Hyundai i10 1.2 MPI 87 CV Style Plus Sky

El Hyundai i10 es uno de los vehículos urbanos con más éxito en nuestro mercado. Desde que se lanzara como Atos hace más de una década, ha mantenido un excelente nivel de ventas en este segmento de nicho y recientemente, se ha puesto al día con la llegada de una nueva generación que le ha convertido en uno de los grandes protagonistas del segmento, tanto por calidad como por polivalencia.

Con los centímetros de longitud que ha ganado en esta generación, estamos ante uno de los integrantes más grandes del segmento A. Gracias a ello, ofrece una amplitud más que razonable para su tamaño. El equipamiento es uno de sus fuertes, sobre todo en la terminación Style Plus Sky de nuestra unidad que, por 15.900 euros, ofrece una variedad de equipamiento propia vehículos del segmento superior aunque hay que tener en cuenta, para los que quieran gastar tanto dinero en un coche de ciudad, que hay un i10 desde 6.700 euros con los descuentos en vigor y el Plan PIVE aplicado. Con mucho menos equipamiento, por supuesto.

Como es habitual en este tipo de coches, la ciudad es su territorio favorito y es dónde mejor juega sus cartas, aunque sus mejoras en cuanto a confort de marcha y estabilidad abren la puerta a alguna que otra salida fuera de la urbe. El motor 1.2 MPi de 87 CV que mueve nuestra unidad es el que determina los límites en este sentido, aunque su rendimiento es más que suficiente para el uso urbano que le darán la mayoría de clientes e incluso para pequeños viajes por carretera o vías rápidas.

Se trata, en definitiva, de una buena alternativa entre el cada vez más poblado escaparate de utilitarios urbanos del segmento A, donde además de los trillizos del Grupo Volkswagen: Volkswagen Up! (aquí la prueba de la versión con cambio automático y aquí un comparativo con el Fiat Panda), Seat Mii (aquí el contacto con este modelo) y Skoda Citigo (aquí la prueba de la versión 1.0 de 60 CV), militan coches como el Chevrolet Spark, el Kia Picanto (primo cercano del i10 y del que aquí podéis leer la prueba) o los que están por llegar; el trío franco-japonés integrado por el Peugeot 108, el Citroën C1 y el Toyota Aygo y el nuevo Renault Twingo.

No hay lugar a dudas de que, con la llegada de esta nueva generación, el pequeño de la familia Hyundai ha mejorado considerablemente en atractivo estético. En general, adopta un diseño más actual con el que gana robustez y dinamismo, entrando de lleno en la línea de los vehículos más recientes de la marca coreana. En cualquier caso, adopta la parrilla de forma hexagonal habitual en los modelos del fabricante asiático como principal seña de identidad lo que le acerca visualmente a sus hermanos mayores como el i30..

Por otra parte, también resaltan las nuevas luces diurnas de LED, con las que el vehículo recibe una apariencia más sofisticada. Las proporciones del nuevo i10 han variado. Su longitud ha aumentado en 8 cm, alcanzando los 3,66 metros. Al mismo tiempo, es 4 cm más bajo que antes y también pasa a ser 6,5 cm más ancho con lo que parece más grande -en realidad lo es- y menos "cuadrado".

La zona trasera es otro de los elementos que más ha cambiado, principalmente debido al nuevo parachoques, cuya forma envolvente genera una apariencia más musculosa. También hay que citar las formas más esculpidas del portón en esta nueva generación, con las que también se moderniza su imagen. El vehículo conserva su cortísimo voladizo trasero mientras que los pilotos posteriores entran ahora ligeramente en el portón del maletero. En la parte superior encontramos un discreto alerón con el que se logra un toque deportivo.

Pasemos ahora al interior, también puesto al día en esta generación. Lo primero que llama la atención si lo comparamos con el modelo anterior es el salpicadero, cuyo diseño se ha actualizado de forma muy acertada. No es que destaque por una gran originalidad pero con la combinación de los paneles de color naranja de nuestra unidad logra un aspecto fresco y juvenil. Por otro lado, la sensación de calidad que proporcionan los materiales utilizados es más que correcta, aunque en general se trata de plásticos duros.

El puesto de conducción se caracteriza por ser bastante más cómodo que antes, sobre todo por los asientos empleados. Asimismo, también destaca por su buena ergonomía, ya que todos los mandos están muy a mano y se accionan de forma muy sencilla. Dado su carácter urbanita, la practicidad es una de sus metas. Y se consigue en parte gracias a la razonable presencia de espacios para alojar pequeños objetos distribuidos por el habitáculo.

Pese a tratarse de un coche de 3,66 m, la segunda fila de asientos ofrece más amplitud de la que cabría esperar, sobre todo en lo que respecta al espacio para las piernas. En cualquier caso, en estas plazas será mejor que solo se acomoden dos pasajeros por cuestión de anchura. Eso sí, al contrario que otros de sus rivales (los del Grupo Volkswagen, por ejemplo), el i10 está homologado para cinco plazas.

Los vehículos de este segmento no sobresalen precisamente por un gran maletero, pero los 252 litros de este Hyundai son una cifra muy aceptable, teniendo en cuenta además que pueden aumentar hasta los 1.046 litros si abatimos los respaldos traseros. Como referencia, el Kia Picanto ofrece sólo 150 litros y los trillizos de Volkswagen, Seat y Skoda están en 238 litros, lo que ya nos parecía una cifra muy razonable para un coche de este tamaño.

Su equipamiento no es precisamente escaso dado el segmento en que nos encontramos. Y es que, en el acabado superior Style Plus Sky que hemos probado, dispone de seis airbags, control de estabilidad, faros antiniebla, volante multifunción y pomo de la palanca de cuero, ordenador de a bordo, control de crucero, arranque sin llave, asistente de arranque en pendiente, sensores de aparcamiento traseros, climatizador automático, llantas de aleación de 15 pulgadas e incluso techo solar practicable. Esta poblada lista de equipamiento no tiene nada que envidiar incluso a algunos modelos del segmento superior.

Propulsor orientado a la ciudad

Para esta primera prueba del renovado pequeño utilitario coreano hemos elegido el propulsor más potente de la gama, integrada únicamente por variantes de gasolina. Este no es otro que el 1.2 MPi de 87 CV, de cuatro cilindros. Se trata de un motor que le viene como anillo al dedo al utilitario de Hyundai teniendo en cuenta que su territorio favorito es la ciudad. Por los callejones de cualquier urbe, el motor muestra una muy buena respuesta, lo suficientemente rápida como para moverse con una destacable soltura. Por otra parte, este 1.2 se caracteriza por un buen nivel de suavidad de funcionamiento.

Cuando le exigimos fuertes aceleraciones, sin embargo, el motor no es tan solvente, pues su potencia se muestra escasa en determinadas situaciones, en las que nos obliga a llevarlo alto de vueltas para sacar lo mejor de sí mismo y a jugar con la palanca del preciso cambio de marchas manual de cinco velocidades. Eso es algo que, por otro lado, no sorprende en el segmento de los urbanos con caballajes comedidos. Ello no quita que tenga un nivel aceptable a la hora de recuperar, aunque siempre sin olvidar que estamos ante un propulsor humilde en términos de rendimiento y con un par motor de 120 Nm a 4.000 rpm.

No obstante, cuando nos encontramos con ciertos repechos circulando a velocidad constante debemos tener algo de paciencia, sobre todo si el vehículo viaja muy cargado. En cuestión de prestaciones, en esta versión el i10 necesita 12,3 segundos para completar el 0-100 km/h, mientras que su velocidad máxima es de 171 km/h. Donde más destaca es en el consumo pues, además de homologar una media de 4,9 litros, en nuestra prueba registró una cifra de 6,1 litros, un valor bastante bueno dado el recorrido variado que realizamos que aún podría ser mejor si existiera la posibilidad de incorporar un sistema Start/Stop.

Cómo no, debemos inaugurar el capítulo dinámico analizando su comportamiento por ciudad. En estas circunstancias se muestra ágil y maniobrable, gracias en parte a sus contenidas proporciones. La dirección se muestra muy asistida cuando nos movemos a velocidades bajas pero no transmite demasiada información a medida que aumentamos el ritmo fuera de la ciudad, por lo que éste no es uno de los puntos fuertes del vehículo.

El leve incremento de firmeza en la suspensión del nuevo i10 con respecto al anterior le aporta una mayor estabilidad. A esto también contribuye directamente su ligereza, pues estamos ante un vehículo de apenas una tonelada de peso. Por todo ello, a la hora de conducir por carreteras de curvas percibimos una conducta noble, con un bajo nivel de balanceos de la carrocería que se agradece en un automóvil que, primordialmente, como hemos comentado está más predestinado al ámbito urbano.

Cuando nos encontramos pequeñas irregularidades en el asfalto apreciamos que su amortiguación es bastante confortable, pues las copia de forma muy adecuada sin que se perciban en exceso desde el interior del habitáculo. Otro de los factores a destacar es que se trata de un automóvil bastante silencioso en comparación con la mayoría de sus rivales de segmento, gracias a lo cual nos puede llevar a pensar que estamos ante un vehículo de un segmento superior. Incluso cuando viajamos a velocidad de autopista, ni el sonido procedente del motor ni el aerodinámico son excesivos.

A través de la renovación del más pequeño de la familia Hyundai, la marca coreana ha logrado obtener un vehículo ciudadano muy equilibrado en todos los sentidos. Entre sus mayores virtudes se encuentra la gran relación entre calidad, precio y equipamiento. Sobre todo hay que subrayar este último punto, pues cuenta con elementos de serie más habituales entre el segmento de los compactos. También debemos hacer referencia a los evidentes avances en materia de diseño y en el terreno dinámico, pues ahora es más estable y confortable que antes.