Salón rodante
El fabricante de Wolfsburg ha actualizado hace poco su estandarte en el segmento monovolumen con una serie de novedades que, si bien dejan muy de lado el diseño exterior, sí influyen positivamente en otros ámbitos. Mejoras en cuestiones como la conectividad, la seguridad activa, las prestaciones y la eficiencia benefician al nuevo Sharan, sobre todo en esta versión Sport tope de gama asociada al motor diésel más potente de los tres disponibles.
Por su parte, el inmenso habitáculo mantiene su gran polivalencia y versatilidad gracias a las numerosas posibilidades que proporcionan sus siete plazas. La destacable calidad de acabados está a la altura del nivel que ofrece habitualmente Volkswagen. Sumando todo ello a la potente mecánica 2.0 TDI de 184 CV y al cambio automático DSG, el precio que da como resultado no es precisamente una de sus ventajas. Si se incluyen los opcionales de esta unidad, el importe es de 53.875 euros, que se ajustan hasta los 49.975 euros gracias al descuento promocional de la marca.
Se trata de un desembolso que sigue siendo elevado, si bien no hay que olvidar las excelentes cualidades de habitabilidad, confort de marcha, eficiencia y tecnología que alberga el modelo. Algunos de sus mayores rivales son el Ford S-Max y el Seat Alhambra, que ya enfrentamos en una comparativa, así como el Renault Espace.
Estética casi inalterada
Los cambios recibidos a nivel de diseño por el nuevo Sharan han sido poco sustanciales, casi inexistentes, y la apariencia del monovolumen sigue siendo igual de sobria que la de su predecesor. No cuenta con ninguna modificación en el frontal y, de hecho, hay que fijarse mucho en los detalles para observar las novedades en términos estéticos. Comenzando por el exterior, los faros posteriores cuentan ahora con tecnología LED, que no solo aporta una mejor iluminación en esta zona del vehículo sino también un aspecto algo más sofisticado visto desde atrás.
La gama también ha recibido nuevas llantas de aleación como las Marseille opcionales (835 euros) que monta esta unidad, que son de 18 pulgadas y que acentúan el atractivo del vehículo. En esta línea hay que citar también, aunque no es novedad, el color blanco Oryx efecto nácar (1.335 euros) de la carrocería la unidad probada. Siguiendo con los estrenos puramente estéticos hay que pasar al interior del Sharan. Esta unidad pertenece a la terminación superior de la gama, denominada Sport, que recibe nuevas molduras decorativas en tono Piano Black en el salpicadero, las puertas y el volante que añaden un toque de distinción al diseño interior.
También hay que recordar que el volante multifunción se ha renovado y ahora dispone de unas botoneras mejor distribuidas y más accesibles. Como puede comprobarse, son pocas las novedades en cuestión de apariencia que Volkswagen ha decidido aplicar en la actualización de este monovolumen, que sin embargo sí se pone al día en otros aspectos, como explico a continuación.
Paso al frente en tecnología
Donde sí ha subido un escalón el nuevo Volkswagen Sharan es en materia de conectividad, un factor que cada día está ejerciendo un mayor protagonismo. La marca alemana ha incorporado la nueva App Connect (opcional por 210 euros) y que permite conectar nuestro Smartphone al sistema de infoentretenimiento. Es compatible con las interfaces Mirror Link, Apple Car Play y Google Android Auto y muchas de sus respectivas aplicaciones.
Estas funciones se asocian a la nueva pantalla táctil a color de 6,5 pulgadas del sistema opcional Discover Media de esta unidad, incluido en el paquete Premium (1.180 euros), que también incluye navegador y sistema de cierre y encendido sin llave. Gracias a este avance en conectividad, es muy sencillo gestionar nuestras aplicaciones de uso más habitual desde la pantalla.
Entre las principales novedades de esta puesta al día del Sharan se hallan también sistemas de asistencia a la conducción con los que avanza en términos de seguridad. Uno de ellos es el control de crucero adaptativo ACC, que viene de serie en esta versión junto con el Front Assist, que se encarga de avisar al conductor cuando el vehículo que circula delante está demasiado cerca. Si es preciso, el sistema frena el Sharan automáticamente. Incluye la función City Emergency Break, que también detiene el coche si detecta un obstáculo cuando circulamos a menos de 30 km/h. También es una novedad de serie el sistema de arranque en pendiente.
Gran polivalencia
El espacio interior sigue estando entre las mayores ventajas del monovolumen alemán. Además de contar con un habitáculo enorme, la unidad probada cuenta con una tercera fila con dos plazas adicionales, por lo cual se pueden alojar hasta siete ocupantes. Las alternativas de modularidad de estas plazas son amplísimas, convirtiendo al Sharan en un modelo ideal para familias que busquen, además, una muy buena calidad de acabados.
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La segunda fila está compuesta por tres banquetas independientes con desplazamiento longitudinal y, además, los respaldos pueden inclinarse. Tres adultos podrán viajar con total comodidad en esta fila. Por su parte, los dos asientos de la tercera fila ofrecen un espacio correcto, si bien su acceso no es tan bueno como el de la segunda fila. Existen numerosos huecos distribuidos por el habitáculo para guardar pequeños objetos, aspecto que favorece la vida a bordo de los ocupantes. Dependiendo de las plazas que se utilicen, el maletero puede ir de los 300 litros hasta nada menos que 2.430.
En cuanto a equipamiento, el Sharan Sport incorpora elementos adicionales a los acabados inferiores que lo hacen más exclusivo como es el caso de los asientos delanteros deportivos y calefactables, el asiento del conductor regulable eléctricamente, la tapicería en combinación cuero y Alcantara, las lunas traseras oscurecidas y el diferencial electrónico XDS.
Mecánica convincente
El corazón de esta unidad es el motor 2.0 TDI de 184 CV, que sustituye al de 177 CV anterior. Se trata de un bloque de cuatro cilindros en línea y un par motor de 380 Nm entre 1.750 y 3.000 rpm con el que el Sharan se desenvuelve realmente bien. Ésta es la variante diésel más potente disponible (por encima de las versiones 2.0 de 115 y 150 CV) y se caracteriza por una muy buena respuesta desde la parte baja del cuentarrevoluciones.
Sin duda, se trata del propulsor más convincente de la gama si se pretende viajar habitualmente con la mayoría de plazas ocupadas o con mucho equipaje. Tiene carácter, recupera de forma eficaz, es elástico y bastante silencioso. Su innata suavidad de funcionamiento se refuerza aún más gracias a la caja de cambios automática de doble embrague DSG que equipa esta unidad. Rapidez de funcionamiento y progresividad son dos de las bazas de esta transmisión.
Pese a tratarse de un automóvil de clara inspiración familiar, no se esconde en materia de prestaciones, puesto que ofrece unas muy buenas cifras. Y es que, con este motor, el monovolumen de Volkswagen es capaz de rodar a 213 km/h y acelerar de 0 a 100 km/h en 8,9 segundos. Y todo ello con un consumo medio homologado de 5,3 litros cada 100 km. El valor registrado en esta prueba no resultó tan bajo pero, con 6,9 litros, demostró que la eficiencia es una de sus virtudes más destacables.
Confort y motricidad
No hay duda de que el hábitat preferido del monovolumen alemán son las grandes rectas de autopista, por donde demuestra un impecable aplomo. Registra una excelente calidad de rodadura, lo que da lugar a una conducción agradable en todo momento que invita a continuar el viaje. Con tal de lograr un comportamiento más acorde con su “apellido”, el Sharan Sport incorpora de serie un tren de rodaje deportivo. Ello supone una suspensión algo más firme, sin renunciar al confort de marcha, y una altura rebajada en 1,5 cm con respecto al resto de versiones.
No es que con estas diferencias se alcance una conducta racing pero lo cierto es que permiten conducir más rápido por carreteras reviradas gracias a un mayor grado de estabilidad. Tal y como comentaba antes, esta versión equipa bloqueo electrónico del diferencial XDS, que se traduce en un aporte de seguridad adicional. Dicho sistema se encarga de frenar selectivamente la rueda precisa para optimizar la tracción y mejorar la conducta en las curvas.
En todo caso, no hay que pasar por alto que se trata de un automóvil de 1.804 kilos y que, por concepto y dimensiones, no está pensado para conducir por carreteras de montaña con el crono en la mano. Más bien se trata de un coche familiar que brinda un alto confort de marcha y un noble comportamiento en curva desarrollando una conducción tranquila.
Conclusión
A su enorme habitáculo y su formidable versatilidad, el nuevo Sharan suma novedades que le hacen subir un escalón en dos sentidos. El primero, el tecnológico, ya que evoluciona en sistemas dedicados a mejorar tanto la conectividad de los ocupantes como la seguridad mediante nuevos sistemas de asistencia a la conducción. En segundo lugar, mejora en rendimiento mecánico gracias a un motor 2.0 TDI de 184 CV que logra unas prestaciones más ambiciosas con un consumo más bajo. El desembolso que exige el monovolumen de Volkswagen es, sin lugar a dudas, uno de sus mayores hándicaps.
Buenas, alguien me podría decir dónde puedo o en qué página vende la bandeja o tapa que cubre el maletero de una Volkswagen sharan? Pregunte en la Volkswagen y mi sorpresa fue 440 euros