Audi Q7

Viajamos a Madrid para comprobar la efectividad de los sistemas de asistencia a la conducción del nuevo Audi Q7. La firma de los cuatro aros puso a nuestra disposición un equipo de instructores dentro de un circuito cerrado para ver lo fácil que nos pueden llegar a hacer la vida en el día a día.

Ningún otro modelo de su clase ofrece tantos sistemas de asistencia a la conducción. Nuestro editor Joan Dalmau ya demostró de lo que es capaz el Q7 en su videoprueba que podéis ver clicando aquí.

En esta presentación nacional tuvimos la oportunidad de ver la efectividad del sistema de detección de peatones, el asistente de conducción con remolque y el asisntente de aparcamiento.

La primera prueba estaba dedicada al Audi pre sense city (1.710 euros), aquí teníamos ante nosotros un maniquí que simulaba un peatón. El monitor arrancó y se dirigió hacia a él a una velocidad de entre 15 y 20 km/h. La cámara de detección de peatones tiene un alcance de 100 metros y por debajo de 40 km/h es capaz de neutralizar la situación de peligro. El sistema funciona hasta 85 km/h, sin embargo, a este ritmo sólo lograremos minimizar los daños, no evitaremos la colisión.

Una vez el sistema detecta al peatón lo primero que sentimos es como los cinturones nos dejan todavía más sujetos al asiento. Acto seguido nos avisa del peligro actuando sobre el freno y en última instancia termina por detener por completo el vehículo a escasos centímetros del presunto peatón.

La segunda prueba nos permitió ver lo sencillo que puede llegar a resultar maniobrar con un remolque de la mano del asistente de remolque. Este asistente se incluye cuando el cliente escoje la opción del remolque (1.650 euros).

Al poner la marcha atrás con el remolque enganchado se activa. A partir de ese momento sólo tenemos que centrar nuestra atención en dos puntos. En primer lugar debemos dirigir una flecha de color naranja que aparece en la pantalla, sobreimpresionada al remolque, mediante el mando giratorio del MMI. Allí donde apunte la flecha llevaremos el remolque. Es muy importante controlar nuestro entorno a través de los dos retrovisores exteriores.

Lo único que deberemos hacer pues es acelerar con mucha suavidad, mirar los espejos y dirigir el avance del vehículo con el mando giratorio del MMI. La electrónica se encargará de girar el volante en un sentido a derecha o izquierda según convenga mejor en cada momento. Nosotros no tenemos que tocar el volante para nada, con el mando del MMI apuntamos la dirección que más nos interesa y el asistente se encarga de forma autónoma de la dirección.

Jamás había conducido un turismo con remolque y siempre había pensado que sería bastante complicado. Con este asistente cualquiera puede maniobrar con uno sin ningún tipo de problema.

Por último, en tercer lugar probamos el asistente de aparcamiento, el Audi park assist (2.615 euros si lo integramos junto al paquete asistentes City). Además de las cámaras de visión exterior de 360º, un conjunto de sensores se encarga de gestionar la maniobra del aparcamiento, ya sea paralelo o en batería.

En una primera instancia el vehículo reconoce un hueco de aparcamiento y nos propone poner marcha atrás para iniciar la maniobra. Además de ajustar al máximo el Q7 al espacio, una vez terminamos con la maniobra podemos volver a desaparcar de forma autónoma.

Cuando el vehículo reconoce que ya estamos fuera del aparcamiento nos avisa tanto con señales acústicas como con un mensaje en el panel de instrumentos para que recuperemos el control.

Esta prueba la llevamos a cabo primero en paralelo y luego en batería. En la segunda vimos lo bien que va contar también con un eje trasero direccional (1.405 euros). A baja velocidad, entre 5 y 15 km/h las ruedas traseras pueden llegar a girar hasta 5º. A velocidades más altas las ruedas posteriores giran en el mismo sentido que las delanteras hasta 3,5º.

En el aparcamiento en batería, si bien el espacio entre los dos coches que debía entrar era bastante justo, disponía de una zona libre exageradamente grande para maniobrar al otro lado, algo que difícilmente nadie va a encontrar jamás en ningún parking.

De vuelta a Madrid tuvimos la oportunidad de probar la Audi tablet que se puede montar como sistema de entretenimiento para los pasajeros de las plazas traseras. Una tableta se factura a 1.440 euros y dos a 2.650 euros.

Se pueden conectar por wifi a la tarjeta de datos del vehículo para poder navegar por Internet entre otras muchas funciones. Estos dispositivos Android han sido desarrollados internamente en Audi para ofrecer las mejores prestaciones dentro de un vehículo. Su pantalla de 10,1" tiene una resolución de 1.920 x 1.200 píxeles y cuenta con una memoria interna de 32 GB que se puede ampliar con tarjetas microSD.

Conectándolo al MMI Navegación plus permite acceder a los menú Radio, Media, Navigation y Funciones del coche. De este modo los pasajeros de la segunda fila pueden enviar al conductor una nueva dirección para la navegación y del mismo modo el conductor puede seleccionar una emisora de radio para ellos.

Queda claro que asistentes como estos ayudan en el día a día y aumentan considerablemente la seguridad al volante. De todos ellos el que más me sorprendió fue el que permite dirigir el remolque con una facilidad pasmosa.

Como todo en la vida hay un pero y este no es otro que el precio que hay que pagar por todas estas soluciones de última generación. Pongamos por ejemplo que seleccionamos un Q7 3.0 TDI quattro de 272 CV cuyo precio de tarifa es de 72.025 euros. Si optamos por seleccionar todos los asistentes junto a otros elementos como Head-Up display, soluciones de conectividad, equipo de audio Bang & Olufsen, tapicería de cuero Valcona y demás podremos sobrepasar los 130.000 euros sin problema. Nadie dijo que estar a la última sería fácil.