BMW 328i Touring

El nuevo serie 3 Touring de BMW ha crecido, es más grande y ofrece un mayor espacio, tanto en el habitáculo como en el maletero. En realidad no podremos llevar a más ocupantes pero la familia irá un poco más cómoda. Es 97 milímetros más largo y su distancia entre ejes ha aumentado en 50 milímetros.

No son grandes las diferencias pero sí suficientes conseguir un espacio algo más amplio para que los pasajeros viajen con mayor comodidad. Los ocupantes de las plazas traseras disponen de 17 milímetros más a la altura de las rodillas y la distancia entre la banqueta de los asientos traseros y el techo es 9 milímetros mayor. También el maletero crece. Ahora alcanza los 495 litros, es decir, 35 litros más que el del modelo anterior, siendo unos de los más amplios de su segmento. Un poco de aquí y un poco de allá, hacen que el nuevo Touring sea y se vea más grande. Pero las novedades no sólo están en las dimensiones y en su aspecto.

Técnicamente recibe el motor TwinPower Turbo de cuatro cilindros 2.000 c.c. con función Start/Stop y modo Eco Pro, que representa la nueva generación de motores de gasolina potentes y ligeros a la vez, en línea con el concepto dinámico de el nuevo serie 3 de BMW. Este motor turbo de avanzada tecnología ofrece 245 CV a 5.000 rpm y un par máximo de 350 Nm a partir de 1.250 vueltas. Novedades también en lo que respecta a chasis y comportamiento dinámico, así que yo creo que lo mejor es ver cómo ha ido la prueba, ¿no?

El nuevo familiar de BMW llega repleto de tecnología de todo tipo. Tanto en seguridad como en mejoras para su eficacia dinámica. Además del propulsor de última generación TwinPower Turbo, que dispone de diversas soluciones de avanzada tecnología tales como la inyección directa de gasolina High Precision Injection, el sistema turbo tipo Twin Scroll, la regulación variable de los árboles de levas doble-Vanos y la regulación variable de las válvulas VALVETRONIC, el Serie 3 se aprovecha de las ventajas dinámicas que le proporcionan la ligereza de este propulsor -al recaer un menor peso sobre el eje delantero-, de los numerosos componentes de metal ligero utilizado en su chasis y de un menor peso total del coche -1520 kg. con cambio automático-, que además está repartido equilibradamente entre los dos ejes.

El 328i ofrece de serie de un cambio manual de seis velocidades y, opcionalmente, un automático de ocho relaciones de última generación con sistema Start/Stop que colabora a conseguir un consumo contenido. El sistema Driving Control, permite circular utilizando el modo Eco Pro (máximo ahorro de combustible), Confort, Sport y Sport + (esta última la opción más deportiva).

Dependiendo de nuestra elección, el sistema modifica la respuesta del motor, la de la caja de cambios -en el caso de la automática-, la respuesta inmediata al accionar el acelerador, la dureza de la dirección y el sonido del motor. Asimismo, cambia el nivel de intrusión del control de estabilidad y, si disponemos de suspensión activa, afecta a la dureza de la misma. Más tecnología. Entre todos los sistemas de seguridad -la mayoría opcionales- que equipaba nuestra unidad -advertencia de cambio de carril, control de crucero activo, controles de estabilidad y tracción, cambio de trayectoria, etc, nos impresionó el de la “protección activa”. Seguramente, será muy efectivo en caso de accidente, pero el susto que nos dimos el fotógrafo y yo cuando fuimos a detenernos para que bajara en la cuneta con el fin de empezar la sesión de fotos, fue mayúsculo. Resulta que dicho sistema tensa los cinturones de seguridad delanteros, cierra automáticamente las ventanilla y el techo practicable -en el caso de disponer de él- y el freno automático puede llegar a detener el coche en caso de accidente.

Dicho así suena bien, pero la realidad fue que cuando nos desviamos ligeramente hacia la cuneta, los cinturones nos dieron un “tirón” muy fuerte y el freno automático se puso en marcha de inmediato provocando una situación un tanto extraña y se podría decir de reacciones un tanto exageradas.

Pues la verdad es que muy bien. La firma bávara ofrece tres opciones de acabados, o mejor dicho, de líneas que denominan Modern Line, Luxury Line y Sport Line. Pese a ser de nueva factura respecto a la anterior versión, el habitáculo mantiene el estilo BMW con un diseño envolvente de manera que todos los mandos más importantes están al alcance óptimamente.

Sobre el salpicadero se encuentra la pantalla de alta resolución, de serie, que muestra toda la información con claridad y que se maneja con el sistema iDrive, situado en la consola central, donde también dispone de un compartimiento para teléfonos móviles, USB y conexión auxiliar para reproductores MP3. Opcionalmente podemos disponer del Head up Display, que proyecta información en la parte baja del parabrisas.

Las plazas delanteras son ahora más amplias, la altura al techo correcta, la posición de conducción se puede adaptar a gusto de cualquiera y la calidad de los materiales y el impecable acabado están presentes en todas las líneas de la gama. La parte trasera ha mejorado gracias a un mayor espacio aunque no es lo mejor del coche. Es cierto que ahora es más amplio -el hueco a la altura de las rodillas tras los asientos delanteros ha aumentado-, que la entrada es más cómoda y que los asientos son abatibles en proporción 40:20:40 individualmente, pero sigue siendo para dos personas porque el tercero, el que tenga que viajar en el centro, no lo hará con comodidad. Además del poco espacio que tendrá para los pies, el respaldo que le corresponde es más estrecho y duro que el de las plazas “normales”, -no olvidemos que se convierte en un apoyabrazos central-.

Donde sí se ha mejorado notablemente es en la capacidad del maletero y las posibilidades de carga que ofrece. Los 495 litros de que dispone -que se convierten en 1.500 con los asientos abatidos-, lo colocan como el mejor de su categoría por espacio, además de disponer de diferentes elementos de sujeción de carga opcionales como el soporte retráctil con cintas para sujetar la carga, redes en el maletero, red de separación del maletero para poder cargar hasta el techo o la apertura independiente de la luna trasera.

Como no podía ser de otro modo, no falta -en opción- detalles como la apertura del portón a distancia y la posibilidad de abrirlo pasando el pie por un sensor situado bajo el parachoques trasero -por si vamos con las manos ocupadas-.

No, no es que ese pero signifique nada negativo, pero sí es cierto que durante la presentación del nuevo serie 3 berlina, hace ya casi un año, tuvimos unas sensaciones que no las hemos encontrado de nuevo en el Touring. En aquella ocasión probamos los coches por carretera y en circuito y recuerdo que el comportamiento tanto en un lugar como en el otro fue excelente. Tenía un tarado de suspensión en la posición Sport + que se mostraba fantástico yendo al límite en el circuito -algo difícil de obtener en una pista con coches de serie-.

Poquísimo balanceo de la carrocería, el control de tracción te dejaba ir rápido antes de entrar en acción, los cambios de apoyo eran rápidos y ágiles, la dirección tremendamente precisa… en fin, una maravilla. Con el Touring no hemos entrado en un circuito pero sí hemos rodado bastante por diferentes tipos de carretera y, pese a tener un comportamiento ejemplar, no ha sido lo mismo.

Motor y cambio forman una pareja perfecta. Acelera desde bajo régimen con contundencia -no con una respuesta explosiva pero sí con fuerza- y el cambio se muestra muy eficaz y preciso. En autovías o autopistas tiene un rodar excepcional. Suave, confortable y estable, aúna todos los requisitos para disfrutar de él en este tipo de rutas además de conseguir unos consumos bastante buenos, como lo demuestran los 7,4 litros que obtuvimos en nuestra prueba -circulando a velocidades legales-.

En zonas más viradas también se muestra eficaz pero, por ejemplo, en la posición Confort la suspensión es, a nuestro gusto, demasiado blanda y especialmente en la entrada a los virajes y en los cambios de apoyo. En curvas más rápidas es estable pero, si hay irregularidades, las acusa bastante si mantenemos un ritmo alto. Lógicamente, en la posición Sport y, sobre todo, en la Sport +, la cosa cambia y nuestro familiar se “transforma” en un “deportivo” con el que se puede ir muy deprisa en zonas viradas y mixtas y en el que el motor y el cambio -sobre todo utilizándolo este último en modo secuencial-, nos permitirá disfrutar totalmente.

La dirección es precisa -aunque en Confort ocurre un poco como con la suspensión, -tiene un tacto un poco “fofo”-, pero que queda solucionado en cuanto cambiamos a Sport. La frenada está a la altura de la calidad del coche y no desfallece ni cuando le exigimos el máximo por carretera.

Tengo que confesar que se me hace difícil ser crítico con este coche porque los serie 3 Touring -los anteriores también-, han sido desde siempre uno de mis coches favoritos. El tacto general de los BMW me gusta y el del nuevo Touring no es una excepción, si bien es verdad que no ha llegado al grado de perfección de cuando probamos el berlina en su presentación. Pero estamos hablando de matices y la verdad es que poco peros se pueden poner a este coche. Corre, es cómodo, amplio, bonito con una capacidad de carga líder en el segmento y te permite “alegrías deportivas” siendo un familiar. ¿Qué más se puede pedir? Pues quizá que el precio que se tiene que invertir para tener un equipamiento de acuerdo con su nivel general fuera menor. De “salida” cuesta 42.200 €, -cambio manual-, pero para tener la mayor parte de las comodidades y elementos de seguridad que disponíamos en nuestra unidad, habrá que añadirle “unos veinte mil más”.