Lujo, potencia y eficiencia
El Audi A6 es una de las ofertas consolidadas dentro del segmento E europeo y su versión familiar Avant es una apuesta segura en el apartado de los familiares del segmento, un tipo de coches con pocas ventas en España pero muy apreciados en países del centro y del norte de Europa.
Sus casi cinco metros de longitud dan lugar a un habitáculo amplio, con un maletero verdaderamente generoso que acentúa la polivalencia del automóvil, una de sus virtudes junto con la elevada calidad de acabados que atesora. El confortable puesto de conducción queda refrendado por la comodidad que transmite el vehículo desde el punto de vista dinámico. Su efectivo chasis, además, hace posible practicar una conducción deportiva con unos resultados que sorprenden a pesar de su tamaño y peso.
Por su parte, el potente turbodiésel de 204 CV de nuestra unidad, acompañado por la transmisión Multitronic de ocho velocidades protagonizan una óptima asociación si consideramos tanto el destacable nivel de prestaciones como las ambiciosas medias de consumo. No hay que obviar, no obstante, que el precio se convierte en uno de sus principales hándicaps pues, sin opcionales, es de casi 58.000 euros. No obstante, en la unidad que hemos probado, apellidada S Line Edition, contamos con numerosos elementos de equipamiento adicional ya de serie que dispararían aún más el precio si los incluyéramos de forma independiente. Algunos de sus principales competidores son el Volvo V70, el BMW Serie 5 Touring y el Mercedes-Benz Clase E Estate.
Distinción con alma deportiva
En lo que respecta a sus proporciones, estamos ante un vehículo con una longitud de 4,93 metros mientras que su anchura es de 1,87 m y su altura, de 1,46 m. No hay que pasar por alto su importante distancia entre ejes, que alcanza los 2,91 metros. La elegancia con ciertos toques de deportividad supone la base del modelo alemán en materia de diseño. Siguiendo la línea de los modelos de la marca de los cuatro aros, el frontal del A6 Avant se encuentra dominado por una parrilla Singleframe de importantes proporciones, con las esquinas superiores oblicuas. Es de color negro brillante y sus láminas horizontales se encargan de acentuar la anchura del automóvil.
También cabe resaltar sus ópticas delanteras, con forma de cuña. Mientras que en su zona superior se encuentran delimitadas por la línea recta del capó, en la parte inferior tienen una forma ondulada. De perfil, además de apreciar una estrecha franja acristalada, el vehículo se distingue por una línea de techo descendente desde el montante B. Por su parte, en la zaga debemos remarcar los grupos ópticos de dos piezas de forma trapezoidal así como el difusor negro mate que aglutina la doble salida de escape.
Nuestra unidad pertenecía a la serie S Line Edition que incorpora el paquete exterior S Line, con el que se obtiene un “look” más dinámico y deportivo. Cuenta con paragolpes delantero y trasero específicos, además de parrilla propia, taloneras y difusor deportivo, escape con embellecedores cromados y spoiler trasero. A este equipamiento exterior de serie hay que sumar unas vistosas llantas de aleación opcionales de 19 pulgadas de 15 radios (2.200 euros). También opcional es el color de la carrocería Plata Hielo metalizado (1.175 euros).
Lujo y polivalencia
Al acomodarnos en el puesto de conducción nos rodea inmediatamente un ambiente de primera categoría. Y es que en cuanto a calidad de acabados y a presentación general el modelo alemán es fenomenal. El alto nivel de ergonomía es otra de sus características, pues los mandos son sencillos de utilizar y están muy a mano. Por su parte, los asientos posteriores ofrecen una amplitud muy buena para dos ocupantes, incluso para personas que superen una altura de 1,85 m, pues disponen de un notable espacio para las piernas. El pasajero que ocupe la plaza central verá el espacio reducido a causa del túnel central, que es de tamaño considerable.
El lujo no está reñido con la versatilidad, pues nos encontramos ante un automóvil con un habitáculo muy versátil y con una capacidad de maletero excelente. Además de brindar 565 litros con todos los respaldos en posición normal, si realizamos la sencilla operación de plegar los respaldos de la segunda fila el volumen disponible aumenta hasta 1.680 litros. El listado de equipamiento de serie en esta S Line Edition ofrece una elevada dotación, pues se incluyen paquetes que normalmente son opcionales.
Este es el caso del paquete Essence, con apoyabrazos central delantero con compartimiento interior, pantalla FSI en color de 7 pulgadas con ordenador de a bordo, control automático de velocidad, sistema MMI Radio Plus, equipo de sonido ampliado, Bluetooth y programa de eficiencia. Otro de los paquetes que contiene es el denominado Técnico y Navegación, que integra entre otros elementos lavafaros delanteros, faros de xenón plus, luces traseras de tipo LED, navegador y asistente de aparcamiento. También cuenta con unos confortables asientos deportivos y volante deportivo multifunción.
Contundencia con bajo consumo
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Las alternativas diésel de la gama del familiar de Audi son múltiples pues, si bien se reparten entre un 2.0 TDI y un 3.0 TDI, el segundo se ofrece en tres potencias diferentes. Para realizar esta prueba nos hemos decantado por un motor concebido para seducir a quienes busquen buenas prestaciones y una conducción deportiva pero sin llegar al extremo, compatibilizando estos aspectos con un nivel de eficiencia ambicioso. Con estos argumentos en la mano, la propuesta más acertada es, sin duda, el propulsor 3.0 TDI de 204 CV.
Este V6 de alto rendimiento ofrece una repuesta realmente contundente desde la zona baja del cuenta vueltas. Ello se logra gracias al destacable aprovechamiento del par motor máximo de 400 Nm entre 1.250 y 3.500 rpm. Este potente turbodiésel estira su fuerza por encima de las 4.000 rpm, lo que ofrece una gran seguridad si precisamos fuertes aceleraciones, como sucede a la hora de completar maniobras como los adelantamientos en vías de doble sentido. Teniendo en cuenta todo ello, como es de esperar, uno de los ámbitos en los que más destaca es en el de las prestaciones. En este sentido, hay que señalar que puede acelerar de 0 a 100 km/h en sólo 7,4 segundos y es capaz de rodar a una velocidad máxima de 230 km/h.
Para obtener estas cifras se beneficia de la rapidez de cambio de la transmisión automática de variador continuo Multitronic, que cuenta con un efectivo modo secuencial con ocho marchas fijas que nos dotan de una notable libertad en función de nuestras preferencias de conducción. El motor no sólo destaca por su rendimiento, sino también por su excelente grado de eficiencia. Si miramos las cifras oficiales, vemos que homologa una media de consumo de 5,2 litros cada 100 kilómetros y registra unas emisiones de CO2 de 136 g/km. Después de nuestra prueba marcó un valor medio de 6,3 litros, lo que muestra su naturaleza ahorradora dada la cilindrada y potencia que posee.
Confortable sin renunciar a la diversión
Pasemos ahora al apartado dinámico. El placer de conducción y la suavidad de marcha son dos aspectos que se ponen de manifiesto desde los primeros kilómetros. Cuenta con un sistema de suspensión muy equilibrado gracias al cual se absorben de forma cómoda las irregularidades del asfalto. Cuando enlazamos una sucesión de curvas su chasis demuestra una gran eficacia, registrando un alto nivel de estabilidad y haciendo que las oscilaciones sean prácticamente imperceptibles. Asimismo, nos permite realizar un rápido paso por curva con un impecable comportamiento en los apoyos.
No obstante, donde expone todas sus cualidades de viajero devorador de kilómetros es por autopista. Al conducir por grandes rectas transmite un aplomo inmejorable y una óptima calidad de rodadura. A ello hay que añadir que está muy bien insonorizado, lo que acentúa el confort al volante. El vehículo está dotado de una dirección asistida electromecánica de tacto agradable que destaca, ante todo, por su gran precisión y por mostrarse muy directa. De esta forma, se consigue un guiado de alto nivel.
Para ajustar la conducta de este familiar al tipo de conducción que nos apetezca en cada momento se incluye de serie el sistema Audi Drive Select, que está integrado por cinco modos distintos; Comfort, Auto, Dynamic, Efficiency e Individual. En cada uno de ellos se ajusta el comportamiento de diferentes parámetros relacionados con la asistencia de la dirección, la transmisión, la respuesta del motor y del climatizador, entre otros. El objetivo no es otro que adaptar la conducta general del vehículo a cada circunstancia de conducción.
Conclusión
En definitiva, se trata de un vehículo cuya apariencia elegante con cierto aire deportivo se combina con un interior amplio, polivalente y lujoso, acabado con materiales de alta calidad y con una dotación tecnológica de primer nivel. A ello cabe añadir un impecable confort de marcha acompañado de un efectivo chasis y, en general, de una dinámica que no solo piensa en la comodidad sino que también es capaz de proporcionar importantes dosis de diversión al volante.
Cómo no, el precio es su principal punto en contra, pues la variante S Line Edition que hemos probado, de serie, exige un desembolso de 57.710 euros que aumenta progresivamente a medida que nos sumergimos en su casi infinito catálogo de opcionales.
Es una maravilla de coche lo tiene todo lo que me gusta de un coche