Más seductor
Han pasado casi tres años desde que Peugeot sorprendió al presentar el RCZ, un coche cuyo concepto y diseño se desvinculaba totalmente de lo que nos tenía acostumbrados la marca del león. El RCZ se ha mantenido desde entonces como el coche más deportivo y emocional de Peugeot, un cupé puro y duro que resume el mejor “savoir faire” de esta marca francesa y con el cual ha sabido enamorar a un buen número de clientes en todo el mundo: 50.000 unidades vendidas desde entonces.
Este modelo no ha tenido tanto éxito en España, cuyas ventas se han mantenido en torno a las 300-400 unidades anuales. Sin duda, este Peugeot llegó en mal momento a nuestro país, justo cuando la crisis empezaba a golpear más fuerte. El segmento C-D cupé, donde se engloba este coche, ha sufrido caídas de más del 20% en los dos últimos años. Conviene hacer esta puntualización, porque estamos seguros que un coche de este estilo, en un momento de mayor alegría económica, tendría un mayor poder de atracción entre un público joven y no tan joven (la marca estima que el público objetivo del RCZ se sitúa en torno a los 48 años de edad).
Los 28.000 euros que cuesta la versión de entrada a la gama (que pueden ser menos si solicitamos el Plan Pive) lo hacen un deportivo asequible, por debajo de la barrera de los 30.000 euros. Se mueve en una franja de precio inferior a la de un Audi TT, similar a la de un Toyota GT86 y algo por encima de la de un Volkswagen Scirocco, cupés que entran en competencia.
Pequeños cambios
El Peugeot RCZ, tres años después, cambia un poco su estética exterior, algunos detalles de su interior y amplía sus posibilidades de personalización, gracias a listado de equipamiento de serie y opcional más amplio. La mecánica no varía en absoluto, por lo que esta versión 2013 se comporta exactamente igual que la que hasta ahora se ha comercializado. La gama de motores sigue estando formada por el conocido diésel 2.0 HDi de 163 CV y el gasolina 1.6 THP de 156 o 200 CV.
El RCZ mantiene su característica silueta, con su techo y aletas abombados, que le da esa imagen original y única. Su estética es totalmente diferente a la de sus competidores. Sin duda, tiene un diseño atrevido, muy original y deportivo. Es de aquellos coches que llaman la atención, sin ser demasiado estridentes. Tiene un punto de elegancia y fuerte personalidad que personalmente encuentro acertado. ¿Qué cambia? Pues básicamente el frontal, en el que podemos ver una nueva parrilla separada en dos, una de cuyas partes se prolonga hacia los extremos del paragolpes e incluye una tira de luces LED de posición. Los faros también tienen un diseño nuevo, y pueden ser halógenos o de Xenón direccionables.
Ahora podemos personalizar el RCZ con dos nuevos juegos de llantas de 19 pulgadas, que se suman a las 10 existentes. El característico arco del techo puede pedirse en tres nuevos colores. También como opción se ofrece el Pack Black, un kit de carrocería que incluye pinzas de freno en acabado negro brillante, carcasas del retrovisor en negro y rejillas y arcos de aluminio en negro mate. Finalmente, Peugeot destina para el RCZ tres nuevos tipos de Stickers o adhesivos de decoración: una banda central negra brillante que atraviesa el coche; bandas laterales en color gris y rojo con el nombre “RCZ” que se colocan a nivel de los bajos; y una banda descentrada gris plata que atraviesa el coche. El techo podemos pintarlo en carbono mate o brillante. Como podéis ver, las posibilidades de que nuestro RCZ no se parezca al del vecino son muchas. El poder adaptar su imagen a nuestra personalidad o gustos es uno de los puntos fuertes de esta nueva versión del deportivo francés.
Buenos acabados interiores
El restyling que Peugeot ha dado al RCZ sólo afecta a algunos detalles del interior. El habitáculo es calcado al del anterior RCZ, y sólo si somos muy observadores veremos que el pomo de la palanca del cambio de marchas es en color negro lacado, los paneles de las puertas tienen inserciones en cuero o, por ejemplo, que se ha rematado la inserción del salpicadero con la consola central con dos inserciones de aluminio, siempre que optemos por el pack de cuero integral.
El equipamiento también se ha ampliado. De serie ofrece ahora el Pack Visibilidad, que incluye un limpiaparabrisas automático, encendido automático de faros, retrovisor anti-deslumbramiento e iluminación de apoyo al abrir las puertas. De serie monta el sistema Wip Sound con lector MP3 con mando bajo el volante, sistema Arkamys, 6 altavoces, bluetooth con Kit manos libres,streaming audio, toma jack y toma USB en el apoyabrazo central. Ahora podemos optar por un sistema más completo, Wip Nav Plus, con navegador con pantalla de 7” en formato 16/9.
El interior se percibe muy bien acabado, de buena calidad. Quizás no ofrece un aspecto tan “Premium” como el de un Audi TT, pero sí un aire sport muy similar, y resulta muy agradable a la vista y el tacto. La posición de conducción es deportiva, ligeramente baja, y está marcada por los asientos con reposacabezas integrados, el volante, también forrado en cuero, que ofrece un buen agarre y tiene su parte inferior ligeramente achatada (una moda cada día más imperante) o la palanca del cambio manual, de corto recorrido y en una posición ligeramente elevada. A pesar de ser un cupé con formas un tanto extrañas y una línea de techo muy descendente, como si de un cabrio se tratara, tenemos una buena visibilidad hacia atrás.
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Este Peugeot se dirige a personas solteras, parejas sin hijos, o personas que disponen de un segundo vehículo que sea más práctico y funcional. Las plazas traseras son muy testimoniales, quizás demasiado. No hay apenas espacio para las rodillas y el respaldo es muy vertical. Este Peugeot, no obstante, ofrece un espacio para maletero muy bueno (321 litros) si lo comparamos con el de su competencia más directa. Si abatimos los respaldos de las plazas traseras, el espacio de carga se va a los 639 litros. No es tan práctico como el de una berlina, pero no queda tan limitado como el maletero de un cabrio.
Tacto muy deportivo
Durante la toma de contacto con el RCZ que tuvo lugar por carreteras de Valladolid, conducimos la versión con motor diésel 2.0 HDI de 163 CV, la más vendida de la gama. A pesar de ser un coche “de capricho” los clientes se decantan preferiblemente por el diésel, aunque el gasolina de 155CV le siga muy de cerca y represente actualmente el 37% de las ventas de este modelo.
No resulta extraño, ya que este diésel está lleno de potencia y sobre todo, par, y para nada resulta rudo, ruidoso o brusco en su funcionamiento. Estira lo habitual, hasta cerca de 4.000 r.p.m., pero se percibe lleno de par desde bajas vueltas y tiene un comportamiento muy refinado. Bebe poco (5,3 l/100km de consumo medio), lo que nos permite darle al coche un uso diario sin tener que rascarnos en exceso el bolsillo. Se asocia a un cambio manual de seis velocidades, de buen escalonamiento y una sexta relación bastante larga para lograr un bajo consumo. El tacto de este cambio es muy bueno. Las marchas entran con facilidad, la palanca tiene un recorrido corto y está en una posición ligeramente elevada, muy deportiva.
Ese tacto deportivo se ve acentuado por un chasis que monta unas suspensiones más rígidas que confortables, que contribuyen a que el RCZ trace las curvas totalmente plano y estable, sin balanceos. No es incómodo, pero no llega a ofrecer el confort de marcha de un Audi TT. Su chasis tiene un centro de gravedad muy bajo, se beneficia de un ancho de vías considerable y un juego de neumáticos 235/45 R18 de serie. La dirección se muestra acorde con esta filosofía ligeramente “racing” y es directa, poco asistida. Es un coche que al volante transmite deportividad y sensaciones.
Futura versión R
El chasis de este Peugeot está preparado para soportar potencias superiores a los 163 CV del motor diésel. En la gama hay un gasolina de 200 CV todavía más prestacional. Además, Peugeot prepara para finales de este mismo año el lanzamiento de la versión “R”, basada en el RCZ R Concept que se presentó en el salón de París del año pasado.
Este futuro RCZ montará un nuevo motor 1.6 THP de 260 CV, suspensiones específicas y transmisión con diferencial Torsen de deslizamiento limitado. Se convertirá en el modelo de serie más potente de Peugeot y en una clara muestra de que la base del RCZ actual permite ir mucho más allá. PVP:
PEUGEOT RCZ 1.6 THP 155 28.050 € PEUGEOT RCZ 1.6 THP 155 Automático 6 vel. 29.950 € PEUGEOT RCZ 1.6 THP 200 31.000 € PEUGEOT RCZ 2.0 HDI 160 FAP 31.000 €
Me lo compre hace bien poco no se mucho de coches pero la verdad que estoy encantado tengo el diesel 163 cv y la verdad que de precio me salio muy bien ademas de ir muy poco a la gasolinera. Soy un joven que necesita lucir y por supuesto que no puedo pagar lo que vale un maseratti o un ferrari pero este coche silencia muchas bocas y para los que dicen que es una mala copia del audi tt que se monten en los dos y veran que no tienen nada que ver a pesar de no ser una marca puntera peugeot se lucio con este coche la verdad que estoy encantado y viendo los comentarios se que no me equivoque en la eleccion un saludo.