Economía y diversión
Hace ya 10 años que BMW lanzó al mercado el Serie 1, el modelo más básico de su catálogo y la primera puerta de entrada a los productos del fabricante alemán. En estos años, el Serie 1 se ha convertido en un superventas para BMW, a pesar de competir en un segmento muy difícil, en el que tiene como rivales al Audi A3, Mercedes-Benz Clase A, Volkswagen Golf o el Volvo V40, entre otros.
Su particular estética, que no deja indiferente, junto con un marcado carácter deportivo en cualquiera de sus versiones, han hecho del Serie 1 un coche con mucha personalidad. Ya sea en versión de tres o cinco puertas, este compacto es un perfecto todo uso a un precio relativamente asequible tratándose de un BMW. De hecho, tiene el honor de ser el BMW más económico, tanto de adquisición como de mantenimiento, si excluimos la gama BMWi de eléctricos.
Un ejemplo lo encontramos en la versión que probamos ahora: la 116d. Cuesta 27.150 € en su configuración básica, sin el cambio automático ni ningún tipo de equipamiento extra. Y gasta oficialmente una media de 3,9 l/100 km, que en la vida real se traducen en unos 5 litros y medio, como hemos podido comprobar.
No hay otro diésel más asequible en la gama del fabricante alemán, ni tampoco menos bebedor.
Diésel de tres cilindros
Este BMW logra estas cifras gracias a que bajo su capó hay un motor diésel de tres cilindros con una potencia bastante contenida: 116 CV. Es el mismo diésel que se monta en las versiones más básicas del Serie 2 Active Tourer, el Serie 3 o en la gama Mini. Cubica 1.500 cc. y funciona a base de un sistema de inyección por conducto común que trabaja hasta una presión de 2.000 bares. También se beneficia de la acción de un turbo de geometría variable.
Su potencia máxima es de “sólo” 116CV, que indico entre comillas porque pueden parecer pocos, pero en realidad son muy aprovechables. Las prestaciones no son extraordinarias: hace el 0 a 100 km/h en 10,3 segundos y el coche alcanza una velocidad máxima de 200 km/h. Pero al unirse a una excelente caja de cambios Steptronic de 8 velocidades (opción que cuesta 2.395 euros), se saca mucho partido de la potencia y par disponibles.
Estos 116 CV son suficientes para un uso general del coche siempre que no vayáis cargados a tope. En ese supuesto sí se queda corto de potencia y obliga a dar mucho gas para mantener un buen régimen. Pero siempre que las condiciones lo permitan, con este Serie 1 podéis pasar un buen rato en vuestra carretera de curvas favorita disfrutando, por otro lado, de las sensaciones que transmite su excelente chasis. Motor, cambio y chasis forman un conjunto muy eficaz y divertido en carretera.
Esta es una de las conclusiones a las que llegue después de conducir durante unos días esta versión del Serie 1 con acabado M Sport, cuya terminación y ligera preparación potencian precisamente ese carácter deportivo. Tiene varios detalles exteriores exclusivos, como el paragolpes delantero con entradas de aire más grandes, el trasero con difusor incorporado o las llantas de 17”, que vienen de serie pero que en la unidad de prensa que veis en las fotos se sustituyeron por unas de 18” incluidas en el listado de opciones, con neumáticos de bajo perfil 245/35 R18.
También el interior es específico, como indican las molduras de entrada con el anagrama M, el volante de tres radios M, los asientos deportivos con tapicería de tela y Alcántara, el apoyapié para el pie izquierdo, el kit de luces de ambiente y diversas terminaciones en el habitáculo en las que se utiliza cuero o aluminio.
Esta versión M Sport también se identifica por tener la suspensión 10 milímetros más baja. Esto da al coche un aspecto más deportivo, a la vez que mejora su aerodinámica.
Actualización de media vida
El Serie 1 que os presentamos también se beneficia del reciente restyling aplicado a este modelo. En esta actualización se ha modificado el diseño del frontal a base de unos nuevos faros que se desmarcan claramente de los del modelo anterior, bastante criticados; la típica parrilla de doble riñón, ahora es un poco más grande; y en la zaga también podéis ver unas nuevas luces con forma de L, que “abrazan” el lateral del coche y crean una mayor sensación de anchura. Estos retoques han devuelto al Serie 1 su agresiva estética cargada de personalidad que, en mi opinión, se había modificado de forma no muy acertada en la última generación presentada en 2011.
En esta última revisión del modelo también se han retocado algunos acabados del interior mediante la utilización de nuevas tapicerías, listones embellecedores y la calidad de los plásticos de algunos mandos. Aunque lo cierto es que no hay nada nuevo que nos llame la atención. Encontramos el interior ya conocido en el modelo, en mi opinión bastante visto, con el claro estilo inconfundible de BMW: sobrio, funcional y elegante. Algunos plásticos podrían mejorar un poco su aspecto para alinearse con la calidad percibida que ofrecen algunos de sus rivales, aunque en general el acabado es muy bueno.
Donde sí ha evolucionado esta nueva entrega del Serie1 es en el equipamiento de serie, que ahora es algo más completo. BMW sigue ofreciendo un amplio listado de opciones que hacen que puedas personalizar el coche a tu gusto y presupuesto, aunque en ese listado desaparece la Radio BMW Professional con pantalla digital de 6,5 pulgadas y el sistema de mando iDrive, que ahora vienen directamente de fábrica. Lo que es opcional ahora es el navegador Professional, que combinado con el iDrive, ofrece una pantalla digital un poco más grande, de 8’8 pulgadas y un sistema de entrada de datos de tipo Touchpad. También desde la versión más básica de la gama BMW se incluye de serie el arranque sin llave o la función Driving Experience Control, que permite regular el chasis según diferentes programas.
Suscríbete a la newsletter
Si quieres estar al día de nuestras noticias, tienes que tener una cuenta en coches.net.
El habitáculo del Serie 1 no es muy grande, pero es correcto para dar confort a cinco adultos. Como ya es sabido, el confort para el pasajero central de las plazas traseras es algo limitado por la presencia del túnel de transmisión y hay poco espacio para colocar las piernas. Y siguen habiendo pocos huecos para colocar pequeños objetos. El maletero ofrece 360 litros de capacidad de carga, que podemos ampliar hasta 1.200 abatiendo los respaldos de las plazas traseras. Está un poco por debajo de lo que ofrecen sus rivales más directos. Sólo el maletero del Mercedes-Benz Clase A es unos 20 litros menos capaz.
Trazar con tiralíneas
El tamaño bastante compacto de este BMW (4,32 metros de longitud) es una ventaja cuando se trata de conducir por carreteras estrechas y reviradas, el escenario ideal para disfrutar de su comportamiento dinámico. Esta versión M Sport, con suspensión deportiva regulable a través del Driving Experience Control, con muelles de 1 centímetro más cortos y estabilizadoras más gruesas, va sobre raíles en las curvas. No hay balanceos de carrocería ni extrañas inercias, y el guiado es perfecto. La dirección, con el tacto típico de BMW, ofrece muy buena información sobre cómo pisa el coche y además es muy directa. Y a ello le sumamos un volante con forma y agarre excelentes y unos asientos deportivos que sujetan el cuerpo con mucha eficacia, todo ideal para sentirte un poco más integrado con el coche.
El Driving Experience Control nos permite modificar la dureza de la suspensión, la respuesta del motor, la velocidad del cambio y el momento de intervención de los controles de tracción y estabilidad. En su modo más deportivo hace que esta versión del Serie 1 transmita más sensaciones de las esperadas en un coche que, recordemos, no llega a 120 CV de potencia.
Con el programa Sport activado el motor responde con rapidez, aunque hay que dar gas a fondo para que salgan a relucir esos 116 CV y puedan aprovecharse las excelentes cualidades del chasis. Por otro lado, el ruido de este diésel, para ser un tres cilindros, es bastante contenido y agradable. Su asociación con el cambio automático Steptronic de 8 velocidades es muy buena. Este cambio es muy rápido y preciso, y el hecho de ofrecer tantas relaciones permite conducir siempre en la marcha adecuada al régimen del motor. Esto es algo que se nota especialmente en propulsores de poca potencia, donde se debe aprovechar al máximo los caballos disponibles.
El BMW Serie 1 es el único en su segmento que mantiene la tracción trasera, y eso lo hace un tanto especial. Tiene una tendencia natural al sobreviraje que es perfectamente controlable y predecible. Tampoco hay un exceso de potencia que provoque fácilmente el deslizamiento del eje trasero, pero sí que conduciendo con el modo Sport + activado puedes provocar su movimiento conduciendo a fuerte ritmo, generando esa sensación de “pilotaje” tan característica de los coches a propulsión.
Por otro lado, al eje delantero no se le acumula el trabajo, y sólo debe encargarse de dirigir el coche según nuestra solicitud. Ese es uno de los aspectos que hacen que el Serie 1 tenga un guiado impecable, se note muy equilibrado y ágil en los cambios de trayectoria y, en definitiva, aporte mucha confianza al volante.
También influyen en esta sensación de seguridad sistemas como el control de estabilidad y el de tracción, que actúan en el momento justo para llevar el coche por el sitio. En conducción deportiva actúan constantemente aunque no se notan en ningún momento intrusivos.
Durante nuestro ensayo llegaron a recalentarse considerablemente los discos del eje delantero, que curiosamente provocaron que la tapa decorativa de una de las llantas saliera despedida tres metros después de una pequeña “explosión”, supuestamente debida a la acumulación de gases procedentes del disco en el hueco en donde se aloja, tal y como os comento en el video. No se si esto es un defecto puntual de la unidad de pruebas que nos dejó BMW, pero en cualquier caso, es un punto a vigilar o solucionar si no se quiere destinar parte del presupuesto en tapitas decorativas y en viajes al concesionario.
Conclusión
Dejando a un lado esta anécdota, el Serie 1 sigue transmitiendo una sensación de coche bien construido, seguro y divertido. Hay versiones con mayor potencia que pueden transmitir en mayor medida estas sensaciones, como la 118d, que por 2.000 euros más ofrece 150CV. La gama llega hasta el M135i de 326 CV, tremendamente eficaz incluso en circuito, pero que cuesta casi el doble de lo que se pide por esta 116d.
Relativamente económica de compra y mantenimiento, esta versión diésel de inferior potencia puede personalizarse como el resto de versiones, con un buen número de opciones. Está disponible el paquete de servicios BMW Connected Drive con nuevas opciones de servicio a través de internet, que permiten conocer en tiempo real el estado del tráfico, acceder a las redes sociales o música en streaming, entre otros.
También es una opción el navegador Professional, cuyos mapas se actualizan directamente a través de la tarjeta SIM integrada en el coche. O el nuevo asistente de aparcamiento, con doce sensores que se encargan de efectuar los giros necesarios para aparcar el coche en paralelo o en batería de forma automática. Otra novedad en el Serie 1 es el control de crucero con Stop & Go, que mantiene la distancia con el coche que nos precede de forma automática. Finalmente, el listado incluye sistemas como la cámara de marcha atrás, el asistente de activación de luces de carretera, el de información sobre límites de velocidad y el Driving Assistant, que avisa sobre un posible abandono involuntario del carril o sobre una posible colisión con el coche de delante.
La puesta al día del Serie 1 amplía su vida comercial, al menos hasta que BMW no se decida sustituirlo por un nuevo vehículo que se construirá previsiblemente sobre la plataforma del Mini 5 puertas y por lo tanto, con tracción delantera. Perderá así su característica única, para decepción de algunos. Son rumores que, en cualquier caso, no se harían realidad como mínimo, hasta 2018.
el problema es el que tiene un Sandero y le jode que la gente se pasee en un BMW de hay el complejo de ver solo problemas, el próximo coche comprate un TATA que también son baratos, probrecillo