Paradigma de eficiencia
En una época en que los pasos al frente por parte de las marcas en cuestión de eficiencia parecen estar íntimamente ligados a pequeños motores de gasolina o a la inclusión de energías “limpias”, el fabricante alemán lanza la versión BlueMotion de gasóleo, con la que consigue unas cifras de consumo francamente difíciles de mejorar en su segmento.
Aunque parece que fue ayer, hace ya casi seis años que apareció en el mercado el primer Golf con “apellido” BlueMotion, cuyo registro de consumo homologado ya se encontraba entre los más ambiciosos de su categoría. La consiguiente evolución no ha cesado y ha llevado a los ingenieros de Volkswagen a lograr una cifra realmente fantástica pues, según datos oficiales, consume únicamente 3,2 litros cada 100 km de media. Este valor viene acompañado por una rebaja de altura en el chasis, algún retoque en la transmisión y una serie de elementos de equipamiento específicos.
La referencia en ahorro de combustible
Como es evidente, el protagonista primordial de esta nueva versión bautizada como Golf TDI BlueMotion que lanza Volkswagen se encuentra bajo el capó. Nos referimos a un propulsor 1.6 turbodiésel de cuatro cilindros con inyección directa y una potencia de 110 CV. Se trata de un motor que responde bien a bajas revoluciones (dispone de un par motor máximo de 250 Nm entre 1.500 y 3.000 vueltas) y manifiesta una elasticidad bastante buena.
Prueba de ello son sus prestaciones, pues es que es capaz de recuperar de 80 a 120 km/h en cuarta marcha en 9 segundos, mientras que tarda 10,5 segundos en pasar de 0 a 100 km/h, lo que no está nada mal dado su caballaje. Asimismo, puede alcanzar una velocidad máxima de 200 km/h, de modo que su bajo consumo no implica un pobre nivel de prestaciones. Lo que tampoco hay que obviar, por otro lado, es que en los fuertes repechos a velocidades de crucero se agradecería algo más de fuerza.
Pero donde realmente sobresale esta mecánica es en el ámbito de la eficiencia, ya que su gasto medio homologado de combustible es de tan solo 3,2 litros cada 100 kilómetros. Si comparamos este registro con el de su predecesor comprobaremos que se ha producido un descenso del 15%. En cuanto a emisiones de CO2, la cifra es excepcional, pues se queda en 85 g/km. Según aseguran desde la marca alemana, con un solo depósito (que es de 50 litros) pueden llegar a recorrerse más de 1.500 kilómetros.
Engranado al propulsor se encuentra una caja de cambios manual de seis velocidades, que se ha adaptado exclusivamente para esta versión del compacto alemán. Ello se percibe principalmente en una sexta marcha más larga, cuyo objetivo no es otro que el motor vaya desahogado.
Actuación integral
Para disminuir al máximo el consumo de combustible, en Volkswagen no solo se ha trabajado sobre la eficiencia específica del motor, sino sobre todos y cada uno de los aspectos que hacen posible recortar alguna décima de litro de gasóleo. Uno de ellos es la ligereza del vehículo. Y es que la plataforma MQB de la nueva generación del Golf hace que esta eficiente versión pese 49 kilos menos que antes.
No se han pasado por alto los avances en aerodinámica, por lo que ahora su coeficiente es de 0,27 Cx, lo que se ve beneficiado por el hecho de que se haya rebajado la altura del chasis en 15 mm. Esta particularidad, si bien no aporta diferencias dinámicas cruciales entre el TDI BlueMotion y el resto de la gama Golf, sí origina un punto más de estabilidad y de agarre sobre el asfalto, comportamiento que también se ve favorecido por la presencia del diferencial electrónico de deslizamiento limitado XDS+ de serie.
Este sistema se ha optimizado con la llegada de la séptima generación del compacto de Volkswagen, aportándole un extra de motricidad que se aprecia principalmente al conducir por carreteras reviradas. Al mismo tiempo, el vehículo demuestra un elevado confort de marcha por autopista, otro de sus terrenos favoritos. Al igual que el resto de alternativas de la gama, la amortiguación absorbe de forma muy adecuada las irregularidades del firme, lo que refuerza la sensación de comodidad al volante.
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Elementos específicos
Otro de los apartados por los que destaca el Golf TDI BlueMotion es su equipamiento desde el acabado básico denominado Trendline. A nivel exterior esta terminación incluye llantas de aleación de 15 pulgadas, un discreto spoiler trasero del color de la carrocería, luces de conducción diurna y la parrilla levemente modificada. En ella, el emblema BlueMotion cromado caracteriza a esta versión, que también dispone de otros detalles específicos como las entradas de aire de color negro, los revestimientos inferiores propios, la citada altura al suelo reducida en 15 mm y los neumáticos de baja resistencia a la rodadura.
En el interior encontramos una pantalla táctil TFT de cinco pulgadas, una pantalla multifunción que nos muestra consejos Eco de conducción eficiente, elevalunas eléctricos y asientos con tapicería Pepper. Por encima se halla el acabado Comfortline, que añade entre otros elementos llantas de 16 pulgadas, volante y pomo de la palanca de cambios de cuero, sistema Park Pilot con sensores delante y detrás, pantalla multifunción Plus, cajones portaobjetos bajo los asientos delanteros, sistema de audio Composition Touch con entrada para SD, detector de fatiga y asientos con tapicería Zoom con soporte lumbar (en los delanteros).
Todo ello puede completarse con otros sistemas como el dispositivo de reconocimiento de señales de tráfico, el sistema Park Assist y diversos sistemas de infoentretenimiento de última generación.
Ergonomía y buena calidad de acabados
El interior de la cabina del Golf TDI BlueMotion no presenta cambios si lo comparamos con el del resto de versiones del compacto de Volkswagen. Está provisto, por tanto, del mismo tablero de nueva factura que pudimos conocer cuando vio la luz la nueva generación del modelo hace unos meses. Sobriedad, elegancia y buena ergonomía son algunos de sus puntos fuertes. Con respecto a esta última virtud, hay que remarcar el fácil acceso y el uso intuitivo de los distintos mandos.
También brinda un notable nivel de calidad percibida, tanto por los plásticos de las botoneras como por los utilizados en el salpicadero y en los paneles interiores, sin olvidar el volante o la palanca de cambios. Por su parte, los asientos delanteros son confortables y sujetan el torso de manera muy efectiva en todo momento.
La parte trasera ofrece una amplitud más que suficiente para dos ocupantes, que dispondrán de un buen espacio para las piernas y una anchura considerable para los codos. La tercera plaza es más limitada, por lo que será mejor darle un uso circunstancial. Mientras tanto, el maletero hace gala de unas formas muy regulares que fomentan el mejor aprovechamiento de sus 380 litros de capacidad. Si estos no son suficientes, puede ofrecernos un total de 1.270 litros con los respaldos posteriores abatidos.
Conclusión
Con el Golf TDI BlueMotion, el fabricante alemán marca una nueva referencia en el segmento de los compactos en términos de consumo y emisiones. El propulsor 1.6 turbodiésel de 110 CV proporciona unos resultados muy equilibrados que, aunque no van acompañados de unas aceleraciones impresionantes, sí contentarán a los amantes del conocido compacto que sitúen al ahorro de combustible entre sus prioridades fundamentales. La inmejorable eficiencia se conjuga con un confort de marcha muy elevado y una estabilidad aún mayor gracias al chasis rebajado.
El mayor error de diseño visual a primera vista que se aprecia en el último golf es lo poco compensado que esta la anchura trasera respecto a los ejes de las ruedas.. No da sensación de robustez y me parece feísimo. Seguro que va perfecto en todo lo que se refiere a comportamiento y de más pero me parece un gran error por su parte.