo que hay que circular con más cuidado y pendientes de posibles ciclistas y motoristas.
El peligro de los atropellos
Los peatones son los usuarios más vulnerables de las vías. De hecho, el atropello al peatón ocupó el segundo lugar como accidente mortal más frecuente en 2014 (18% del total), por detrás de la salida de la vía (32%). Fallecieron 336 peatones (310 por atropello), de los cuales 204 circulaban por vías urbanas. Así nos lo confirmaba Paloma Rey, Jefe de División de Normativas de Calidad del SAMUR Madrid, “la gran mayoría de los muertos por accidentes de tráfico en Madrid son por atropellos y por accidentes de motos”.
Hace un mes un informe del Real Automóvil Club de España (RACE) y de Goodyear daba la voz de alerta al indicar que al día se producen 27 atropellos en zona urbana, un 20% de ellos con lesiones graves o mortales. Y en este sentido destacan que en uno de cada tres atropellos existe una imprudencia del peatón. A tener en cuenta que el 65 por ciento de españoles admite utilizar el teléfono mientras cruza la calle -especialmente los jóvenes-, según una reciente encuesta de Ford.
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El problema se agrava durante el crepúsculo o la noche, generalmente en vías poco iluminadas, donde se producen el 35% de los atropellos mortales. Las personas mayores de 74 años (29% de los atropellos) y los menores de 14 años (11%) son los colectivos más vulnerables.
Pero además, la probabilidad de fallecer en caso de atropello se llega a cuadriplicar en función de la edad. Mientras que en los menores de 59 años, la probabilidad de fallecer en un atropello entre 31 y 40 km/h es del 6%, en los mayores de 60, dicha probabilidad se eleva hasta un 30%. Si el atropello se produce entre 41 y 50 km/h pasa del 16% al 71%, y a más de 51 km/h la probabilidad de sufrir lesiones mortales para un mayor de 60 años es superior al 90%. Este colectivo es especialmente vulnerable por los problemas físicos que dificultan su movilidad.
Insistimos de nuevo en la importancia de conducir en ciudad con la máxima concentración y atención y añadimos el circular con neumáticos en buen estado y con etiqueta de clase A en ‘Agarre en mojado’, ya que en una situación de emergencia la distancia de frenado puede ser un 30% inferior que con neumáticos de clase G, algo clave a la hora de evitar un atropello y minimizar las lesiones.
Según los datos del último informe completo publicado por la DGT correspondientes a 2013, en un 76% de los casos los peatones víctimas de accidente no cometieron ninguna infracción. Dentro del 24% de los casos en los que el peatón sí cometió una infracción, destaca un 29% que irrumpió o cruzó la vía antirreglamentariamente, el 21% que no utilizó el paso de peatones y un 11% que no respetó el semáforo.
La multa a peatones por incumplir la normativa de tránsito por arcén, calzada, autopistas, autovías… del Reglamento de Circulación asciende a 80 euros, mientras que cruzar la calzada cuando el semáforo de peatones esté en rojo conlleva una sanción de 200 euros.
Las lesiones más comunes en el atropello a peatones son las que afectan a las piernas y la cabeza. Las piernas suelen ser lesionadas frecuentemente debido al impacto del paragolpes y el borde del capó del vehículo lo que puede producir lesiones en tibia, peroné y/o fémur.
Por otro lado, las lesiones de cabeza mortales o las más graves son ocasionadas por golpes contra la parte trasera del capó o contra el marco del parabrisas que son elementos muy rígidos del vehículo. Actualmente existen modelos que incorporan un airbag para peatones, que ante un atropello se despliega evitando o minimizando el alto riesgo de lesiones por impacto de la cabeza contra el capó o el parabrisas.
En cuanto a las lesiones del tórax, sus causas dependen principalmente de la edad y estatura del peatón. Por ejemplo en niños y personas de baja estatura las lesiones suelen ser producidas por impacto con el paragolpes, mientras que en adultos por la parte superior del capó.
Aquí tienes algunos consejos que proponen el RACE y Goodyear en su informe:
Consejos para peatones
- Cruza por el paso de peatones, sin correr pero sin detenerte, en línea recta y evitando movimientos bruscos y reacciones difícilmente previsibles.
- Nunca cruces por detrás de un vehículo mientras esté realizando la maniobra de aparcamiento.
- Muestra tu intención de cruzar mirando a los conductores, y una vez se detengan, comienza a cruzar sin parar de vigilar el tráfico.
- Nunca salgas de entre los coches u obstáculos que dificulten la visibilidad. Tan importante es “ver” como “hacerse ver”.
- Educa a los más pequeños en comportamientos seguros como peatones. Imitan el comportamiento de los adultos.
- Intenta bajar del vehículo por el lado de la acera, especialmente con niños, cerciorándote de que lo puede hacer con seguridad.
Consejos para conductores ante peatones en ciudad
- Extremar la precaución en zonas frecuentadas por peatones, especialmente en zonas escolares.
- No conviene hacer señas a los peatones para que crucen, sobre todo a los niños, ya puede haber otros conductores que no se percaten y producirse un accidente.
- Reducir la velocidad ante un paso de peatones o zonas de baja visibilidad ante vehículos de grandes dimensiones, o cualquier otro obstáculo.
- La maniobra de marcha atrás es una de las más peligrosas para el peatón. Realízala muy lentamente y asegurándote de que no existe peligro.
- Cuida tus neumáticos, y para acortar la distancia de frenado escoge neumáticos categorizados como A o B en “Agarre sobre mojado”, información disponible en la etiqueta de los neumáticos nuevos. En este artículo te explicamos cómo comprar un neumático.
- Cuidado en las zonas residenciales, donde la velocidad suele estar limitada a 30 km/h y donde por lo general los transeúntes caminan sin pensar en los vehículos o donde puede salir un niño corriendo a por su pelota.
Recomendaciones para las Administraciones Locales
- Mejorar la accesibilidad en los pasos de peatones.
- Eliminación de los obstáculos que impidan la visibilidad a peatones y vehículos (mobiliario urbano, aparcamiento, vegetación, etc).
- Ajustar los tiempos semafóricos a las condiciones de los peatones más vulnerables (menores, personas de movilidad reducida, población senior).
- Buena iluminación en los puntos de cruce que permita ver y ser visto, especialmente en grandes avenidas.
- Generar itinerarios peatonales seguros en el entorno de centros escolares, que garanticen la movilidad de las personas que acceden al mismo. Aquí las claves del transporte escolar.
- Mejorar la señalización, iluminación y los sistemas reguladores de la velocidad en entornos a centros educativos y médicos.
en esta tierra que nos toco en suerte o desgracia , el carnet es un negocio ta...y despues vienen los de otros paises y le cambian el carnet sin ningun tipo de pruebas en la mayoria de los casos , es que tiene un ojo de arpia la DGT, parece un cuento pero es real.