Personalidad propia
Kia es una de las marcas que compiten dentro del segmento de los compactos que tradicionalmente ha ofrecido una versión de 3 puertas. Lo ha hecho siempre creando un modelo con carrocería específica, que se diferencia de la versión de 5 puertas por su estética más cupé y deportiva, un poco en la línea que también sigue Renault con el Mégane, Opel con el Astra y de una forma más discreta también Seat con la versión SC del León o Hyundai con el i30 3P.
El Kia Pro Cee’d tiene una carrocería con una línea de techo que desciende de una forma más pronunciada hacia la zaga y que al combinarse con una línea de cintura muy alta y en forma de cuña, potencia esa imagen más deportiva que la marca coreana ha querido imprimir desde un primer momento. Tiene las mismas dimensiones que el Cee’d de 5 puertas, aunque el techo se sitúa 4 centímetros más bajo. Esto resta algo de espacio para la cabeza a los pasajeros traseros, pero la verdad es que dejando de lado este aspecto, la habitabilidad interior es prácticamente la misma.
El espacio disponible en todas las plazas es bueno, incluso en las plazas traseras, en las que dos adultos viajan con buen confort y donde puedes colocar dos sillitas de niños sin problemas. Como es lógico, el acceso a estas plazas traseras es algo más dificultoso que en el Cee'd, pero sólo algo, ya que la operación no es difícil al existir suficiente anchura de la boca de entrada, un buen ángulo de apertura de las puertas y un sistema de plegado fácil y rápido del asiento delantero. La capacidad de su maletero no cambia respecto a la versión 5p: 340 litros, ampliables a 1.210 una vez plegados los asientos traseros.
Por lo tanto, el Kia Pro Cee’d sacrifica muy pocos aspectos respecto a su hermano de gama, y es una excelente opción si buscas un Cee’d y tus necesidades familiares no son prioritarias, o simplemente prefieres un coche con una estética más deportiva y juvenil. El precio no es muy determinante, es entre 500 y 1.000 más caro respecto a la versión Cee’d 5P según el acabado. Pero la gama de motores sí puede serlo, ya que en el Pro Cee’d puedes escoger entre una gama de motores con una potencia media más elevada que en el Cee’d. Los diésel arrancan con el motor de nuestra unidad de pruebas, un 1.6 CRDi de 115 CV (no hay diésel de 90 CV como en el Cee’d) y además está disponible el motor de gasolina de 204 CV, que se monta en el Pro Cee’d GT, la versión más deportiva que nuestro compañero Néstor Abarca ya probó hace unos meses.
Buen equipamiento de serie
Hemos conducido la versión diésel de menor potencia, con acabado Drive. Por encima se sitúa la versión con motor diésel de 128 CV, que considero una mejor alternativa para exprimir las posibilidades del buen chasis de este Kia y que, además gasta menos. Esta versión de 115 CV, no obstante, tiene a su favor que ofrece una mejor relación calidad/equipamiento/precio.
Hace ya años que Kia se deshizo del estigma de marca barata, creadora de coches de dudosa calidad de construcción y con el precio como principal atractivo. Esa imagen correspondía a la primera etapa de la marca en Europa, que se introdujo con modelos prácticamente low cost. Por si no ha quedado claro, vuelvo una vez más a repetir que Kia ha dado un salto de calidad muy importante en sus coches, y te aconsejo que lo compruebes subiéndote a un Pro Cee’d como el que ves en las fotos. La primera impresión al ponerte a su volante es de calidad, robustez y buen gusto en el diseño.
Hay pocos salpicaderos dentro del segmento C tan bien diseñados como el del Pro Cee’d, desde mi punto de vista. El cuadro de relojes, tipo moto, además de ser bonito, es fácil de leer e interpretar. El volante tiene una buena forma y ofrece una buena sujeción (en el acabado Drive va forrado en piel) y tiene mandos multifunción a base de ruedecillas, un poco al estilo seguido por Audi. Todos los mandos a disposición del conductor están en buen sitio y tienen un tacto agradable.
En este Pro Cee’d con acabado Drive no hay pantalla TFT para el navegador, pero sí que tenemos dos pequeñas pantallas digitales, una en posición superior que nos ofrece los principales datos de la conducción, y otra en posición central, para el manejo del equipo de audio. La pantalla superior, cuando entra luz solar de forma lateral, pierde algo de visibilidad.
Este coche con acabado Drive equipa de serie con climatizador bizona, control de velocidad de crucero, piel en volante y pomo de cambio, bluetooth, conexiones USB- Aux y retrovisores ajustables y plegables eléctricamente, entre otros. Un primer contacto con su interior ya transmite una sensación de calidad que a algunos podría llegar a sorprender tratándose de un coche coreano. Pero el Pro Cee’d no tiene nada que envidiar a cualquier otro modelo dentro de su mismo segmento perteneciente a otra marca generalista. Además, tiene a su favor un acertado diseño, muy ergonómico, y en el que se ha puesto interés en que ofrezca una buena atención al detalle. Hay buenos huecos para depositar objetos o botellines, una profunda guantera central y portagafas, para que te encuentres a gusto desde el primer momento y en cualquier desplazamiento.
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Los asientos son bastante deportivos, ofrecen una buena sujeción y son cómodos. El único inconveniente de esta posición de conducción es la escasa visibilidad que tenemos hacia atrás (algo ya típico en un cupé de este segmento) pero especialmente hacia la altura del pilar C, que impide que veamos con claridad si un coche se aproxima y entra en el ángulo muerto. Creo que un sistema de asistencia de cambio de carril sería muy bienvenido en este coche. De momento, no podemos ni optar a ello.
Firme, estable y seguro
Una vez en marcha, el Kia Pro Cee’d es confortable y se nota seguro. Por un lado, está muy bien insonorizado y apenas se transmiten ruidos mecánicos provenientes de su motor diésel, excepto cuando está frío.
Las suspensiones ofrecen un buen compromiso, y absorben suficientemente para no generar incomodidad a los pasajeros, pero a la vez tienen un reglaje firme en compresión que consigue sujetar muy bien la carrocería en los apoyos en curva. Así, es un coche que vira bastante plano, se percibe aplomado en autopista e invita a practicar una conducción deportiva. Estas suspensiones son de tipo Mc Pherson delante y multibrazo detrás, un diseño que algunos compactos no ofrecen (especialmente el multilink) y que demuestran la calidad de construcción del coche.
La dirección tiene tres modos de asistencia, y podemos escoger su dureza y reacción según circulemos por ciudad, autopista o por carretera de montaña. Para mi gusto, en su posición más deportiva se comporta de un modo excesivamente duro, no ofrece demasiada información y obliga a aplicar al volante más fuerza de la deseada. Este sistema me parece bueno, pero creo que requeriría un mejor ajuste.
El motor diésel que empuja a este Kia vibra poco, es silencioso, pero adolece de falta de empuje a bajas vueltas. Sólo cuando superamos las 2.000 r.p.m aproximadamente notamos una buena entrada de par y potencia, y logra subir sin titubeos hasta más allá de las 4.000 vueltas. Este comportamiento obliga a jugar con el cambio para mantener el coche en un régimen óptimo, y perjudica sobre todo las recuperaciones. La mejor baza de este diésel es el consumo, que se mueve entre los 5,4 litros en carretera, 6,3 en autopista y 7 l/100 km. en ciudad (el oficial es de 4,1 l/100 km. de media).
Este motor se asocia bien con el cambio manual de seis relaciones, de inserción muy directa y tacto bastante deportivo. No obstante, lo noté algo impreciso cuando se trata de insertar la primera desde parado, ya que es fácil confundir esta marcha con la tercera. Es cuestión de acostumbrarse, pero obliga a ello. Un cambio automático todavía haría más fácil la conducción de este compacto, pero no está disponible para esta versión, sólo para la diésel de 128 CV.
20.325 euros es el precio de tarifa, que con el descuento promocional que está en vigor en el momento de escribir esta prueba, dejan este Pro Cee’d en 14.468 euros, un precio muy competitivo teniendo en cuenta el equipamiento que trae de serie. La relación precio/equipamiento sigue siendo un punto fuerte de los coches coreanos. Eso es algo que no ha cambiado con los años, como tampoco los 7 años de garantía en los que Kia ha sido pionera.
Mejores acabados?de donde sacas eso?