El éxito de los SUV del segmento B es imparable y aquellas marcas que hasta la fecha no estaban presentes en él se aprestan a competir por un pastel que no deja de crecer. El último en llegar es el Hyundai Kona, apenas un día más tarde que el Citroën C3 Aircross y unos días antes de que también se desvelen oficialmente el Kia Stonic y el Seat Arona.
El nuevo modelo de Hyundai sustituye al monovolumen iX20 y aunque se lanzará en Corea de manera inmediata no llegará a Europa hasta el mes de octubre, después de su presentación oficial al público en el Salón de Frankfurt, en septiembre. Hoy el coche se desvelará en primicia en un evento en Milán.
Con 4,16 metros de largo por 1,80 de ancho y 1,55 de alto, el Kona estrena una nueva plataforma que aprovechará su hermano el Kia Stonic. Por tamaño se sitúa en el centro del segmento aunque su generosa distancia entre ejes debe permitirle ofrecer una habitabilidad muy interesante. Respecto a otros modelos del segmento, destaca por su suspensión trasera multibrazo, más elaborada que las de barra de torsión que usan otros modelos. La suspensión será diferente en las versiones 4x2 y en las 4x4.
La estética es más arriesgada que la de otros de los recientes modelos de la marca como el Hyundai i30, por ejemplo. El frontal tiene una parrilla trapezoidal muy grande y muy vertical pero los faros están partidos con los de LED en una posición elevada y los principales situados más bajos al estilo de los los últimos modelos de Citroën. El perfil es parecido al del Mazda CX-3 aunque con una línea de cintura menos ascendente y la trasera recuerda a la del Tucson aunque con un diseño más musculoso.
El Kona dispone de los elementos de diseño habituales en los SUV como los pasos de rueda en material plástico negro (los delanteras con una prolongación hacia delante y los traseras integradas en el parachoques), las protecciones delanteras y traseras bien visibles y el techo contrastado en color negro. Esta última característica indica que la personalización será otro de los elementos destacados en este modelo.
La marca ha anunciado una completa gama de motores con cuatro versiones, dos de gasolina disponibles desde el lanzamiento y dos diésel que llegarán algo más tarde. Hyundai adelanta además que la plataforma admite las diferentes variantes de propulsión eléctrica (híbrida. híbrida enchufable y 100% eléctrica) vistas en el Hyundai Ioniq y que no descarta aplicar alguna de estas opciones al nuevo modelo.
Los motores de gasolina son el nuevo 1.0 de tres cilindros de 120 CV con cambio manual de seis marchas ya visto en el i30 y un 1.6 Turbo de 177 CV, también habitual en otros modelos de la marca y que se venderá con cambio automático de doble embrague y con siete marchas. Para algunos mercados habrá un dos litros de 150 CV con cambio automático de seis velocidades pero es difícil que esta versión llegue a España.
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Sí tendremos en nuestro mercado las variantes diésel de 115 y 136 CV (ambas del habitual bloque de 1,6 litros del fabricante) aunque su llegada se retrasará respecto a las de gasolina. El cambio para la menos potente será manual de seis marchas mientras que la más potente dispondrá de un cambio automático en opción. Tanto esta variante diésel más potente como el gasolina de 177 CV estarán disponibles con tracción a las cuatro ruedas, algo no muy habitual en este segmento.
Hyundai ha anunciado que la capacidad del maletero será de 361 litros, no muy buena con respecto a algunos modelos de la competencia. Los asientos traseros se abatirán por mitades asimétricas pero no serán correderos ni reclinables.
Por lo que respecta al equipamiento y en función de los acabados, el coche dispondrá de los habituales sistemas de ayudas a la conducción como el aviso de cambio involuntario de carril, el aviso de presencia de vehículos en el ángulo muerto y en la parte trasera al circular marcha atrás, el reconocimiento de señales de tráfico o el head-up display mediante una lámina de metacrilato desplegable. A nivel de conectividad, el coche dispondrá de equipos con pantallas de 5 y 8 pulgadas y compatibilidad completa con todo tipo de móviles.
El diseño interior es más convencional aunque con una salvedad; la posición de la pantalla del equipo de info-entretenimiento, integrada en el salpicadero (no está situada como una tableta suelta) pero en una posición muy elevada que recuerda a la del Toyota CH-R. Esta posición es ideal para consultarla sin apartar la vista de la carretera y, por lo tanto, parece que está en la posición ideal.
En las imágenes que ha distribuido Hyundai, la instrumentación es convencional (del tipo retroiluminado, que proporciona una excelente visibilidad) y el coche mantiene freno de estacionamiento por palanca (no es eléctrico) así como los mandos del climatizador fuera de la pantalla principal, algo que consideramos que está muy bien.
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