Cambios en los Dodge más populares en Estados Unidos
El Charger uno de los modelos sobre los que se sustenta el éxito de la marca del carnero en Estados Unidos. Es un coche que jamás llegó a Europa y que es el hermano gemelo del Chrysler 300 C que en Europa se vende actualmente bajo el nombre de Lancia Thema (aquí tenéis la prueba de la versión con motor diésel). El Charger mide más de 5 metros de largo y estaba disponible hasta ahora con diferentes motores de gasolina de seis y ocho cilindros, entre ellos, un V8 Hemi de 450 CV para la versión SRT8.
Bien, pues todo esto va a cambiar un poco a partir de otoño. De entrada, el coche cambia de aspecto de manera notable ya que el morro típico hasta ahora de los Dodge, con una gran cruz en el frontal, deja su sitio a una aplicación renovada de la imagen de la marca, ya vista en el Dart y que difumina la cruz con las aspas en negro igual que el fondo de la misma y la integra en la parrilla inferior de la que la separa una franja también negra pero en acabado brillante. Los faros, rediseñados por completo, ayudan a este radical cambio de look.
En el interior cambian la instrumentación principal y la pantalla para el navegador y el control del equipo de audio que pasa a ser de 8,4 pulgadas (es la misma que conocemos aquí en el Jeep Grand Cherokee).
En cuanto a las mecánicas, de momento desparece el bestial SRT8 y la gama queda configurada por un V6 de 3,6 litros con 296 CV, que ya estaba disponible anteriormente y que se ofrece tanto en versión de propulsión al eje trasero como en una variante 4x4. El tope de gama es el V8 de 5,7 litros con 375 CV y la principal novedad es que, como en el Grand Cherokee (aquí tenéis la prueba del diésel con ese cambio), se monta una nueva caja de cambios de 8 velocidades en lugar de la anterior de cinco. Automática, naturalmente. La variante V8 sólo está disponible en propuslión trasera pero se mantiene tanto una variante lujosa como la deportiva R/T con estética propia.
Dodge Challenger 2015
El Challenger es una recreación del Pony Car de los años 70 y se lanzó en 2008 como rival de otros dos modelos de claro corte "revival", el Chevrolet Camaro y el Ford Mustang aunque el Mustang sea el único que no ha llegado a descontinuarse. Desde su lanzamiento, el Challenger no había recibido cambio alguno y ahora, en Nueva York, le ha llegado también el turno de hacerse un lifting, en este caso más interior que exterior.
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Y es que mientras que exteriormente, los cambios se limitan a la llegada de faros de día y pilotos traseros de LED, a una nueva parrilla delantera (me refiero al tramado de la misma ya que la forma no cambia) y a un capó con dos aperturas de refrigeración para la versión más potente, en el habitáculo se utiliza el salpicadero del nuevo Charger con una mejora espectacular en la calidad de los materiales y la llegada de la pantalla del nuevo sistema U-Connect del Grupo Fiat-Chrysler.
A nivel mecánico llega también la caja de cambios de ocho velocidades (la misma que para el Charger) para los tres motores disponibles y la caja manual de seis relaciones se mantiene sólo para el más potente. Los motores son un V6 de 309 CV, un V8 de 380 y el poderoso 6.4 de 485 CV que mueve a las nuevas versiones Scat Pack y 392 Scat Pack Shaker. Estas versiones disponen de frenos Brembo y amortiguadores Bilstein con una geometría de suspensión diferente.
Estos deportivos, que hasta ahora eran los más "sencillos" del triplete Mustang-Camaro-Challenger, disponen ahora de múltiples actualizaciones en su equipamiento, especialmente en el apartado de seguridad donde aparecen el control de cambio de carril, el control de crucero activo, el control del ángulo muerto y el detector de movimiento al circular marcha atrás.
Estos nuevos Challenger empezarán a venderse en Estados Unidos a finales de este mismo año y no hay prevista ninguna exportación a Europa. Ahora que Ford ha decidido globalizar su Mustang y que pese a la desaparición de Chevrolet del panorama europeo al Camaro se le reservará un huequecito en los concesionarios -está por ver si de Opel o de Cadillac-, no estaría mal que Fiat decidiera traer a Europa el Challenger para dar batalla, también aquí, a sus dos grandes rivales yanquis.
Me gustaria saber si se importa un charger habria algun probelma burocrático y que importadores existen en madrid que lo puedan traer gracias