Menos convencionalismos
Mercedes-Benz ha vivido durante décadas de una gama de vehículos dirigida básicamente a personas con alto poder adquisitivo y por lo general, con un perfil de edad bastante avanzado. Sus berlinas, sobre todo, eran percibidas como coches ideales para clientes que se mueven en el mundo de la empresa, o particulares que tienen unos gustos bastante conservadores. Esto hasta cierto punto era positivo ya que definía claramente el target al que se dirigía la marca y la hacía muy fuerte en su particular nicho de mercado. Pero a la vez, la encasillaba en exceso, la hacía bastante elitista y limitaba la entrada de nuevos clientes con otro tipo de necesidades y gustos.
Esto es lo que en los últimos años está cambiando en la marca alemana, haciendo referencia al popular slogan. Mercedes se ha abierto hacia otro tipo de público, más joven, que busca coches con un mayor atractivo visual y un aire más deportivo.
“Mercedes-Benz quiere ser una marca más cercana, no sólo el coche que compraría tu padre”, señaló de forma explícita en rueda de prensa David Perdomo, Director Comercial de Mercedes-Benz España. Y este cambio de filosofía viene acompañado por una importante ofensiva de producto. El Clase A ya rompió los esquemas hace dos años con su diseño avanzado y atractivo, que lo hizo merecedor del premio Coche del Año votado por vosotros, los usuarios. Le siguió poco después el CLA (ganador del mismo premio en esta última edición) y más recientemente, el GLA.
Ahora Mercedes-Benz sube un escalón más y modifica considerablemente uno de los coches más vendidos de la marca alemana a lo largo de su historia: el Clase C. Se han llegado a vender 8,5 millones de unidades de este modelo desde su nacimiento en 1982. Y sí, aunque tradicionalmente el Clase C se ha identificado como una berlina de tres volúmenes con un diseño clásico bastante conservador, el nuevo modelo que llega este año rompe con todo esto. Bueno, casi con todo, porque todavía se mantiene la icónica estrella en el capó si se pide: un guiño al cliente de toda la vida.
Pero si lo miras detenidamente, verás que el Clase C se acerca mucho más a la línea de diseño inaugurada con el Clase A y CLA que a la imagen del anterior modelo. Su estética no es tan rompedora como la del CLA, pero es evidente que cuadra más con un tipo de usuario más joven que busque una berlina Premium con un aire más deportivo y desenfadado.
Más grande
Lo primero que percibes cuando te vas acercando al coche es que ha crecido en tamaño. Concretamente, mide casi 10 centímetros más de largo y 4 centímetros más de ancho en comparación con el anterior Clase C. La batalla también es 8 centímetros más larga: 2.840mm. Mercedes argumenta que la mayor estatura media de las personas requiere tomar estas medidas. Y de paso, se ganan 5 litros más de capacidad en el maletero: 480 litros en total.
Los diseñadores han introducido en esta nueva carrocería unas líneas más curvas, que mejoran el atractivo visual y sobre todo, el coeficiente aerodinámico. Sigue teniendo las inconfundibles formas clásicas de la berlina compacta de Mercedes-Benz, pero con un toque más fresco y moderno en su exterior. El frontal cambia bastante gracias a la incorporación de los nuevos faros, con luces LED y un ligero rediseño de la parrilla, más acentuado en el acabado Exclusive (el de la estrella en el capó), ya que su parrilla incluye una trampilla que se abre o cierra automáticamente en función de las necesidades de refrigeración del motor.
Pero esta nueva carrocería es además bastante más ligera: pesa hasta 100 kilos menos que la anterior, gracias a su construcción mixta de aluminio y acero a los nuevos métodos de fabricación. Esto contribuye a que el coche se perciba más ágil en carretera, y realmente es así. En marcha se notan menos inercias, y el guiado en curvas se hace más rápido y seguro.
Según nos confirmó Jochen Goetz, ingeniero responsable del desarrollo del chasis del nuevo Clase C, también contribuye a esa positiva sensación de agilidad el rediseño de los brazos de suspensión, la nueva desmultiplicación de la dirección y sobre todo, la introducción por primera vez en la gama Clase C y en el propio segmento de la suspensión neumática.
El nuevo Clase C adopta un sistema de suspensión neumática parecido al que se monta en el Clase S, pero adaptado para sus características y a su menor tamaño. Como en el anterior Clase C, la suspensión regulable forma parte del sistema de chasis adaptativo (Direct Control) , que regula el comportamiento de la suspensión, la dirección, el motor y el cambio según sea el programa que tengamos activado (Eco, comfort, Sport, Sport + e Individual).
Preguntamos a Goetz qué aporta la nueva suspensión neumática respecto al sistema de regulación automática de dureza de suspensión que ya conocíamos en el anterior Clase C, y que personalmente considero bastante efectivo. Goetz nos puntualizó que con la suspensión neumática los settings pueden ser más precisos y adaptarse de forma más inmediata al estado de la carretera o a nuestro estilo de conducción en comparación con una suspensión convencional de muelles y amortiguadores. Y esto se nota especialmente en largos desplazamientos, ya que hacen la suspensión más confortable y eficaz y contribuye a retardar la fatiga mientras conducimos. Además, con la suspensión neumática, el coche puede reducir automáticamente su altura en 15 milímetros cuando circulamos a alta velocidad, mejorando la estabilidad, el coeficiente aerodinámico y reduciendo el consumo.
Como ves, la plataforma del Clase C es totalmente nueva, y te lo demuestra otro detalle: por fin desaparece el freno de estacionamiento de pie (que un servidor siempre ha criticado por considerarlo de funcionamiento poco práctico y de dudosa seguridad en caso de accidente) y se sustituye por un freno de estacionamiento eléctrico.
Nuevo interior
Este pulsador del freno de estacionamiento eléctrico (por cierto, bastante escondido), es uno de los muchos detalles que puedes ver como novedad en el interior del Clase C. Sólo sentarte percibes que se trata de un coche totalmente nuevo. La sensación de calidad, buen gusto y perfectos acabados ya característica de la marca sigue estando ahí, no podía ser menos. Pero ahora mejora gracias a un diseño del salpicadero más moderno y deportivo.
La digitalización llega todavía con más fuerza a esta nueva generación del Clase C. El cuadro de relojes incorpora una pantalla central de 7 pulgadas donde se reflejan los datos básicos de la conducción, y que complementa la información que podemos leer de forma clara y fácil en otra pantalla de 8,4 pulgadas situada en el centro del salpicadero. Esta pantalla, con diseño en forma de tablet, es lo primero que llama la atención al sentarte en el coche. Es del mismo estilo que la que se monta en el Clase A o el CLA: moderna, vistosa, útil, pero poco integrada, desde mi punto de vista. No es posible escamotearla ni desmontarla, siempre está ahí.
Debajo de esta pantalla nace la consola central, que tiene un estilo muy deportivo al ser grande y elevada. Y en esta consola llama la atención otro detalle: el pomo del sistema Comand, que simula el de un cambio de marchas automático pero que en realidad es un touchpad y un dial con el que configuramos los diferentes sistemas del automóvil, desde el navegador al equipo de sonido pasando por los programas del chasis adaptativo. La verdadera palanca del cambio sigue estando a mano derecha del volante, muy al estilo americano.
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Equipamiento más completo
Las unidades de prensa que Mercedes-Benz nos dejó conducir en la presentación internacional que organizaron en Marsella (Francia) venían equipadas "hasta las cejas": tapicería de piel, símil de cuero ártico en el tablero de instrumentos, asientos deportivos con regulaciones eléctricas hacia todas direcciones, acabados en madera natural, todos los dispositivos de seguridad y confort de serie y del listado de opciones a nuestra disposición, etc. Eran full equip en toda regla, como puedes comprobar en la galería de fotos.
La sensación de lujo y refinamiento que se transmite en este caso es muy elevada. Pero debes tener presente una cosa: Mercedes-Benz, de la misma manera que ha hecho con el Clase A o el CLA, también vende las versiones más básicas del Clase C con un buen equipamiento de serie, por lo que no deberás tirar demasiado del enorme listado de opciones para personalizar un coche a tu gusto. En un C220 Bluetec, por ejemplo, se incluye de serie el paquete Sportive, que comprende la estética Avantgarde (con la parrilla con la estrella en el centro y no en el capó), el sistema Parktronic, el navegador Garmin, los faros delanteros full LED y las llantas de aleación de 17 pulgadas, entre otros elementos.
Head-up display, la novedad de moda
A medida que el automóvil evoluciona, el conductor tiene a su disposición mayor cantidad de información debido a la introducción de nuevos sistemas de confort y seguridad. De ahí que cada día adquiera mayor importancia facilitar la visualización y el manejo de esa información sin provocar estrés ni crear distracciones innecesarias. En este sentido, son ya varias las marcas que han apostado por introducir un head-up display en sus compactos, una tecnología que hasta hace poco sólo estaba reservada a los coches de gama muy alta.
El head-up display es precisamente una de las novedades que se introducen en el nuevo Clase C (eso sí, como opción) y que recomiendo personalmente ya que hace más segura y confortable la conducción. Además de proyectar en el parabrisas la velocidad de marcha y el límite de velocidad que registra la cámara del retrovisor, también visualiza las instrucciones del navegador y las indicaciones del sistema Distronic, con el que mantenemos de forma automática la distancia de seguridad respecto al vehículo que nos precede.
Además del Distronic, el nuevo Clase C incluye de serie el sistema Attention Assist que nos advierte del cansancio y el Collission Prevention Assist Plus que nos advierte de una posible situación de colisión y llega a frenar del todo el coche si no reaccionamos a tiempo. Dentro del listado de opciones ahora están disponibles otros sistemas de asistencia derivados de los que se montan en la Clase E y S: Distronic Plus con servodirección inteligente y stop&go integrado(para circular en caravana casi de forma autónoma), servofreno de emergencia BAS Plus (para reforzar la acción de frenado), detector activo de cambio de carril, Parktronic (ayuda activa para aparcar), cámara 360º, asistente para señales de tráfico o luces automáticas Plus, que permite circular con las largas siempre conectadas sin deslumbrar al que viene de frente.
Todos estos sistemas pueden activarse o desactivarse mediante el dial del sistema Comand. Pero además algunos de ellos disponen de pulsador autónomo, situado a mano izquierda del volante, en el salpicadero. Es un buen detalle, que no todas las marcas tienen en cuenta y que permite controlar todos estos sistemas de una forma más intuitiva, fácil y rápida.
Confortable y seguro, como siempre
El Clase C sigue siendo una berlina que ofrece un alto nivel de confort a sus ocupantes, que disfrutan de un habitáculo espacioso en todas las plazas y perfectamente insonorizado.
La sensación de seguridad que transmite este coche también es notable, gracias a su perfecto guiado y a la neutralidad de sus reacciones, tanto en las versiones con tracción trasera como las de tracción integral 4Matic, evidentemente.
En la presentación internacional pude conducir versiones con ambos modos de transmisión. La 4Matic se reserva de momento a la versión más potente de la gama, la C400 con motor de gasolina V6 que da 333CV. No hay cambios en los motores, que siguen teniendo la misma cilindrada y configuración básica que los de la versión anterior, pero logran reducir sus consumos gracias a sistemas como el de parada y arranque, que viene de serie en todos ellos o a la Reducción Catalítica Selectiva (SCR) que incorporan los diésel.
Los motores de gasolina de cuatro cilindros mejoran su eficiencia mediante el sistema de inyección directa derivado de los motores V6 y V8. La versión más eficiente es la híbrida, que logra registrar 3,6 litros a los 100 kilómetros de media, gracias a la combinación de un motor diésel de 204 CV y un motor eléctrico de 27 CV.
Todos estos propulsores se asocian al conocido cambio de marchas automático de 7 velocidades 7G-Tronic Plus o bien a un nuevo cambio de marchas manual de seis velocidades que, según la marca, se distingue por un mayor confort de manejo, mayor precisión y cambios más armoniosos. No tuve oportunidad de comprobarlo.
De momento, las versiones que han llegado a los concesionarios son las más básicas: C180 y C200 con motores de gasolina de 4 cilindros, y C220 BlueTec como única diésel. A partir de septiembre se completará la gama con la C400 4Matic en gasolina, C250 en diésel, y la hibrida C300 Bluetec Hybrid. Estos son los PVP:
Mercedes-Benz C180 34.950 € Mercedes-Benz C200 39.850 € Mercedes-Benz C220 BlueTec 39.450 €
Me parece una pasada de coche. De hecho me lo he comprado. Me llegó el viernes y lo sacaré ésta semana.