Un Toyota diferente
El nuevo SUV de tamaño compacto de la marca japonesa, el C-HR, podrá pedirse en los concesionarios a partir del 1 de septiembre, y las primeras unidades llegarán a finales de año. Antes, la marca japonesa va desvelando poco a poco las características que tendrá este modelo, que va a ser clave en la evolución futura de la marca no sólo en Europa, sino también en el resto del mundo.
Toyota da mucha importancia al lanzamiento del C-HR, que espera que estimule considerablemente su volumen de ventas a partir de 2017. Esperan vender en Europa unas 100.000 unidades anuales.
Por otro lado, este SUV rompe con lo conocido hasta ahora en Toyota desde el punto de vista del diseño, ya que presenta unas formas muy atrevidas, ligeramente deportivas y atractivas para un público más joven del que acostumbra a acercarse por los concesionarios de la marca.
El C-HR se dirige a clientes entre 35 y 40 años, solteros o en pareja, urbanos y con una activa vida social. Así define la marca el target de este nuevo SUV compacto, que se posiciona entre el Toyota Auris y el Toyota RAV4. Un coche que mide 4,36 metros de longitud, 1,79 de ancho y 1,55 de alto. Son dimensiones casi calcadas a las del Nissan Qashqai, un rival que Toyota ha tomado como referencia, y muy similares a las de un Hyundai Tucson o un Kia Sportage, por citar algunos de los todocaminos más vendidos en este competido segmento.
Primer contacto
El Toyota C-HR ya lo conocíamos después de su presentación en el pasado Salón de Ginebra, que dio pie a que os mostrásemos un video donde explicamos las principales características de este nuevo modelo. Pero sólo conocíamos el exterior del coche, no su interior.
Toyota me permitió ver por primera vez y en exclusiva, junto con un reducido grupo de periodistas españoles, el habitáculo del C-HR. Esa primera toma de contacto tuvo lugar en Milán, en un pequeño centro de diseño donde también pude conocer algunas características del equipamiento de este modelo y conversar con algunos de los responsables de su desarrollo.
La primera sensación que recibí al subirme al coche fue de sorpresa. Y es que el diseño del salpicadero, que es lo primero que entra en tu campo de visión, poco tiene que ver con lo visto y esperado en un SUV de Toyota, por su vanguardismo. Sólo podemos exceptuar el Prius, un coche atrevido en su diseño lo mires por donde lo mires.
Llama la atención la pantalla táctil de 8” del sistema multimedia, situada en una posición muy elevada y poco integrada. Si miráis las fotos, da la sensación de estar mal colocada, de quedar en una posición demasiado intrusiva en el campo de visión del conductor. Pero evidentemente, esto no es así. En realidad, queda en línea con la parte inferior del parabrisas, por lo que no reduce en absoluto la visibilidad frontal. Otra cosa es que guste o no el aspecto que genera, aunque para gustos, colores.
Mehtmet Faith Kale, joven ingeniero senior del equipo de Toyota en la sede de Bruselas, me confirmó que ellos consideran imprescindible que la pantalla digital quede situada de forma que no obligue al conductor a apartar en ningún momento la vista de la carretera. De ahí que se haya buscado la menor separación entre volante y pantalla, para que la visualización de la información mientras se conduce sea lo más segura posible.
Otro aspecto que llama la atención en este salpicadero es la moldura en color azul luminoso que recorre todo el ancho de las plazas delanteras. Va del interior de la puerta del conductor al cuadro de instrumentos, discurre por la parte superior de la pantalla digital y acaba en el interior de la puerta del pasajero. El objetivo es decorativo y crea un efecto de mayor espacio y anchura, algo siempre importante en un coche compacto.
Este salpicadero tiene todos sus instrumentos orientados hacia el conductor, al más puro estilo “cockpit”, tan de moda últimamente. No existe una continuidad con la consola central, que queda interrumpida a media altura para dejar paso a unos profundos huecos en los que podemos colocar hasta una botella de agua de 1 litro o conectar el Smartphone en la toma USB. También es original el diseño de la guantera derecha, que queda camuflada y apenas se percibe a simple vista.
Nuevos materiales y formas
El Toyota C-HR al que tuve oportunidad de subirme era una unidad de pre-producción, no definitiva, pero correspondiente al acabado superior de la gama. Habrá, como mínimo, otros dos por debajo.
En este acabado es perceptible el atrevido, diferente e innovador uso de materiales, colores y texturas. Los creadores del interior de este crossover se han centrado buena parte de su tiempo en la calidad de los componentes, el grano, las formas, los colores y la iluminación de todos los elementos.
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La parte superior del salpicadero, por ejemplo, está recubierta de un material imitación piel de aspecto y tacto muy conseguidos, rematada con una doble costura. El salpicadero se remata a media altura con una moldura en Piano Black, idónea para dar continuidad a la superficie de la pantalla digital, también en negro brillante y perfecta para rematar buena parte de la consola central.
Resulta curioso el material empleado para la zona interior de las puertas, un plástico con forma de pequeños diamantes, que hace conjunto con algunos detalles estéticos de la carrocería, también inspirados en las formas de este mineral precioso.
Las formas diamantadas o de rombo están presentes en los grupos de pulsadores de la consola central y el volante multifunción, en las agujas de los relojes, en los tiradores de las rejillas de ventilación, en el hueco para bajar el parasol y en el recubrimiento del techo. La idea es que tanto el interior como el exterior muestren una armonía en su diseño, según confirmó Mehtmet Faith.
El interior podrá pedirse con cualquiera de las tres combinaciones de colores disponibles: Gris Oscuro, Negro/Azul y Negro/Marrón.
Tuve ocasión de subirme a las plazas traseras, a las que se accede mediante una maneta “camuflada” a la altura del pilar C. Esta solución no es original, también ha sido utilizada sin ir más lejos por el Renault Clio. El objetivo de este diseño es facilitar que la carrocería tenga una imagen cupé, aunque en mi opinión, no es una solución demasiado práctica si vamos a dar un uso familiar al vehículo. Un niño de corta estatura no llega al tirador para abrir la puerta, por ejemplo. Esto demuestra claramente la poca filosofía familiar de este SUV compacto, aunque tampoco quiere engañar a nadie. Sólo hay que ver su estética.
Precisamente la elevada línea de cintura que podéis ver en su carrocería es la responsable de que en las plazas traseras la visibilidad hacia el entorno sea muy reducida. Hay poca superficie acristalada para los pasajeros, que viajan en un espacio que genera una sensación un tanto angosta. Pero es sólo una sensación, ya que en realidad la distancia entre filas, el ancho entre puertas y la altura al techo son buenas.
El interior del Toyota C-HR ha sido diseñado en Europa, pensando en el mercado europeo. Como confirmaron los responsables de la marca japonesa, los estándares de calidad exigidos en el Viejo Continente son muy altos, de forma que si logran un diseño apto para Europa, es fácilmente trasladable a otros mercados como el japonés o el estadounidense, menos exigentes en este sentido.
Equipamiento de seguridad
El Toyota C-HR podrá equipar varios sistemas de seguridad avanzados, como el Toyota Safety Sense, que vendrá de serie en toda la gama. Incorpora el sistema de seguridad precolisión, incluida la función de reconocimiento de peatones, control de crucero adaptativo (ACC), alerta de cambio involuntario de carril con intervención en la dirección, control Inteligente de luces de carretera y reconocimiento de señales de tráfico (no disponible en la versión de acceso a la gama).
La versión más equipada llevará asientos con calefacción, sistema de entrada inteligente (Smart-Entry), cristales oscurecidos, tapicería parcialmente en cuero, sistema avanzado de asistencia al aparcamiento, llantas de aleación de 18” y pintura metalizada bitono, entre otros elementos.
El Toyota C-HR también podrá solicitarse con un equipo de sonido JBL diseñado a medida del vehículo, con un amplificador estéreo de ocho canales, 576 vatios y nueve altavoces.
Motor híbrido
Toyota confirma de nuevo que el C-HR se venderá en España con el mismo motor híbrido que se monta en el Prius. Debéis tener en cuenta que el C-HR y el Prius comparten plataforma, lo que facilita enormemente las cosas. En esta última generación, logra unas emisiones de CO2 de solo 85 g/km y un consumo medio de combustible de sólo 3,7 l/100 km.
Me he comprado el nuevo Toyota C hr 180H con acabado avance ...es una máquina interior prácticamente premiun por fuera no puede ser más bonito en color azul anda muy bien gasta poco viene muy bien equipado defectos síii luces escasas,mala visibilizar lateral y plazas traseras un poco claustrofóbicas pero yo voy alante je je jeel principal escollo es su precio es caro pero ay, es un coche híbrido,es automático ,no lleva correa de distribución,viene con mucho detalle,muy bien equipado,y es Toyota no cualquier cosa...lo bueno es caro.