CX-5 reloaded
Es difícil definir lo que Mazda ha hecho con el CX-5. No es un restyling porque para que sea un restyling hay que rediseñar algunos elementos del coche y los cambios efectuados en el aspecto estético de este SUV son tan mínimos que no pueden calificarse como tal. En realidad lo que ha hecho la marca es poner el coche al día para que mantenga su competitividad en el mercado ante el alud de nuevos modelos o profundos restylings que se han presentado recientemente en el segmento de los SUV compactos (Nissan Qashqai, Toyota RAV4, Honda CR-V, Ford Kuga, Mercedes GLA...) y los que vienen (Hyundai Tucson, Renault Kadjar).
Frente a todos ellos, el CX-5 estaba en cierta desventaja en dos de los aspectos más importantes en los últimos años; las tecnologías de ayuda a la conducción y la conectividad a internet. De paso, el todocamino de la marca japonesa ha aprovechado la ocasión para incluir otras mejoras como las aplicadas en la suspensión buscando un refinamiento superior, en el equipamiento, con el freno de mano eléctrico o los faros de LED y la gama de motores con el lanzamiento de una versión tope de gama de gasolina con un motor de 2,5 litros y 192 CV cuyas ventas, al menos en nuestro mercado, no pasarán de ser anecdóticas dada la importante cuota de diésel del mismo.
Vamos primeros con los cambios estéticos. Terminaremos rápido, ya lo veréis. Cambian el interior de la parrilla, el soporte de los faros antiniebla, que ahora son de LED, el diseño interior de los faros, lo que ha permitido cambiar la "firma" luminosa diurna, los retrovisores, más pequeños para que se reduzca el ruido aerodinámico y con los intermitentes integrados, de LED, más grandes, el diseño de los pilotos traseros (el diseño, que no la forma) y la antena de tipo aleta de tiburón que también es más pequeña. Hasta aquí los cambios estéticos.
Un interior con pantalla y dial giratorio
Si pasamos al interior hay algunas cosas más. Por ejemplo, el freno de estacionamiento es eléctrico, se ha cambiado la grafía de la instrumentación, los materiales son de mayor calidad (sólo pudimos probar versiones tope de gama y la sensación era que tal vez sí pero tampoco tanto) y aparecen una pantalla de siete pulgadas táctil en la parte superior del salpicadero (no muy bien integrada ya que el marco alrededor de la misma es muy grueso) y un mando de tipo dial para moverse por las pantallas del mismo.
A nivel mecánico, Mazda ha cambiado los amortiguadores y ha modificado los brazos de suspensión inferiores en el eje trasero. Todo ello para conseguir rebajar el ruido de rodadura (para ello se han aumentados los materiales aislantes en diferentes puntos del coche y las ventanillas traseras son más gruesas) y para mejorar el confort de marcha que, sinceramente, ya era muy bueno antes de estos cambios. Según la marca, el ruido en el habitáculo ha bajado en 1,2 decibelios que es mucho.
La novedad en la gama de motores es el citado cuatro cilindros de 2,5 litros que ya formaba parte de la gama del Mazda6. Con 192 CV y sólo disponibles con cambio automático, tracción integral y el equipamiento Luxury, el más completo, este nuevo motor, que no tuve oportunidad de conducir, debe representar, como decía al inicio, un porcentaje ínfimo de las ventas del modelo.
A este nuevo motor hay que unir los tres que ya estaban disponibles, el gasolina de dos litros y 165 CV con cambio manual, que se vende sólo en dos ruedas motrices, la versión automática de ese mismo motor, que pierde 5 CV y sólo se vende con tracción integral y los dos diésel, ambos de 2,2 litros de cilindrada y con 150 y 175 CV, el primero disponible con todas las combinaciones de cambio y tracción y el segundo sólo con tracción integral y cambio automático. Todos estos motores son, obviamente, Euro 6.
Al día en equipamiento
El equipamiento es el apartado en el que más flojeaba el CX-5 y no porque estuviera mal equipado sino porque sencillamente en los tres últimos años, que es el tiempo que lleva en el mercado, han aparecido una serie de tecnologías que sus rivales han adoptado (no todas y no todos) y que en este coche no estaban disponibles cuando se lanzó.
Me refiero a elementos como el aviso de cambio de carril involuntario, el sistema de mantenimiento de carril activo que, una vez el anterior ha avisado de que el coche tiende a abandonar el carril por el que circula acciona la dirección para mantener el coche en el carril si el conductor no reacciona a tiempo, el detector de fatiga, que analiza el comportamiento al volante del conductor y le recomienda que se detenga a descansar si éste es errático, el sistema de frenada de emergencia con detector de posibles colisiones, el sistema de frenada en ciudad a baja velocidad que llega a detener el coche en los atascos sin que el conductor tenga que pisar el freno, el detector de ángulo muerto, el control de crucero adaptativo, que adapta la velocidad al del vehículo precedente o los faros activos de LED que adaptan el haz al tipo de carretera por la que se circula, la velocidad y si hay tráfico o no en sentido contrario o en el mismo sentido de marcha. Todos estos elementos están ahora disponibles en el CX-5, ya sea de serie en las versiones más equipadas o de manera opcional.
A todo ello hay que unir el MZD Connect, nombre que recibe el sistema de infoentretenimiento de la marca que permite la conectividad de smartphones y el uso de aplicaciones de los mismos usando la pantalla central de siete pulgadas.
Suscríbete a la newsletter
Si quieres estar al día de nuestras noticias, tienes que tener una cuenta en coches.net.
En España, Mazda prevé vender 6.000 unidades de este coche en un año completo. El CX-5 es un modelo muy importante para Mazda ya que supuso la mitad de sus ventas en 2014 aunque evidentemente este porcentaje cambiará durante este año tras el lanzamiento del Mazda2, que debe funcionar mucho mekor que su antecesor (mimbres para ello hay) y del Mazda CX-3 que veremos en el Salón de Ginebra y que peleará en el segmento inmediatamente inferior al del CX-5.
La marca ofrece una amplia gama de versiones con los precios que siguen:
Mazda CX-5 2.0 Style: 26.125 € Mazda CX-5 2.0 Style+: 27.875 € Mazda CX-5 2.0 Luxury Pack Premium 4x4 Automático: 36.735 € Mazda CX-5 2.5 Luxury Pack Premium 4x4 Automático: 38.735 € Mazda CX-5 2.2 D 150 CV Style: 28.735 € Mazda CX-5 2.2 D 150 CV Style+: 30.125 € Mazda CX-5 2.2 D 150 CV Luxury: 32.275 € Mazda CX-5 2.2 D 150 CV Style 4x4: 31.455 € Mazda CX-5 2.2 D 150 CV Style+ 4x4: 33.205 € Mazda CX-5 2.2 D 150 CV Luxury 4x4: 35.355 € Mazda CX-5 2.2 D 150 CV Luxury Pack Premium 4x4: 37.105 € Mazda CX-5 2.2 D 150 CV Style Automático: 30.425 € Mazda CX-5 2.2 D 150 CV Style+ Automático: 32.175 € Mazda CX-5 2.2 D 150 CV Luxury 4x4 Automático: 37.405 € Mazda CX-5 2.2 D 150 CV Luxury Pack Premium 4x4 Automático: 39.155 € Mazda CX-5 2.2 D 175 CV Luxury Pack Premium 4x4 Automático: 40.435 €
Una gama completa
Sobre estos precios hay un descuento de 2.500 euros que se convierten en 3.500 si nos acogemos al Plan PIVE. Además, la marca regala 500 euros en un sobre-equipamiento. Para las versiones Style, se regala el freno de mano eléctrico, los faros con función coming home y el sistema MZD Connect con la pantalla de 7 pulgadas de manera que todas las versiones tienen este equipamiento. Los Style ya incluyen seis airbags, control de estabilidad con asistente de arranque en pendiente, climatizador bizona, control de crucero, faros y limpias automáticos, faros antiniebla, equipo de audio con Bluetooth y dos USB, elevalunas y retrovisores eléctricos, cristales traseros sobretintados y llantas de aleación de 17 pulgadas.
El Style+ añade faros Full LED direccionales, sensores de aparcamiento delanteros y traseros y radio digital y la marca regala el control del ángulo muerto y el Detector de movimiento marcha atrás.
Finalmente, los Luxury llevan equipo de sonido Bose, navegador (opcional en el resto de acabados), acceso sin llave, cámara de marcha atrás, techo solar (sólo en los automáticos más potentes de gasolina y diésel), asientos delanteros con calefacción y llantas de aleación de 19 pulgadas. El pack de regalo incluye el aviso de cambio de carril, la asistencia a la frenada trasera y el detector de fatiga.
Queda por encima el Premium Luxury que lleva tapicería de cuero y asientos delanteros eléctricos y queda todavía un Pack Travel con control de crucero activo y un selector de modo Sport para el cambio automático en la versión 2.5 de gasolina.
En nuestra toma de contacto, muy rápida, conduje un 2.2 diésel de 175 CV con cambio automático. Efectivamente, tal como asegura la marca, me pareció que había un pequeño salto en las calidades tanto de rodadura como en calidad percibida del interior. El coche va estupendamente en autopista pero al no poder profundizar en la conducción, dejaremos el tema para dentro de unas semanas cuando la marca nos cederá una unidad de pruebas.
Como siempre que se lanza un modelo nuevo (o una actualización como es el caso), las posibilidades de optar por buscar una unidad del modelo saliente a precio competitivo aumenta así que aquí os dejo el listado de los CX-5 de kilómetro cero que encontraréis en Coches.net así como las unidades de segunda mano.
Alguna novedad con las cx5 2022 o 2023? Veo muchas quejas de esta suv