Hyundai Tucson

Llega a los concesionarios españoles el nuevo Hyundai Tucson, con el que la marca coreana quiere seguir plantando batalla en el competido y exitoso segmento de los SUV de medio tamaño. Aquí puedes ver una videocomparativa con algunos de los protagonistas de este particular mercado. Hasta ahora Hyundai lo estaba haciendo muy bien con el ix35, uno de los todocamino más vendidos en nuestro país (el año pasado todavía se matricularon más de 10.000 unidades) y pieza clave en el volumen de ventas de Hyundai en Europa. Pero El ix35 es un modelo que se lanzó en 2009, y estaba llegando al límite de su vida comercial. Además, la competencia aprieta y obliga a mover ficha, especialmente cuando la referencia en este segmento, el Nissan Qashqai, se renovó por completo hace un año y medio; O después de que una marca como Renault haya decidido entrar en la lucha con el Kadjar; Ssangyong también presentó el nuevo Korando hace poco más de un año; y se espera que Kia lance un nuevo Sportage con la misma plataforma que ahora se estrena en el Tucson. Otros competidores, como el Mitsubishi ASX, el Ford Kuga o el Volkswagen Tiguan, van actualizando sus modelos mientras no se desarrolla una nueva generación.

En definitiva, el sustituto del Hyundai ix35 es un nuevo coche, que se construye en la República Checa con una nueva plataforma, con un nuevo diseño exterior e interior, una gama de motores ampliada y un equipamiento más completo.

Para remarcar que se trata de un SUV completamente nuevo, Hyundai le ha cambiado el nombre. Desaparece la denominación ix 35 y se recupera la de Tucson, que quizás no debería haberse abandonado nunca. Recordad que el primer Tucson se lanzó en 2004. La segunda generación llegó en 2009, pero Hyundai decidió llamarlo ix35 sólo en el mercado europeo. Ahora este todocamino vuelve con un nombre que, desde mi punto de vista, facilita que sea identificado y recordado por el público y de paso se alinea con la filosofía de la marca de denominar a sus 4x4 con nombres de poblaciones estadounidenses: Tucson es una ciudad del Estado de Arizona, en Estados Unidos, como Santa Fe lo es del Estado de California.

Un cambio de nombre es más importante de lo que parece, y creo sinceramente que beneficiará el devenir comercial de este nuevo todocamino. Pero todavía es más significativo el hecho de que el Tucson estrena una nueva plataforma, desarrollada por Hyundai, que con total seguridad compartirá Kia en su futuro nuevo SUV.

Esta plataforma es un poco más grande que la del ixX35 y en comparación a la que se utilizaba hasta ahora cuenta con modificaciones en suspensión y dirección, básicamente. En ella se ha montado una carrocería con un diseño más moderno, dinámico y deportivo.

La estética del Tucson no es innovadora, ni en ella sobresale nada sorprendente, pero sus correctas proporciones y fluidas formas hacen que el primer contacto visual con el coche sea muy positivo. Creo que desde el centro de diseño de Hyundai en Alemania, donde trabajan algunos diseñadores españoles, se ha hecho en general un buen trabajo.

No obstante, el frontal no es demasiado original, ya que la parrilla hexagonal es la misma que podemos ver en el Hyundai Santa Fe, el Hyundai i30 o el i40. Tiene unos nuevos faros de tipo LED (sólo las cortas, las largas son halógenas) muy alargados, que parten de la propia parrilla y se prolongan hasta media aleta. El paragolpes incluye luces diurnas LED, aunque en una posición quizás no demasiado acertada, demasiado abajo y expuestas a posibles golpes al estacionar.

El perfil del nuevo Tucson transmite mucho dinamismo. Los diseñadores han optado por un largo capó, y para ello han retrasado la posición del pilar A y han nclinado más fuertemente el parabrisas. La cintura es muy elevada, y exhibe unas marcadas líneas ascendentes, en forma de cuña, que en combinación con los nuevos juegos de llantas de 16”, 17” y sobre todo, de 19”, dan un aspecto más deportivo al coche visto de perfil.

Donde el acierto es pleno, en mi opinión, es en el diseño de la parte trasera. Las nuevas luces, que fluyen hacia los laterales, las marcadas líneas horizontales del portón y el nuevo paragolpes con la salida de escape doble se ven en muy buena armonía . La combinación de la luneta trasera, el spoiler, las ópticas y paragolpes me recuerda bastante a la zaga del Nissan Qashqai, una lectura que hay que hacer en positivo.

El Hyundai Tucson es un poco más grande que el anterior ix35. Mide en concreto 4,47 metros de longitud, 1,85 de ancho y 1,64 de alto. Es 7 centímetros más largo, como también lo es la batalla, que llega a los 2,67 metros, 3 centímetros más. Estas medidas y el nuevo diseño han permitido que el interior del Tucson sea más espacioso que el del ix35. Hyundai afirma que en el Tucson hay más espacio que en ix35 para la cabeza, los hombros y las piernas en cualquiera de las plazas. El maletero ofrece 513 litros de capacidad (frente a los 465 litros del ix35), la mejor cifra entre sus rivales más directos. El máximo que alcanza son 1.503 litros con los asientos abatidos. A la hora de cargar los bultos, facilita las cosas el tener un piso de carga bajo y un amplio portón que, según el acabado, puede ser de accionamiento eléctrico. Este SUV no tiene grandes soluciones de modularidad, pero sí que cuenta con el detalle de poder ajustar hacia adelante respaldo de las filas traseras para aumentar ligeramente el espacio del maletero.Son buenas noticias en un coche que la mayoría de propietarios van a utilizar como vehículo familiar o burro de carga.

En las plazas delanteras encontramos un salpicadero de nueva factura. No hay nada vanguardista ni sorprendente en él, pero su elegante diseño y buen el aspecto y tacto de los materiales con los que está construido contribuyen a transmitir una alta sensación de calidad percibida. Hyundai se supera año tras año, modelo tras modelo, en este aspecto tan primordial en un coche: el acabado y la calidad de su interior. Al menos por lo visto en las versiones más altas de la gama, como las que pudimos probar en la presentación que Hyundai España organizó en Valencia.

Al subir al coche se percibe una buena sensación de confort. Hay suficientes huecos y de buen tamaño para dejar objetos mientras conduces; las formas del volante forrado en cuero son agradables, como también lo es el accionamiento de los pulsadores, que están en el sitio esperado.

A mano izquierda del volante se sitúa un grupo de botones que accionan los diversos sistemas de ayuda y alerta a la conducción, sobre los que os hablaré más adelante. El cuadro de instrumentos es clásico, con el cuentarrevoluciones a mano izquierda, el velocímetro a la derecha y una pequeña pantalla que muestra los datos del ordenador de a bordo. Se ha optado por instalar una nueva pantalla digital en el centro, de 8 pulgadas, que tiene nuevos gráficos y un sistema de navegación Tom Tom más preciso, por fin. Debajo de esta pantalla se sitúan los habituales mandos de control del aire acondicionado o el climatizador, según la versión. Hay tomas Aux-USB y de 12 voltios. Los asientos pueden incorporar regulación eléctrica en varias posiciones, calefacción y como novedad, refrigeración. También dependiendo del nivel de acabado, el freno de mano puede ser de tipo tradicional a palanca o bien eléctrico.

Hyundai ofrece tres combinaciones de color para este interior: negro, con el salpicadero inferior en color beige o con el exclusivo acabado cuero Red Wine.

Dependiendo de la versión, puede equipar un techo solar eléctrico panorámico que abre un 30% más que el del anterior ix35. Puede ser una buena opción para dar más luminosidad al interior con la tapicería más oscura. SUV rutero La breve toma de contacto con el coche que tuvo lugar los alrededores de la Albufera valenciana nos permitió comprobar que, como era de esperar, hereda del anterior ix35 un buen nivel de confort en marcha. De hecho, las diferencias de comportamiento respecto a su antecesor no son grandes, en un modelo que ya de por sí destacaba por su nobleza de reacciones. El Tucson se percibe muy estable en autovía, quizás favorecido por su mayor batalla. Sigue siendo un SUV con un tacto rutero, poco deportivo, incluso en las versiones más potentes de la gama. Está bien insonorizado, un aspecto en el que Hyundai ha incidido especialmente.

La dirección es nueva, de tipo eléctrico y según los responsables de la marca, adaptada al mercado europeo. Se percibe bastante directa, como gusta a la mayoría de público del viejo continente, pero en mi opinión ofrece poca información sobre cómo pisa el tren delantero, algo de lo que también pecaba el modelo anterior.

Las transmisiones del Tucson, ya sea 4x2 o 4x4, derivan directamente de las del anterior Hyundai ix35, no hay ninguna modificación. Lo que sí cambia es la gama de motores, que ahora se amplía con el nuevo propulsor de gasolina turbo 1.6 TGDi de 176 CV, el mismo que se monta en el Hyundai Veloster Turbo o el Hyundai i30 Turbo, pero con 7 CV menos. Este propulsor se une a la nueva caja de cambios automática de 7 velocidades 7DCT de tipo doble embrague, ya vista en el Hyundai i30 e i40.

Este motor turbo es el más potente de la gama en gasolina. Es un buen propulsor para competir contra el Nissan Qashqai DIG-T de 163 CV o el Ford Kuga 1.6 Ecoboost con 182 CV, por ejemplo. Por debajo de este motor turbo se sitúa el conocido GDI de 1,6 litros y 132 CV. En diésel, la oferta la forman el 1.7 de 115 CV y el 2.0 de 136 CV ó 184 CV.

La versión del Tucson con el nuevo motor turbo de gasolina y el cambio automático es la indicada para los que busquen la mejor respuesta al acelerador, un comportamiento más dinámico y un mayor refinamiento en marcha. Es un motor que no impresiona por sus prestaciones (acelera el coche de 0 a 100 km/h en 9,2 segundos), pero empuja bien desde bajas revoluciones y es muy progresivo en su entrega (el par máximo, de 265 Nm se mantiene entre 1.500 y 4.500 vueltas). Su consumo de combustible es un poco alto, ya que se sitúa, oficialmente, en 7,5 l/100 km. de media, que en la realidad superarán los 8 con facilidad. Durante nuestro contacto el ordenador marcó una media de 9 l/100km. Este motor turbo va unido exclusivamente al nuevo cambio automático de 7 velocidades, que al ser de tipo doble embrague, tiene una respuesta bastante ágil y ligeramente deportiva. Ese cambio puede usarse de modo secuencial, pero lamentablemente no hay disponible levas ni como opción. Personalmente las he echado en falta. En las versiones del Tucson con este cambio automático se mantiene la tecla Sport, que modifica la rapidez de inserción de las marchas y el tacto de la dirección, que en modo deportivo se nota más dura.

Como os comentaba al inicio del artículo, uno de los aspectos destacados en el nuevo Tucson es el grupo de sistemas de seguridad activa y ayuda a la conducción que vienen de serie según el nivel de acabado. Los más importantes son el sistema de frenado de emergencia, que advierte de una posible colisión y frena el coche si es necesario; el de mantenimiento de carril, que llega incluso a corregir la trayectoria del coche moviendo el volante; el detector de ángulo muerto; la alerta de aproximación de tráfico trasero; el sistema de reconocimiento de señales, que se muestran en las dos pantallas digitales; o el sistema de capó activo, que minimiza los daños a los peatones en un atropello.

Hyundai vende el Tucson con 4 niveles de equipamiento diferentes: el básico se llama Essence, e incluye llantas de aleación de 16”, asientos de tela, equipo de audio con bluetooth, aire acondicionado, sensor de aparcamiento trasero, control de crucero o luces diurnas led, entre otros. Le sigue el acabado Klass, que equipa, por ejemplo, llantas de 17”, climatizador, faros antiniebla y pilotos traseros LED. El acabado Tecno, será junto con el Klass el más solicitado, incluye navegador, sensores de aparcamiento y lluvia, asientos calefactables, alerta de cambio de carril, reconocimiento de señales, llave inteligente y freno de mano eléctrico en la versión con cambio automático. Finalmente, el tope de gama es el Style, que trae de serie tapicería de cuero, asientos calefactables y ventilados, detector de ángulo muerto, frenada automática de emergencia, asientos y portón eléctricos, techo solar y sistema de aparcamiento automático en la versión con cambio de doble embrague.

Los precios empiezan en 23.590 € y llegan a los 42.440 € de la versión más equipada. Aquí tenéis el listado:

Hyundai Tucson 1.6 GDI 135CV 2WD 6MT Essence 23.590 € Hyundai Tucson 1.6 GDI 135CV 2WD 6MT Klass 25.290 € Hyundai Tucson 1.6 GDI 135CV 2WD 6MT Tecno 27.590 € Hyundai Tucson 1.6 TGDI 176CV 4WD 7DCT Style 38.890 € Hyundai Tucson 1.7 CRDI 115CV 2WD 6MT Essence 25.540 € Hyundai Tucson 1.7 CRDI 115CV 2WD 6MT Klass 27.240 € Hyundai Tucson 1.7 CRDI 115CV 2WD 6MT Tecno 29.540 € Hyundai Tucson 2.0 CRDI 136CV 2WD 6MT Klass 28.940 € Hyundai Tucson 2.0 CRDI 136CV 2WD 6MT Tecno 31.240 € Hyundai Tucson 2.0 CRDI 136CV 4WD 6MT Tecno 33.340 € Hyundai Tucson 2.0 CRDI 136CV 4WD 6MT Style 38.440 € Hyundai Tucson 2.0 CRDI 136CV 4WD 6AT Tecno 35.540 € Hyundai Tucson 2.0 CRDI 184CV 4WD 6AT Style 42.440 €

Hyundai pone en marcha una promoción de lanzamiento que resta a estos PVP 2.690 € (1.500 corresponden al importe del Plan Pive, al que se pueden acoger todas las versiones, y 1.690 son de la campaña). El coche se vende con los habituales 5 años de garantía sin límite de kilometraje.

La tarifa, en comparación con la del anterior Hyundai ix35, es un poco más alta, aunque para ser justos sobre estos precios habría que descontar el mayor equipamiento que trae de serie, de forma que la diferencia en realidad es menor. En cualquier caso, el nuevo Hyundai Tucson sigue ofreciendo algo que en los coches coreanos es característico: la buena relación calidad-equipamiento-precio. No podía ser de otra manera en un coche que Hyundai califica como su novedad más importante para los próximos cinco años.