El Fisker Karma es un cupé de cuatro puertas y cuatro plazas diseñado por la empresa Fisker y fabricado en Finlandia por Valmet que se vende desde finales de 2011 en el mercado americano. Dispone de dos motores eléctricos de 161 CV cada uno que accionan las ruedas traseras y de un propulsor de gasolina Ecotec (General Motors) de dos litros que funciona como generador cuando se agotan las baterías de iones de litio. En definitiva, un Chevrolet Volt pero en tamaño XXL y destinado a un público capaz de gastarse más de 100.000 dólares en un coche eléctrico enchufable de autonomía extendida.
La verdad es que bien no le van las cosas a Fisker con el Karma. La comercialización se retrasó casi dos años y ahora la producción está parada por problemas financieros que parecen estar en curso de solución.
Parte de la recuperación de Fisker puede pasar por el nuevo VL Automotive Destino, el coche de las imágenes, que se presentó en un poco concurrido rincón en el Salón de Detroit ante el interés exclusivo de los medios americanos. El motivo no era tanto el coche en sí, que también, sino quién lo presentaba; nada más y nada menos que Bob Lutz, el que fuera, durante años, el Vice-presidente ejecutivo de General Motors.
Lutz (la L del nombre de la marca) se ha asociado con un tal Gilbert Villereal (la V) para crear una empresa que el propio Lutz define como "la marca más pequeña, más nueva y más cara de América".
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El Destino es, en esencia, un Fisker Karma con la parte trasera y la delantera rediseñadas para que disimule un poco (con ese rombo en medio, la parte posterior parece la de un Laguna Coupé) y destripado mecánicamente.
VL ha hecho un pedido de 20 Karma sin los motores eléctricos y el Ecotec y, en su lugar les ha instalado un motor de gasolina V8 de 6,2 litros procedente del Chevrolet Corvette ZR1 de la anterior generación, un motor a compresor que rinde nada menos que 638 CV de potencia. Con semejante propulsor bajo el capó, el Destino debería superar con facilidad los 300 km/h. y convertirse en uno de los coches del segmento más rápidos del mundo. Este modelo, que ataca el mercado de coches como el Porsche Panamera Turbo o el Aston Martin Rapide, se venderá a un precio de unos 180.000 dólares (unos 150.000 euros al cambio) sólo en Estados Unidos -de momento- y a una cadencia, si hacemos caso a las previsiones de Lutz, de entre 250 y 500 unidades anuales. Lo más divertido del tema es la implicación de Lutz en el proyecto. ¿Por qué? os preguntaréis. Por la "coherencia" del proyecto. Lutz, responsable de convertir un avanzado modelo eléctrico de autonomía extendida en una bestia con motor térmico de consumo demencial fue, durante su etapa en General Motors, el máximo impulsor y defensor a ultranza del lanzamiento del Chevrolet Volt, curiosamente... el primer modelo eléctrico de autonomía extendida del mundo.
Pues yo con ese precio prefiero como poco un 8 cilindros. Que gaste mucha gasolina y contamine mucho que pasa...