El descapotable más potente de Volkswagen
A falta de pocos días para que haga su presentación oficial en el Salón de Ginebra, Volkswagen ha invitado a la prensa especializada a tener una primera toma de contacto con el nuevo Golf R Cabrio. Una ruta por los alrededores de Niza (Francia), y coincidiendo con la presentacion del Volkswagen Beetle Cabrio, ha servido para conocer hasta dónde la denominación "R" que adopta este Golf lo diferencian del ya conocido Golf GTI Cabrio y lo convierten en el descapotable más potente de Volkswagen. De entrada, el motor que comparten ambas versiones, un 2.0 TSI de gasolina, ofrece en este Golf R Cabrio 265 CV, es decir, 55 CV extra y una cifra de par máximo algo superior: 350 Nm entre 2.500 y 5.000 revoluciones. Este propulsor, asociado a un cambio automático DSG de doble embrague y seis velocidades, lo hace más veloz que el GTI Cabrio (casi un segundo menos en el 0 a 100 km/h) y su repuesta se percibe más contundente en conducción deportiva.
No obstante, el nuevo Golf R Cabrio no es tan veloz como el anterior Golf R de techo duro, que recordemos, tenía tracción a las cuatro ruedas. A pesar de que comparten la misma plataforma, la del Golf VI, el Golf R Cabrio es un tracción delantera y como descapotable que es, pesa algo más. De ahí la diferencia.
Plataforma de Golf VI
Sí, el Volkswagen Golf R Cabrio se basa en el Golf VI, no en el nuevo Golf 7. La marca alemana ha querido dar una última oportunidad a esa excelente plataforma y aprovecharla para esta versión descapotable, que compartirá vida comercial con la del nuevo Golf durante mucho tiempo.
El exterior del Golf R Cabrio tiene muchas similitudes con el del anterior Golf VI, pero añade detalles estéticos que le dan un aspecto más deportivo, y que justifican su denominación "R": llantas de aleación de 19 pulgadas, parachoques con aspecto más deportivo, rejillas de aireación en negro brillante, parrilla con el logo R, faldones en el mismo color de la carrocería o los tubos de escape cromados, entre otros.
La estampa del coche, visto por primera vez en vivo, es magnífica. No sólo por los cuidados detalles externos antes mencionados, sino también por la bonita capota de lona que Volkswagen ha querido colocar en este vehículo en lugar de un techo retráctil, una apuesta bastante arriesgada pero que considero del todo acertada. La capota que monta este Golf R Cabrio sigue los mismos principios de diseño que la capota del Beetle Cabrio, de forma que su sistema de apertura es rápido (emplea 9 segundos para recogerse en el maletero) y tiene una estructura suficientemente reforzada para ofrecer unos niveles de insonorización muy altos una vez está haciendo las funciones de techo. Se pliega en el maletero, sin restarle en teoría capacidad, aunque ésta se queda en 250 litros.
Interior conocido
El interior refleja la calidad de acabados y materiales a la que nos tiene acostumbrados Volkswagen, de difícil crítica. El diseño del salpicadero es el del Golf VI, con la excepción de los pulsadores del sistema de aire acondicionado, que son los de última generación.
Volkswagen vende este Golf R Cabrio con un único acabado, que incluye asientos deportivos, tapicería, volante y pomo de cambio en cuero, cambio DSG con levas, logo "R" en el volante, cabezal de los asientos y molduras de acceso, y numerosos remates de aluminio y cromo en el interior. Las plazas traseras, como en la mayoría de cabrios, sirve para un uso ocasional, ya que son estrechas y tienen poca distancia con respecto a la primera fila. Estas plazas quedan inutilizadas si colocamos el deflector de viento, un accesorio totalmente recomendable si circulamos a alta velocidad para evitar molestas turbulencias.
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Chasis "R"
La potenciación del motor y las modificaciones estéticas ya comentadas se complementan con un chasis adaptado para favorecer un mejor comportamiento en conducción deportiva. El Golf R Cabrio tiene una carrocería 25 mm. más baja y equipa suspensión adaptativa DCC de serie. Podemos así regular la dureza de la suspensión entre tres programas (normal, deportivo y confort). La servodirección también tiene una desmultiplicación algo más directa, aunque se percibe algo "dura" en su comportamiento, y la carrocería se ha reforzado convenientemente para ofrecer la rigidez necesaria en un coche con 265 CV que prescinde del techo.
En las reviradas carreteras que conducen de la ciudad de Niza hacia las montañas cercanas, en dirección a La Turbie, el Golf R Cabrio mostró como principal virtud dinámica su agilidad y estabilidad en las curvas, que traza con tiralíneas y total precisión, gracias en parte a su centro de gravedad algo más bajo que en un GTI convencional.La motricidad es muy buena a pesar de ser "solo" un tracción delantera. Va bien calzado y la la ayuda del XDS, que actúa como diferencial electrónico de deslizamiento limitado, se notan. La buena cifra de par desde 2.500 vueltas, que se mantiene hasta las 5.000 r.p.m., por un lado, y la posibilidad de usar el cambio DSG mediante levas, por otro, dan un buen dinamismo a la conducción de este descapotable. Las marchas entran de forma instantánea, sin permitir que el motor baje de revoluciones en plena aceleración, aunque no permiten el bloqueo de las mismas hasta el corte de encendido. El cambio siempre manda en última instancia.
Durante la ruta empezó a llover, y esto nos obligó a cerrar la capota, operación que puedes hacer siempre que no superes los 30 km/h. Con la capota cerrada, a relativa baja velocidad, tienes casi la sensación de llevar un Golf de techo duro. Ofrece una buena insonorización y hay una correcta altura al techo, al menos en las plazas delanteras, lo que evita cualquier sensación claustrofóbica.
Coche de capricho
El Volswagen Golf R Cabrio ya puede comprarse a un precio de 49.650 euros. Es un precio elevado, a medio camino entre lo que vale un Audi A3 Cabrio 2.0 TFSI S Tronic de 200 CV, menos potente, y un BMW 135i Cabrio de 306 CV, cuyas prestaciones no llega a alcanzar.
Está claro que este Golf descapotable va a ser un coche de ventas limitadas, como lo son todos sus competidores en este segmento. Y no es tan sólo un asunto de precio, sino también de costumbres. En otros países europeos se ven más descapotables que en el nuestro, y eso que disponemos de un clima más agradable y durante muchos días al año. No hemos llegado al nivel de generalizar la compra de versiones "caprichosas" y altamente emocionales como la de este Golf R Cabrio, y dificilmente lo haremos ahora con la crisis que vivimos. Pero el coche está ahí, y si tienes la suerte de poder permitírtelo, ¿por qué no?.
Me parece una maravilla de la técnica, una autentica preciosidad repleta de detalles como solo saben hacer los alemanes.