Para aquellos que lo queremos todo, combinar una carrocería break con un chasis y motor de altísimas prestaciones es una excelente solución. Tener un coche con el que poder moverte a diario, sin llamar excesivamente la atención, en compañía de la familia o los amigos, y a la vez saber que dispones de 450 CV y un chasis preparado hasta el último tornillo para aplicar esa potencia al asfalto con total efectividad y seguridad, no es algo fácil de conseguir. El RS4 es así, se comporta como un familiar y a la vez como un verdadero deportivo, como ya lo hizo el añorado Audi Avant RS2 hace casi ya veinte años. Sólo que ahora, en su tercera generación, este familiar deportivo de Audi monta un motor V8 asociado a un cambio STronic de doble embrague; cuenta con una carrocería rebajada 20mm., un chasis deportivo con llantas de 21 pulgadas, servodirección electromecánica, discos autoventilados con pinzas de 8 pistones, sistema de conducción dinámica Audi Drive Select y la habitual tracción quattro con diferencial central de corona. Es decir, estamos ante la última evolución de un concepto de automóvil, el de los deportivos con gran capacidad de maletero, que nadie como Audi sabe hacer realidad.
PVP: AUDI RS4 Avant 4.2 FSI 450CV quattro 87.740 €
Conceptos antagónicos
Hace casi veinte años que Audi puso en práctica una idea que sobre el papel era contradictoria, pero que en realidad fue todo un éxito para las ventas y la imagen de la marca en todo el mundo: combinar la practicidad de una versión familiar con las prestaciones de un auténtico deportivo. Así nació en 1994 el Audi Avant RS2, que tomó como base la versión familiar del Audi 80 pero a la que se la añadía un motor de cinco cilindros turbo de 315 CV y algunos componentes de Porsche en el chasis. De este coche se matricularon casi 3.000 unidades en menos de dos años. Este concepto de familiar deportivo, discreto, apto para un uso diario pero capaz de ofrecer grandes sensaciones al volante, tuvo continuidad en Audi con el nacimiento en el año 2000 de la gama RS4 Avant. El primer RS4 montaba un motor V6 de 380 CV, potencia que ha ido incrementándose generación a generación hasta llegar a los 450 CV que ofrece la última evolución de este modelo, la que podéis ver en esta prueba. El Audi RS4 Avant oculta bajo el capó un precioso (ver foto) motor V8 atmosférico de 4.163 cc y tecnología FSI, el mismo que Audi reserva para el RS5 y el Audi R8, pero en este último caso con 20 CV más. Sus 450 CV le proporcionan una fantástica relación peso potencia (4 kg/CV) y lo convierten en un deportivo de muy altas prestaciones: 4,7 segundos de 0 a 100 km/h y 280 km/h de velocidad máxima. Sin duda, un auténtico "devoracircuitos", el único escenario donde es posible exprimir toda su caballería, como es fácil comprender.
En carretera abierta sobran caballos y chasis, y el límite lo pones tú, no el coche. La gracia está en que aunque el RS4 Avant siempre parece pedirte más, podemos hacer que su comportamiento en asfalto se asemeje al de un "simple" Audi A4 diésel de 140 CV , para hacernos una idea. Y es que el enorme par motor y finura de funcionamiento que caracterizan a su motor V8, el acertado equilibrio entre eficacia y confort de las suspensiones (con el modo confort activado), el preciso tacto de la dirección, la suavidad del cambio y el perfecto acabado e insonorización del habitáculo contribuyen a hacer agradable y confortable cualquier trayecto. Podemos llevar a los niños al cole, viajar por autopista a velocidad de crucero o circular por ciudad como si llevásemos una berlina. Y cuando nos plazca, desviarnos hacia un circuito y descargar la adrenalina acumulada a lo largo de la semana. Es decir, el Audi RS4 nos lo ofrece casi todo. Decimos "casi" porque el coche vale 85.800 euros y tiene unos costes de mantenimiento algo elevados: durante nuestra prueba gastó entre 10 y 15 litros de gasolina en un uso por ciudad y autopista a velocidad moderada, y en torno a los 20 l/100km de media en conducción deportiva. Este consumo, que sería una mera anécdota en un deportivo sin compromisos, puede condicionar a más de uno que quiera dar al RS4 un uso diario, para el cual está perfectamente preparado.
Interior muy Audi
El acceso y salida del coche no es cómodo, debido a la particular forma de los backets, pero es algo aceptable en un coche de su estilo. Instalar una o dos sillitas infantiles en los asientos traseros no es ningún problema, como tampoco lo es colocar bultos en el maletero o ampliar el mismo abatiendo los respaldos de la banqueta trasera, en proporción 60:40. En el interior de este Audi podemos disfrutar de una agradable vida a bordo, gracias a la notable atención al detalle y la buena calidad del equipamiento, ya sea el que trae de serie como el opcional que montaba nuestra unidad de pruebas, que no era poco. Destacan, entre otros, el volante deportivo achatado y forrado en cuero, los asientos RS tipo backet, también en cuero, con regulación lumbar y de los costados para adaptar su forma a nuestro cuerpo (3.690 euros), el sistema MMI de navegación (2.295 euros), el equipo de sonido Bang & Olufsen (1.255 euros) y detalles como las inserciones de carbono, el umbral de las puertas con estética de aluminio y emblema RS4 o detalles prácticos como la cubierta, la red de separación, las argollas, los ganchos o los raíles para fijar los bultos en el maletero.
Con este equipamiento y el perfecto ajuste y combinación de todos los elementos recibimos una gran percepción de calidad sólo subirnos al coche. Al sujetar el volante percibimos de una tacada ese aire refinado, lujoso y a la vez deportivo que tienen los Audi, especialmente los más altos de gama. Podemos ajustar el respaldo y la zona lumbar para adaptar los asientos a nuestro cuerpo de forma perfecta, el volante tiene una forma y tacto exquisito (aunque preferiría que no fuese achatado, algo que puede solicitarse opcionalmente sin coste), la palanca del cambio STronic está en su justo lugar y se complementa con un juego de levas detrás del volante... otros detalles como el botón de "Start", los pedales de aluminio o las abundantes inserciones de carbono también nos sumergen en un ambiente muy rácing desde un primer instante. Y es todo un placer escuchar el rugir de un V8, cuyo sonido embriaga ya desde el ralentí, en el momento en el pones en marcha el coche con el botón "Start". El coche también recibe al conductor con el logo "RS" en la pequeña pantalla del ordenador de a bordo, dejándonos claro desde un primer momento qué llevamos entre manos.
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Chasis configurable
El Audi RS4 equipa de serie el Audi Drive Select, un sistema que nos permite configurar el comportamiento del coche eligiendo entre tres programas: Comfort, Auto y Dynamic, más el modo adicional Individual, que recoge nuestras preferencias personales. Para un uso normal, el modo Comfort es el recomendado. En modo Comfort el coche responde suavemente a la presión sobre el acelerador, el cambio siempre escoge la marcha más larga para limitar el consumo, la amortiguación responde con la mayor suavidad que le es permitida (el tarado es, en general, bastante rígido) y la dirección es algo menos directa y deportiva (aunque muchos otros breaks ya quisieran su precisión incluso en el modo menos deportivo).
El programa Dynamic es ideal para intentar exprimir las posibilidades del chasis.
El coche cambia considerablemente cuando escogemos el programa Dynamic, ideal para intentar exprimir las posibilidades del chasis en carreteras de montaña o, por qué no, en circuito. En modo Dynamic el motor rueda más revolucionado, los cambios de marcha se realizan a regímenes más altos y el sonido del motor cambia para crear sensaciones más deportivas. La suspensión también varía su comportamiento, y se endurece automáticamente el tarado de los amortiguadores; la dirección, por otro lado, se vuelve más dura y directa, más incisiva. Con el modo Dynamic activado, el Audi RS4 se convierte en un devoracurvas, en un coche que traza los virajes con tiralíneas, que sale de ellos como una exhalación y que, una vez más (y esto ya lo dije cuando conduje el Nissan GTR) te hace sentir mejor conductor de lo que eres. Esto es muy positivo, porque quiere decir que el coche crea una gran sensación de seguridad, incluso llevando su dinámica hacia el límite que permite la carretera. En nuestro RS4 podíamos incluso configurar el modo de conducción de forma individual, algo que sólo es posible en aquellos RS4 equipados con mando MMI. Es decir, se puede variar el comportamiento del motor, la dirección y la suspensión de forma independiente. Así, es posible endurecer la dirección y "apretar" el motor, y a la vez escoger un tarado de suspensión más absorbente. Esta configuración es útil cuando circulamos por carreteras reviradas con asfalto en mal estado, por ejemplo.
Tren de rodaje deportivo
El tren de rodaje de este Audi se ha diseñado para garantizar la mejor tracción y estabilidad en conducción deportiva. A la conocida efectividad de la tracción quattro hay que sumar la posibilidad de equipar de forma opcional un tren de rodaje deportivo plus con Dynamic Ride Control (DRC) un sistema que actúa instantáneamente sobre el flujo de aceite de los amortiguadores para limitar los movimientos de la carrocería en los fuertes apoyos en curva. También podemos montar en este Audi un diferencial deportivo y el juego de llantas de 20 pulgadas con neumáticos 365/30 ZR 20 que podéis ver en las fotos, que hay que cuidar con mimo para no dañarlas con cualquier bordillo . Con este chasis podemos ir muy rápido, sabiendo además que un equipo de frenos de disco perforados de cerámica reforzada y 380mm de diámetro en el eje delantero detienen el coche sin dilación, con gran contundencia y sin temor al fading.
Reconocible exteriormente
No hemos hablado de la estética. Habrá quien busque en un deportivo una imagen más radical, más llamativa. Pero el RS4 muestra su condición de una forma más discreta y diríamos que elegante. Su carrocería tipo break condiciona enormemente su imagen externa, le resulta muy difícil salirse de su condición de familiar. Pero marca su estilo deportivo con claros detalles como el generoso ancho de vías, la carrocería 20 mm. más baja, los paragolpes específicos, los pasos de rueda ensanchados, las enormes salidas de escape o las ya comentadas llantas de 21 pulgadas. Lo justo y necesario para llamar la atención sin estridencias. Si queremos un Audi RS4 más espectacular, la marca nos ofrece la posibilidad de acudir a las opciones de personalización de Audi Exclusive, que incluyen algunos colores más vistosos que el gris Daytona que podéis ver en las fotos.
Poca competencia
Con algunas de las opciones que hemos comentado a lo largo de la prueba, nuestro Audi RS4 de prensa supera los 100.000 euros. Su precio de tarifa se sitúa, no obstante, en 85.800 euros. Hay muy pocos coches que puedan compararse con esta versión ultradeportiva del A4. El que más se acerca a sus características viene de la mano, como no, de Mercedes-Benz, cuyo C63 AMG Estate de 457 CV genera pasiones muy similares. BMW, el otro gran rival tradicional de la marca de los cuatro aros, propone un Serie 3 330d Auto Touring por la mitad de precio, pero también con la mitad de caballos. Por un precio cercano, Jaguar vende el XF Sportbrake con motor diésel de 275 CV, aunque es un coche más grande. Y en el supuesto de equipar al RS4 con un completo equipo de opciones, su precio final se acercará al de un deportivo como el Nissan GTR o incluso al de un Porsche Panamera S de 400 CV. Así que estamos ante una versión de Audi muy particular, difícil de encasillar en un mercado que, aunque parezca mentira, todavía tiene nichos por cubrir, o que, al menos están escasamente cubiertos.
Sencillamente espectacular!!!, en cuanto a potencia sobrada, tracción increíble, comportamiento espectacular, acabado bueno, en mi opinión el mejor coche familiar del mundo con diferencia, incluso mejor y más efectivo que su hermano mayor el RS6.