Nueva generación
A principios de octubre llega a los concesionarios españoles la nueva generación del Honda Jazz. Este modelo, que representa la puerta de entrada a Honda y el caballo de batalla de la marca en el segmento B, alcanza así su tercera generación.
Desde su lanzamiento en 2001, la marca japonesa ha presentado un nuevo Honda Jazz cada siete años. Sin hacer demasiado ruido, este pequeño compacto lleva entre nosotros década y media, luchando por tener su propio hueco en el duro y competido segmento B. No ha sido hasta el momento un modelo de gran éxito (en España se han vendido un total de 14.000 unidades) y no será por falta de cualidades. Quizás su gama reducida, sin versiones con motor diésel, y el hecho de que Honda no haya querido entrar al trapo en la guerra de precios que tradicionalmente afecta al nutrido grupo de los compactos de pequeño tamaño, donde encontramos al Volkswagen Polo, Renault Clio, Toyota Yaris, Nissan Note o Peugeot 208, entre otros (aquí puedes ver el videocomparativo de estos modelos con motor de 90 CV diésel) ha podido influir en estos discretos resultados. Y si a eso le unimos una promoción comercial menor en comparación a la de sus rivales, los resultados son comprensibles. El Honda Jazz, como consecuencia de ello, no es un modelo que prolifere por nuestras calles y carreteras. Y repito, en mi opinión sus aptitudes son excelentes.
Esta reflexión es la primera que me vino a la cabeza cuando me puse al volante del nuevo Honda Jazz durante la presentación internacional que la marca japonesa organizó en Frankfurt (Alemania). Y por lo visto, Honda va a seguir en su línea con esta nueva generación, al menos por lo que hace referencia a nuestro mercado.
Sorprende escuchar que la previsión de ventas de este modelo para España en el próximo año sea de 300 unidades. Teniendo en cuenta que estamos hablando de un coche totalmente nuevo que mejora en numerosos aspectos el modelo anterior y que en el país parece que las ventas de automóviles vuelven a ir por buen camino, la cifra me parece muy corta y poco ambiciosa. Da la sensación de que Honda se encuentra más segura en otros segmentos en crecimiento, especialmente el de los SUV’s, donde está presente con el CR-V y desde este año, entra con fuerza con el HR-V que, quizás, reste clientes al nuevo Jazz teniendo en cuenta que lucha por conquistar un tipo de cliente similar.
El Honda Jazz vuelve a ser una buena alternativa para aquellos de vosotros que busquéis un coche de tamaño contenido, buena habitabilidad y sentido práctico. Son características ya conocidas del anterior modelo que en esta nueva generación se ven potenciadas gracias a la utilización de una nueva plataforma más grande (que precisamente comparte con el Honda HR-V), un nuevo motor de gasolina de 1,3 litros de consumo contenido y un diseño exterior e interior algo más atractivo y como siempre, muy personal.
Formas japonesas
Empecemos por este último aspecto. Honda sigue la línea estética ya vista en las anteriores generaciones del Jazz, y vuelve a presentar un coche de cinco puertas con formas que mezclan las de un compacto con las de un monovolumen. El Jazz se identifica por sus cortos voladizos, reducido capó y considerable espacio para el habitáculo. Es un diseño consecuencia de la filosofía que Honda denomina “Man máximum, machine mínimum” o lo que es lo mismo, priorizar la persona frente a la máquina. La consecuencia de ello es un diseño en el que se ha maximizado el espacio para los ocupantes y minimizado el espacio dedicado al coche en sí. Un ejemplo lo tenemos en el depósito de combustible, que en este coche está colocado en un posición central, para optimizar el espacio dedicado al habitáculo y el maletero.
En la nueva estética del Honda Jazz podemos ver detalles que lo alinean con el resto de productos de la marca japonesa. El frontal, por ejemplo, luce una nueva parrilla con forma de ala que abraza los nuevos faros, y se acompaña de un paragolpes con forma de X y con estilo algo más deportivo. Llama la atención el enorme parabrisas, que se prolonga hasta casi la altura del pilar B y da mucha luminosidad al habitáculo. El coche tiene un aspecto algo más dinámico, gracias al efecto de los pliegues laterales, que ascienden hacia atrás desde los pasos de rueda. El diseño de la zaga es, como siempre en Honda, atrevido, y presenta un portón y luneta muy vertical, con formas bastante barrocas. Puede gustar o no, pero lo que es seguro es que es totalmente diferente y original respecto a lo que ofrecen sus rivales.
En definitiva, el nuevo Honda Jazz ofrece una línea más moderna y en cierto modo futurista. Tiene un diseño que bien podría encajar con el de un coche puramente eléctrico que busca desmarcarse de lo conocido. Pero de momento, no hay versión eléctrica ni en España veremos la híbrida que sí se comercializa en Japón.
Un sólo motor, y gasolina
El Jazz sólo se venderá con un nuevo motor de gasolina de 1,3 litros i-VTEC (control electrónico variable de elevación y apertura de válvulas) que da 102 CV a 6.000 r.p.m. Es un motor en el que se ha trabajado para optimizar la eficiencia energética, a base de controlar con mayor precisión el funcionamiento del árbol de levas y la distribución variable, de reducir la fricción de los elementos móviles, de aumentar la relación de compresión y de utilizar materiales más ligeros, entre otros aspectos. El resultado es un nuevo propulsor con el que el Honda Jazz acelera de 0 a 100 km/h en 11,2 segundos (con caja de cambios manual) y registra un consumo medio de 4,6 litros a los 100km (con caja de cambios CVT). Como veis, las prestaciones varían ligeramente dependiendo del tipo de cambio que monte. De serie viene con la nueva caja manual de seis velocidades (anteriormente era de 5 relaciones) y como opción (1.000 €) puede montarse la caja CVT de tipo variador continuo, con siete relaciones simuladas. Con la caja de cambios manual, el Jazz tiene mejores prestaciones pero registra un consumo un poco mayor (5 l/100km.). Con la CVT, las prestaciones son algo menores (0 a 100 km/h en 12 segundos) pero el consumo se sitúa por debajo de los cinco litros.
Mejor con cambio manual
Por lo visto en este primer contacto con el Honda Jazz, la asociación motor-cambio es notablemente mejor en el caso de la versión con cambio manual. Y es que Honda ha diseñado un cambio manual de seis relaciones en las que las primeras cinco son bastante cerradas para agilizar la respuesta del coche a la hora de arrancar o recuperar, mientras que la sexta permite rodar a bajas vueltas con un consumo de combustible bastante contenido. Además, el tacto de esta nueva caja de cambios es muy bueno. El recorrido de palanca es corto y la inserción de las marchas muy efectiva.
Por otro lado, la caja CVT tiene el típico comportamiento de un cambio de tipo variador continuo, con esa descoordinación entre lo que el conductor solicita al acelerador, el ruido que proviene del motor y la aceleración real del coche. Es un cambio automático al que hay que acostumbrarse. Es cómodo para un uso en ciudad a bajo régimen, pero desde mi punto de vista, no es del todo satisfactorio para un uso en carretera donde solicitamos la mayor potencia y efectividad a la hora de recuperar.
El punto positivo de este CVT es que ofrece 7 marchas, que en realidad no lo son, ya que las relaciones en un cambio de este tipo son infinitas. Pero Honda ha logrado desarrollar un software que hace que el cambio simule esas siete velocidades. De esta manera, se asemeja en su funcionamiento a un cambio automático de tipo convertidor de par, sin serlo. Hasta el punto de que podemos accionar las marchas mediante levas en el volante, de forma manual. Y además, cuenta con una posición S o “Sport”, que acelera la transición entre una “relación” y otra. En posición S, el comportamiento del variador es más efectivo, y personalmente siempre rodaría con ese modo activado, aún a costa de perjudicar los consumos.
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Como en el Honda HR-V, los ingenieros japoneses también han añadido en el Jazz dos programas que se activan automáticamente y que ayudan al conductor en determinadas situaciones. Uno de ellos interviene a la hora de frenar antes de entrar en una curva o bajar una pendiente, y mantiene la marcha engranada para aumentar el régimen de giro del motor y generar así mayor retención. El otro es similar, y entra en funcionamiento, por ejemplo, en maniobras de adelantamiento que abortamos súbitamente. Aunque levantemos el pie del gas, el sistema mantiene la marcha y el régimen del motor para estar preparado en caso de volver a realizar la maniobra.
Más ágil y ligero
La ruta diseñada por Honda para la presentación discurría por pequeñas poblaciones rurales alrededor de Erlensee, donde la marca japonesa tiene su centro de formación, el Honda Akademie. Era una ruta variada, con un pequeño tramo de autopista y mucha carretera comarcal. Está claro que el Honda Jazz no es un coche para ir a toda mecha por una autopista alemana, y aunque está correctamente insonorizado, saca a relucir bastantes ruidos aerodinámicos. No obstante, a alta velocidad se nota bien aplomado y transmite suficiente seguridad, en parte fruto del aumento de la distancia entre ejes, 30 mm. superior a la del anterior modelo. Donde mejor se desenvuelve el Jazz es en carreteras comarcales o en ciudad, como es lógico. Tiene un buen guiado y se percibe ágil y preciso en los cambios de trayectoria. Me gustó especialmente el tacto de dirección, bastante directo. En este nuevo Jazz la desmultiplicación de la dirección es menor, y según la marca, ofrece una respuesta un 22,5% más rápida. También influye en esta sensación de agilidad la mayor ligereza y rigidez de la nueva plataforma y al hecho de montar un sistema de asistencia que frena en las curvas frena ligeramente la rueda que va por el interior para facilitar el giro.
Crecen las dimensiones
El nuevo Honda Jazz es 9,5 centímetros más largo que el anterior, aunque la anchura y altura apenas varían unos milímetros. Esta mayor longitud ha permitido dar más espacio al habitáculo, que mejora todas las medidas en cualquiera de las cinco plazas disponibles. Hay más espacio entre filas, mayor anchura y mayor altura al techo. El maletero ofrece ahora una capacidad de 354 litros, 17 litros más que en el anterior Jazz. Con los asientos traseros abatidos, la capacidad máxima llega a los 1.314 litros. Se mantiene el conocido sistema de modularidad Honda Magic Seats, que permite plegar las banquetas en diferentes posiciones para variar el espacio disponible para carga y pasajeros.
Ciertamente, la sensación de espacio en este interior es notable. Tambien contribuye a este efecto el nuevo diseño del salpicadero, que nada tiene que ver con el anterior, y que tiene su consola central orientada hacia el conductor. Este salpicadero está presidido por una pantalla táctil de 7 pulgadas ( de 5” en las versiones más básicas) con la que se maneja el sistema de infoentretenimiento Honda Connect, otra de las novedades introducidas en esta generación. El Honda Connect permite acceder a Internet o a diversas aplicaciones (algunas instaladas de serie, otras disponibles en el portal Honda App Centre) con las que disfrutar de música en streaming, sincronizar el Smartphone a través de Mirrorlink o acceder al navegador Garmin, que Honda actualiza de forma gratuita durante los cinco primeros años.
En este nuevo diseño se mantiene el cuadro de instrumentos clásico de tres esferas, como en el Jazz anterior, pero el indicador de nivel de combustible de mano derecha desaparece a favor de una pantalla digital que muestra los datos del ordenador de a bordo, por cierto, con unos gráficos de aspecto visual muy pobre.
Hay reglajes en todas direcciones de banqueta y volante, buenos huecos para depositar objetos y una buena visibilidad hacia todo el entorno del coche, excepto en ángulo izquierdo delantero, debido a la presencia del pilar A. Aunque este pilar está dividido en su parte inferior, su inclinación limita la visibilidad en determinados ángulos.
Puesta al día en seguridad activa
El Honda Jazz se pone al día en lo que hace referencia a sistemas de ayuda a la conducción, y ahora incorpora de serie en todas las versiones un sistema de frenado activo en ciudad, que llega a frenar automáticamente el coche ante una posible colisión, siempre que se circule por debajo de 32 km/h. Este coche se venderá con tres acabados: Trend, que incluye aire acondicionado, elevalunas eléctricos delanteros y traseros, control de crucero con limitador de velocidad, radio CD con MP3, luces diurnas LED y llantas de acero de 25”. El acabado Comfort suma el conjunto completo de tecnologías de seguridad de Honda, que incluye, además del avisador de colisión frontal, sistema de reconocimiento de señales de tráfico, limitador de velocidad inteligente, y avisador de cambio involuntario de carril. Viene además con sensores de aparcamiento, el sistema Honda Connect con pantalla de 7” y llantas de aleación de 15”.
El acabado más completo es el Elegance, que suma el climatizador, la cámara de visión trasera y las llantas de aleación de 16”, entre otros.
Los precios oscilan entre los 15.900 € del acabado Trend y los 18.500 del acabado Elegance. Entre ellos se sitúa la versión Comfort, que cuesta 16.900 €. El navegador es opcional en los dos acabados superiores y vale 600€. Si queremos el Jazz con cambio automático CVT, hay que añadir 1.000 €.
Las primeras unidades llegan en Octubre, y vendrán con promoción de lanzamiento, que la marca no ha querido concretar, de momento.
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