Chrysler navega a favor de la corriente
Que “las cosas están cambiando en el mundo del automóvil” es un cliché tan manido como cierto. Y no sólo cuando nos referimos al propio automóvil como producto y servicio, sino también en cuanto a cómo y dónde son presentadas las últimas novedades del mercado.
En este sentido, la convergencia entre los sectores de la automoción y la electrónica viene provocando un creciente número de anuncios en salones tradicionalmente dedicados a las nuevas tecnologías. Recordemos, si no, la última edición del Mobile World Congress en Barcelona, donde además de descubrir diferentes aplicaciones tecnológicas para mejorar nuestra experiencia de conducción, asistimos al lanzamiento mundial del Ford Kuga 2017.
Pero si hay un salón abanderado de la electrónica de consumo, ése es el adecuadamente nombrado Consumer Electronics Show que se celebra a primeros de enero de cada año en Las Vegas, y que de un tiempo a esta parte se ha "empeñado" en robar protagonismo al cronológicamente cercano Salón de Detroit. El año pasado, Chevrolet atrajo la luz de los focos presentando su eléctrico Bolt; y en esta nueva edición, parece que es Chrysler la que más se ha apresurado en ocupar portadas.
La firma estadounidense presentará hoy en el CES 2017 un automóvil eléctrico y semi-autónomo denominado como Portal, que por el momento no pasará de ser un concept car pero que, en cualquier caso, servirá precisamente como portal hacia el futuro de los vehículos familiares de Chrysler. Se trata de un monovolumen de líneas exóticas cuya estructura destaca por su ausencia de pilares centrales fijos, presentando en cambio unas puertas de vidrio corredizas que dan amplio acceso al habitáculo. Allí encontraremos cuatro asientos divididos en dos filas; cada uno de ellos plegable y con regulación longitudinal. Los pasajeros podrán disfrutar de un sistema de intercomunicación interior, diez puntos de carga para dispositivos e incluso una cámara para hacerse fotos de grupo -sí, bueno, de hecho ya vivimos en plena era del selfie-.
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Resulta especialmente imaginativo el diseño del puesto de conducción, con un volante retráctil para cuando el vehículo se guíe por sus propios medios (siempre bajo circunstancias controladas, pues el Portal no alcanza la categoría de vehículo 100% autónomo). Una alargada pantalla digital recorre la parte superior del salpicadero, mientras que otra gran superficie acristalada se destina al control de los parámetros del vehículo. Curiosamente, no necesitaremos llave para arrancar el vehículo, maniobra que podremos activar mediante reconocimiento facial y de voz.
No hay datos sobre la potencia del motor eléctrico, pero sí se indica que la batería es capaz de entregar 100 kWh, con una autonomía teórica de 400 kilómetros (la misma del Renault Zoe Z.E. 40 que probamos recientemente, si bien lejos todavía de los casi 500 km del Tesla Model X). El vehículo admite carga rápida, de manera que es posible recuperar 240 km de autonomía con sólo tenerlo conectado durante 20 minutos.
Por ahora, como decía, el Chrysler Portal existirá únicamente a modo de “coche de salón”, pero tanto el fabricante norteamericano como los principales actores de la industria parecen coincidir en que el automóvil del futuro será eléctrico y autónomo. Éste coche, en concreto, apuesta por ofrecernos una experiencia de conducción relajada y confortable; ahora nos queda esperar a que también fructifiquen conceptos una pizca más excitantes.
Sigo esperando un prototipo futurista y a la vez bonito