Presidente por un día
El A8 L es uno de los modelos preferidos por los principales presidentes de gobierno del viejo continente. No obstante, la mayoría de ellos se decanta por el A8 L Security, la versión blindada de la limusina de Ingolstadt.
Hoy probamos el A8 L 6.3 FSI quattro tiptronic o lo que es lo mismo, lo más de lo más en lo que respecta a berlinas dentro de Audi. Con más de 5 metros de largo, casi dos de ancho y 2 toneladas de peso está animado por un motor W12 de 6,3 litros.
En su interior ofrece un nivel de refinamiento y confort espectaculares. Todo ello combinado con unas prestaciones más que destacables. La firma de los cuatro aros declara un 0 a 100 km/h en sólo 4,6 segundos.
Discreción ante todo
La discreción es un verdadero lujo. El A8 L W12 apenas se distingue de cualquier otro A8 de batalla larga. Lamas más gruesas en los extremos de la calandra Singleframe, dos salidas de escape trapezoidales y emblemas "W12" en los cuatro costados.
El equipamiento de serie del Audi más lujoso de la gama actual es bastante completo, con 164.675 euros de precio base ya puede serlo. Incluye faros Matrix LED, iluminación ambiental interior, servocierre de puertas, asientos de confort delante, asientos individuales detrás con reposacabezas de confort, paquete de cuero ampliado, climatizador automático de 4 zonas, Audi parking system plus con cámara de marcha atrás, MMI navigation plus...
Opcionalmente lo podemos configurar con los mejores tapizados de cuero, las maderas más nobles que existen así como dotarlo de soluciones multimedia de última generación. No obstante, es una lástima que Audi siga apostando por los lectores de tarjeta SD. En todo el habitáculo del A8 no hay ni un solo puerto USB, ni uno.
¿Quién diría a simple vista que este coche lleva 37.285 euros en extras? Un conjunto de opcionales que equivale casi a lo que cuesta Audi A4 1.8 TFSI de 170 CV quattro con acabado S line edition.
La configuración de esta unidad en particular incluía: head-up display (1.835 euros), ionizador (170 euros), paquete de asistentes (4.445 euros), parabrisas laminado calefactable (540 euros), mando a distancia univesal HomeLink (315 euros), toma de corriente de 230 voltios (200 euros) y volante deportivo de 3 radios calefactado (540 euros), entre otros muchos más extras.
En lo que a chasis se refiere también contaba con: dirección dinámica (1.715 euros), llantas de aluminio forjado con diseño de 10 radios 9 x 20" (1.580 euros) y diferencial deportivo (1.515 euros). Esta última opción es muy recomendable puesto que permite disfrutar de lo lindo en carretera al volante del A8 L.
4 X 3 = W12
Es difícil describir con palabras lo confortables y placenteros que son todos los trayectos que haces al volante del A8 L W12. No importa si son 10 o 300 kilómetros, el resultado final es siempre el mismo, llegar al destino con una gran paz y tranquilidad interior.
La suspensión neumática filtra hasta la última de las imperfecciones del asfalto y al mismo tiempo mantiene la carrocería equilibrada en todo momento. Son 5 los modos que podemos seleccionar: efficiency, comfort, auto, dynamic e individual.
Por encima de los modos anteriormente citados existe la posibilidad de incrementar la altura libre de la carrocería al suelo con la opción "Subir" del MMI, una opción que sólo está disponible a baja velocidad.
Parece mentira que esta unidad montase llantas de 20" con neumáticos de perfil bajo, la suspensión neumática contribuye a poder montar semejantes ruedas sin que los ocupantes las sufran. Además, los neumáticos incorporan un sistema de absorción de ruido. Unas tiras de material espumoso se sitúan entre la superficie de la banda de rodadura y la carcasa.
El sistema quattro ofrece la máxima capacidad de tracción, el diferencial deportivo opcional permite jugar con equilibrio dinámico en zonas viradas y la dirección dinámica aporta buen feedback de lo que está pasando en el tren delantero. De los coches de su segmento es el que transmite mayor número de sensaciones al volante.
Conducirlo es un verdadero placer para los sentidos, sobre todo cuando exploramos el tramo final del pedal derecho. Sólo se me ocurre un adjetivo para describir lo que ocurre cuando aceleras a fondo con el A8 L W12 y es alucinante. Con una cilindrada de 6.299 c.c. y tecnología FSI rinde 500 CV a 6.200 rpm y 625 Nm a 4.750 rpm.
Hay un mundo de distancia entre las sensaciones que aporta una mecánica atmosférica de 12 cilindros y una sobrealimentada de 8 cilindros, como puede ser el caso del propulsor del Mercedes-AMG S 63. La respuesta del W12 es inmediata y sube de vueltas con una velocidad abrumadora.
La patada de un motor turbo está muy bien pero donde esté un V12 que se quite todo lo demás, perdón W12 en este caso. No hay nada como una mecánica de 12 cilindros en lo que respuesta se refiere, tiene un tacto casi eléctrico, instantáteno. Genera endorfinas y te dibuja una sonrisa en la cara. El principal problema de este motor es que puede crear adicción.
Cuenta con una arquitectura de lo más particular al tener forma de "W", de ahí su nombre. Esta solución hace que sus dimensiones sean muy compactas con sólo 50 cm de longitud, 70 cm de ancho y 70 cm de alto.
Está formado por cuatro filas de tres cilindros cada una repartidos en dos anchas bancadas. De esta forma, cada una de las bancadas está compuesta por dos filas de cilindros desplazados entre sí formando un ángulo de 15º. Esto es lo que se conoce como una "V" estrecha, al estilo del motor V6 que Volkswagen montó en el Golf R32. A su vez, las dos bancadas de 6 cilindros cada una forman una V en un ángulo de 72º.
El A8 L es el único modelo de todo Volkswagen AG que cuenta con este motor atmosférico. Para encontrar una mecánica similar tendríamos que recalar en otra marca del grupo. Bentley monta en los Continental y Flying Spur un motor W12 con 6 litros de cilindrada sobrealimentado por dos turbocompresores.
Otra de sus particularidades es el sistema Cylinder On Demand que desactiva seis cilindros cuando circulamos por debajo de 3.000 rpm. Esto sucede sólo con las 4 marchas superiores, dejándonos con 250 Nm de par disponibles para mantener el vehículo a velocidad constante sin problema.
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Con el modo COD activado y a ritmo suave en autopista se puede llegar a 10 l/100 km, no obstante, para conseguirlo tenemos que rodar de forma muy, pero que muy suave. Sólo podemos acariciar el pedal derecho y tratar en todo momento de reducir al la presión sobre el mismo.
En un trayecto que combinaba ciudad, mucha carretera secundaria y autopista de 352 kilómetros la media fue de 20,6 l/100 km. En el trayecto de vuelta que fue algo más corto con 209 kilómetros la cifra descendió hasta los 18,1 l/100 km. En pocas palabras, la media habitual de este motor son 20 l/100 km.
No obstante, en una secundaria y a un ritmo mucho más alegre superaremos los 30 l/100 km sin problema. Con su depósito de 82 litros lleno de gasolina sin plomo de 98 octanos lo normal será superar los 400 kilómetros de autonomía.
Callejear es bastante sencillo, pero lo sería todavía más si contara con un sistema de dirección a las cuatro ruedas que no existe ni como opción. Es importante tener siempre en cuenta la larga batalla del vehículo (3,12 metros).
Para ahorrarnos sustos antes de entrar en un garaje que requiera subir primero a la acera, lo mejor es elevar la carrocería mediante la suspensión neumática de serie. Con ello salvaremos el obstáculo sin problema, de lo contrario los bajos podrían golpear al suelo.
Donde más se disfruta de esta limusina es en carretera y en vía rápida. Sus faros Matrix LED hacen que la noche se convierta en día. Son los mejores faros que he probado hasta la fecha. Dan forma a un haz de luz inmenso que permite ver con una claridad asombrosa.
Otra de las cualidades de este equipamiento de serie en el A8 L W12 es la de no deslumbrar a los otros usuarios de la vía. Si alcanzamos a un vehículo en nuestro carril los faros iluminan a sus costados pero dejan al coche que nos precede sin iluminar. Lo mismo sucede con cada coche que nos cruzamos en nuestro camino. Una pasada.
A casa por favor
Hay otra forma de disfrutar de este automóvil y para ello lo único que tenemos que hacer es abrir la puerta posterior derecha, sentarnos en su asiento regulable con climatización y masaje para dejar que el chófer nos lleve a nuestro destino.
Si queremos más discreción de la que ya aportan de por si las lunas tintadas, podremos cerrar las cortinillas de las ventanillas traseras así como la de la luneta posterior apretando un botón ubicado en la puerta. El aislamiento acústico es sensacional, apenas se escucha nada del exterior.
El nivel de confort de los asientos posteriores es excepcional, están bastante cerca de la opción de plazas traseras del . Audi ofrece una opción que también existe en Mercedes para contar con una segunda fila con dos únicas plazas y una consola central continua fija. Este extra recibe el nombre de paquete de asiento de descanso y supone un sobre coste de 11.245 euros.
En las plazas posteriores esta unidad montaba casi todo el catálogo de opcionales que Audi ofrece para el A8 L: asientos climatizados con masaje integrado (3.980 euros), luces traseras de lectura de cardan Audi exclusive (1.175 euros), dos pantallas de LCD de 10,2" con reproductor de DVD (4.815 euros) y receptor de Radio y TV digital (2.280 euros).
En lo que a infoentretenimiento se refiere está algo por detrás del Clase S actual por la falta de puertos USB, navegador con gráficos algo anticuados y una pantalla en el salpicadero de tamaño pequeño.
Para culminar este derroche de tecnología y confort añadía un elemento que encaja a la perfección con el resto de elementos detallados, un equipo de audio Bang&Olufsen de 1.400 vatios formado por 19 altavoces y con sistema surround 5.1 (7.055 euros).
Otro de los elementos que merece la pena destacar es la calidad de su tapicería de cuero de sus asientos, con un tacto exquisito. Lo mismo podemos decir del tapizado en Alcantara que recubre el techo brindando una suavidad inigualable.
Este es de esos pocos coches que tanto se disfrutan al volante como desde el asiento trasero derecho. Conduciéndolo ofrece la garra de un verdadero deportivo y detrás es una auténtica limusina.
En resumidas cuentas
El Audi A8 L W12 (164.675 euros) es 30.000 euros más "económico" que sus rivales más directos Mercedes-Benz S 600 L (190.400 euros) y Panamera Turbo Executive (188.329 euros), esta última es la versión de batalla larga de la berlina de Porsche.
Por debajo del A8 L W12 encontramos al con mecánica híbrida V8 (158.900 euros) y por arriba al Bentley Flying Spur W12 (228.707 euros). BMW todavía no cuenta con un 760 Li, de momento la versión tope de gama es el 750 iL de 450 CV que cvuesta 124.050 euros.
Así pues, al ponerlo en situación frente a sus rivales su precio puede llegar a parecer bajo. No obstante, sumando todos los extras esta unidad de prueba alcanza los 201.960 euros. Ahí es nada.
Audi es la única marca que sigue apostando por un 12 cilindros atmosférico en el segmento de las grandes limusinas de representación, manteniendo la tradicional pureza en la respuesta de estos motores. El resto se conforma con un V8 biturbo o un V12 biturbo.
En caso que el presupesto no llegue a este nivel siempre cabe la posibilidad de echar la vista atrás y buscar una unidad de segunda mano. Audi ofrece el motor W12 desde la primera generación del A8 (4D). La versión W12 es una de las que más acusa la depreciación con los años así que se pueden encontrar verdaderas oportunidades. Aquí tienes la oferta de nuestra sección de ocasión.
pero mira que son mierda los audi, como la gente se compra estos coches por favor
#158 Haber si te cres que todos somos como tú