El preparador con mayúsculas
A escasos 20 kilómetros de Stuttgart se encuentra en la diminuta localidad de Affalterbach el preparador más famoso del mundo, AMG. Esta firma que en el pasado fue independiente, sin embargo ahora pertenece a Daimler-Benz.
Lo que empezó como el sueño dos apasionados ingenieros se ha convertido hoy casi 5 décadas después en una de las firmas más respetadas del mundo de la automoción. Los automóviles creados y transformados por AMG son una referencia tanto por la calidad de sus acabados como por sus escalofriantes prestaciones.
Durante el evento que Mercedes-Benz organizó para la presentación del nuevo GT tuvimos la oportunidad de visitar las instalaciones de AMG. A continuación te contamos lo que vimos y también aprovecharemos para repasar la historia de esta firma.
Al formar parte de Daimler-Benz AMG tiene acceso a todos los centros de investigación y desarrollo que el grupo tiene distribuidos por todo el mundo de forma que sus técnicos pueden trabajar en un proyecto 24 horas al día durante 7 días a la semana.
En esta galería de fotos encontrarás más de 80 imágenes que ilustran la historia de AMG. Podrás ver las distintas el interior de las instalaciones de AMG, algunos de los modelos más míticos de la firma e incluso los coches que han defendido los colores de AMG en competición.
Los orígenes
Hans-Werner Aufrecht y Erhard Melcher son los dos ingenieros que fundaron AMG. Ambos se conocieron cuando trabajaban en Mercedes-Benz. Aufrecht empezó en el banco de pruebas de motores de competición y cuando pasó a la división de motores de calle en 1965 entonces conoció a Melcher.
En sus ratos libres, noches y fines de semana ambos empezaron modificando motores de Mercedes-Benz 300 SE en el garaje de la casa donde Aufrecht vivía en la localidad de Grossaspach. En la mayor parte de las veces instalaban sistemas de inyección directa de gasolina a pilotos amateur que competían con los 300 SE.
A principios de 1967 decidieron abandonar sus respectivos puestos de trabajo en Daimler-Benz para fundar su propia empresa, una firma que bautizaron como AMG por: Aufrecht, Melcher y Grossaspach. Así fue como alquilaron un taller en Burgstall.
El primer gran éxito de AMG llegó en las 24 Horas de Spa-Francorchamps. El Mercedes-Benz 300 SEL 6.8 AMG pilotado por Clemens Schickentanz y Hans Heyer ganó la categoría y terminó en segunda posición absoluta.
Curiosamente el ganador de esa edición de la clásica belga de la resistencia fue un español. Álex Soler-Roig compartía volante de un Ford Capri RS 2600 con Dieter Glemser. Soler-Roig fue piloto oficial Porsche en resistencia y piloto de F1 con las escuderías Lotus, March y BRM.
Poco a poco el negocio fue creciendo y AMG se vio obligado a trasladarse a unas instalaciones con mayor espacio, así fue como en 1976 se mudaron a Affalterbach, donde todavía hoy se encuentra ubicada.
El primer modelo de calle de AMG que consiguió gran fama internacional fue el que es conocido popularmente como "The Hammer" o el martillo. Desarrollado sobre la base de un 300E (W124) y animado por un motor V8 de 5,6 litros que rendía 385 CV. Esta salvaje preparación mecánica se escondía debajo de una discreta transformación estética y le permitía alcanzar una velocidad punta de 304 km/h.
AMG encontró en los mercados de Oriente Medio, Japón y de Estados Unidos gran número de adinerados clientes que le encargaban todo tipo de preparaciones sobre la base de modelos Mercedes-Benz.
El negocio no paró de crecer hasta el punto que en 1991 Mercedes-Benz empezó un programa de colaboración oficial con AMG. El objetivo de este joint-venture fue el de desarrollar las versiones deportivas de la firma de la estrella en Affalterbach.
El primer coche desarrollado de forma conjunta fue el C 36 AMG con 280 CV presentado en 1993. Este modelo además fue el primer AMG que se actuó como Safety Car oficial de la F1 en la temporada 1996. Desde entonces AMG sigue siendo la responsable tanto del Safety Car como del Medical Car de la F1.
En 1999, coincidiendo con el lanzamiento del E 55 AMG, Daimler-Benz adquirió el 51% del accionariado de modo que la compañía fue rebautizada como Mercedes-AMG GmbH. Desde el 2005 Daimler es el único accionista de AMG.
Además de la producción de modelos de calle AMG también cuenta con una larga tradición de éxitos en competición. La firma responsable de los coches de competición de Mercedes-Benz, a excepción de los F1, es HWA por Hans-Werner Aufrecht.
Uno de los primeros proyectos de HWA fue el del construir la versión de calle del CLK GTR con el que AMG ganó el FIA GT en 1997 y 1998. Desde el 2000 se encarga de la construcción de los Mercedes de DTM. Aufrecht además es uno de los máximos responsables de ITR, la empresa que tiene los derechos del DTM.
Entramos hasta la cocina
Actualmente la plantilla de AMG cuenta con más de 1.100 empleados, 500 de los cuales son ingenieros. Esto demuestra el enorme potencial de la compañía a la hora de trabajar en proyectos de desarrollo desde cero como es el caso del SLS o del más reciente GT.
En las calles principales de la localidad de Affalterbach se encuentran repartidas a ambos lados de la misma los edificios que alojan los distintos departamentos de AMG: diseño, carrocería, chasis, banco de pruebas, motores, Performance Studio...
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El Performance Studio es donde AMG hace realidad los sueños de sus clientes más caprichosos como aquellos que buscan tapizar un SLS de rosa chicle o cualquier otra idea por alocada que pueda parecer. En el pasado llegaron a montar el motor de un SLR en un SLK y en un Clase G por encargo de un cliente de Oriente Medio.
Durante nuestra visita la mayoría de edificios principales del complejo industrial que conforma la sede de AMG habían sido redecorados para la presentación del Mercedes-AMG GT con lo que no los pudimos ver tal y como son normalmente.
El concesionario, el taller de diseño o el taller donde se ponen a punto los últimos retoques en los coches habían sido transformados en salas de actos con suelo de moqueta, espacios para presentaciones, mesas, sillas y sofás.
Una de las partes que más me impactó de la visita fue la del banco de pruebas de motores. Allí pudimos ver como trabajan los ingenieros responsables de la puesta a punto y del desarrollo de los propulsores. Ingenieros trabajan desde una sala de control mediante equipos informáticos con los que pueden simular situaciones como las reales acelerando, aplicando cambios de marcha...
Un hombre un motor
Por fortuna el taller de motores seguía funcionando y pudimos visitarlo mientras los operarios ensamblaban a mano estas verdaderas obras de arte que son los propulsores confeccionados artesanalmente en Affalterbach.
El leitmotiv de AMG es "One Man One Engine" o lo que es lo mismo, un motor un hombre. Esto significa que cada técnico se responsabiliza del montaje de un mismo motor desde cero hasta el final. En primer lugar recoge el bloque con su banco de trabajo móvil, lo fija a él y a partir de allí recorre un pasillo de montaje.
En cada estación añade los componentes pertinentes y de forma regular lleva a cabo comprobaciones con una maquinaria específica que certifica el correcto montaje. Este banco móvil sobre ruedas está conectado por wifi a los ordenadores centrales de AMG de forma que en todo momento se conoce el estado de producción de cada motor.
Se calcula que puede llegar a emplear hasta 400 piezas distintas en cada motor. Cada técnico puede montar un motor en 3,5 horas, lo que supone que al día la media de producción es de 2 motores por técnico. Los trabajadores llevan a cabo meetings diarios a primera hora de la mañana siguiendo la estrategia de soft management con técnicas inspiradas en Lean.
Cuando un técnico empieza en AMG recibe un curso de formación de 2 semanas fuera de las instalaciones de la marca. Durante sus primeras 6 semanas de trabajo cuenta con la supervisión de un mentor y no monta su primer motor completo solo hasta que lleva entre 8 o 9 semanas. Alrededor de la semana número 10 tras celebrar una protocolaria ceremonia con el resto de empleados recibe su propia placa con su firma para poder montarla por primera vez en un motor.
Mientras que la gran parte de los procesos son manuales, también hay algunas parte del montaje requieren del uso de maquinaria específica. Por ejemplo, las bielas en lugar de ser cortadas en dos mitades para luego volver a ser unidas al cigüeñal son partidas en frío de un golpe seco con una máquina especial. Esto evita que se pierda material al cortarlas y que luego vuelvan a encajar de forma perfecta.
Una vez se termina un motor y ya cuenta con todos los líquidos es probado en un banco de pruebas sin ponerlo en marcha, un motor eléctrico de 60 Kw lo mueve para comprobar que todo está OK durante unos minutos. En el primer piso se ensamblan los motores V12 biturbo y los V8 biturbo de 5,5 litros, mientras que el nuevo propulsor de 4 litros y el anterior 6.3 se montan en la planta baja.
La gama de motores actual
Actualmente AMG produce cuatro motores distintos a la vez. Desafortunadamente en apenas una semana dejará de fabricar el ya mítico M156, el V8 6.3 atmosférico que hasta ahora ha animado al SLS (M159) y al C 63 AMG. Su lugar en la gama será ocupado por el M178, el nuevo 4 litros biturbo que estrena el Mercedes-AMG GT que ya se fabrica desde el pasado mes de agosto.
De hecho en uno de los numerosos aparcamientos de AMG pudimos ver una unidad de pruebas del nuevo C 63 AMG Estate todavía con camuflaje. Bajo su capó se encontraba ya el nuevo V8 sobrealimentado de 4 litros.
Los otros dos motores que AMG fabrica actualmente son el M157 y el M275. El primero es un V8 de 5,5 litros sobrealimentado por dos turbos que podemos encontrar en Clase E, CLS, S, G... El segundo es un V12 de 6 litros biturbo que sólo encuentra cobijo debajo del capó delantero del Clase S, del SL y del Clase G.
Una versión modificada de este último rebautizado como M158 es el encargado de propulsar a uno de los hyper-deportivos más espectaculares del planeta, el Pagani Huayra. El anterior modelo concebido por Horacio Pagani, el Zonda también contó con motores V12 AMG, no obstante, se trataba de mecánicas atmosféricas.
Al igual que sucede con los motores destinados a Pagani que son envíados a Modena, los motores que animan a los ML y GL 63 AMG son mandados a la factoría de Vance (Estados Unidos) donde son montados en sus respectivos vehículos.
El motor de 4 cilindros turbo que anima a los Clase A, CLA y GLA 45 AMG es el único motor AMG que no se fabrica en Affalterbach sino en Kölleda. Tal y como nos confirmaron los responsables de AMG para la producción de gran volumen requerida por este motor no podía ser asumida en Affalterbach dada la falta de espacio de las instalaciones.
Además de los motores, AMG también ha fabricado el SLS desde 2010 hasta la actualidad. AMG desarrolló el SLS desde cero, necesitando sólo 37 meses desde el primer dibujo sobre papel hasta la producción. Ahora las líneas de montaje de esta subsidiaria de Mercedes-Benz dejan de fabricar el "alas de gaviota" para concentrarse en el nuevo GT.
Anónimo, me parece que erescuno de esos que vquieren y no pueden e intentan ridiculizar aquéllos a lo que aspiran y no pueden llegar. Yo tengo un mercedes y sé por tus comentarios que te gustaría estar en mi lugar. La envidia no es buena compañera de viaje. Ánimo y a superarlo con una buena dosis de algo que también te falta, madurez