Peugeot ha presentado en el Mobile World Congress de Barcelona un concept car de coche autónomo desarrollado junto a Samsung Electronics en el que, según los responsables de la marca, se combinan la serenidad y tranquilidad que debe transmitir un coche que circula solo con el placer de conducción que la marca quiere aportar en todos sus modelos y que se expresa en el momento en que el conductor decide tomar el mando del vehículo.
En este coche y por primera vez en el mundo del automóvil, una plataforma de Internet de las Cosas se aplica funcionalmente a un automóvil. Se trata de la plataforma Samsung Artik Cloud con la que el automóvil entra a formar parte de la nube del usuario y genera una nueva forma de vivir la movilidad. El automóvil registra los datos que el usuario quiere compartir con él.
El Instinct Concept se basa en el deep learning, un método de aprendizaje con el que se puede establecer el perfil de cada usuario. Para ello, la plataforma de Samsung conecta los objetos cotidianos empleados por el conductor y agrega los datos procedentes de su reloj inteligente, su smartphone y las redes sociales. El hogar también está presente a través de la domótica – televisión inteligente, audio streaming, Home Assistant - el ordenador, etc. El propio coche es una fuente de información ya que es capaz de establecer los trayectos habituales, los lugares favoritos o los hábitos de conducción, por ejemplo.
Este concept car proporciona cuatro modos de funcionamiento: dos de conducción convencional (Drive Boost de carácter deportivo y Drive Relax para una circulación pausada y con todas las ayudas a la conducción conectadas) y dos autónomos (Autonomous Sharp y Autonomous Soft). En cualquier caso el conductor conserva siempre el control del coche y en los modos autónomos puede dar una orden o ejecutar una maniobra desde el i-Device, un sistema integrado en la consola central que está siempre a su disposición, no como el volante que aparece y desaparece en función del modo elegido.
La marca francesa apuesta una vez más por el sistema i-Cockpit, en este caso de un modo al que la marca ha llamado Responsive y que redefine el habitáculo para adaptarse a los usos generados por la conducción autónoma. Las interfaces se configuran antes, durante y después de su uso, según el modo de transporte seleccionado y el perfil de usuario.
A modo de ejemplos, el coche sincroniza la agenda con el tráfico existente y propone salir antes en caso de problemas circulatorios, el equipo de sonido es capaz de mantener la misma programación- sea radio o música- que escuchábamos en casa y al arrancar el motor, se cierra la puerta de la casa domótica. Más ejemplos. Si vamos al gimnasio, el reloj avisa al coche de que llegaremos cansados y éste programa un modo autónomo para que descansemos durante el viaje y al llegar a casa, la iluminación exterior recibe la orden del coche de conectarse. Si llevamos tiempo sin hacer deporte, algo que nuestro reloj sabe perfectamente, el coche nos invita a caminar aparcando más lejos de lo habitual
Según los responsables de la marca, el coche autónomo abre un nuevo campo de creatividad ya que los usos en el interior cambian. En el interior, el volante es compacto y hay un panel en el que se encuentran los toggle switches (mandos físicos para las funciones más importantes) que puede ocultarse en el salpicadero. Asimismo, el pedal del acelerador queda oculto en el piso. La pantalla principal es de 9,7’’ y el sistema i-Device permite realizar una serie de acciones de modo gestual. Por ejemplo, basta hacer un movimiento con el brazo para indicar al coche que adelante al vehículo precedente o pedirle que pase del modo Soft al modo Sharp.
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En el modo Drive, el cuadro de instrumentos holográfico proporciona datos relativos a la conducción: velocidad, reparto entre los motores del sistema híbrido o nivel de carga de la batería. La visión trasera digital avisa en caso que haya vehículos en el ángulo muerto. En el modo Autonomous, estos elementos cambian y aparecen datos informativos de la hora de llegada y el recorrido restante. Cada modo adapta también la posición de los asientos, la iluminación y el sistema de sonido.
El Responsive i-Cockpit concede a cada pasajero un espacio individual,con asientos inspirados en la aeronáutica que disocian as estructuras y las zonas de contacto con el cuerpo: base, respaldo y reposacabezas. Las estructuras, de aluminio, son fijas mientras que las zonas de contacto móviles giran alrededor de un eje transversal. El ocupante decide así cómo ajustar el conjunto en función de su actividad: acostado para descansar, reclinado para conducir o en posición intermedia para ver una película o para trabajar.
Todos los pasajeros pueden comunicarse con el coche a través de un chatbot, un asistente personal por control de voz con el que se puede acceder a una infinidad de servicios. Con una serie de órdenes los ocupantes pueden realizar acciones como por ejemplo reservar entradas en el cine o realizar compras online.
A nivel formal, el Instinct Concept es un break cupé, es decir, un shooting brake con un estilo muy limpio gracias a la presencia de elementos aerodinámicos activos. El capó largo y los pasos de rueda ensanchados siguen los cánones habituales en los modelos deportivos y cada faro de LED incorpora la lente de una cámara en su centro que permite controlar el entorno del vehículo aportando datos a los sistemas de ayuda a la conducción. La parrilla semihueca incorpora un León con un tratamiento de color azul-verde cuya percepción depende del ángulo de visión. Asimismo, su base se enciende en blanco cuando se activa el modo Autonomous para advertir a los peatones que el coche está en modo de funcionamiento automático.
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