Hemos dado una vuelta por Barcelona con el nuevo Citroën C-Zero. Un cochecito eléctrico pensado para los traslados urbanos. Es la primera vez que me subía y conducía un coche eléctrico y la experiencia ha sido muy normal (por lo tanto positiva). Pese a su pequeño tamaño, cabíamos perfectamente cuatro adultos de manera cómoda; teniendo en cuenta que no teníamos que hacer un viaje de 3 horas. Las primeras unidades de este modelo empezaron a entregarse a finales de 2010. Llega con un precio de 28.900 € una vez descontada la ayuda del gobierno, para la compra de coches eléctricos.
Diseño exterior
El C-Zero, como ya hemos comentado en alguna que otra ocasión, ha sido desarrollado conjuntamente con Mitsubishi, con lo que guarda un gran parecido estético con el i-Miev. Además, también deberíamos nombrar la versión de Peugeot de este mismo modelo, que recibe el nombre de iOn. Es por ello que comparten las características estéticas exteriores, una forma elíptica que facilita la aerodinámica y una larga batalla de 2,55 metros que permite aprovechar al máximo el espacio interior.
Habitabilidad
Algunas diferencias con el i-Miev se hacen presentes en el interior del vehículo. El salpicadero es prácticamente el mismo, con la excepción de algunas botoneras y la utilización de materiales como el cuero en el volante y el pomo del cambio. Los plásticos se han pintado de un color un poco más agradable a la vista. El panel de instrumentos del C-Zero dispone de un indicador de aguja, activo desde el momento en que se conecta el contacto, que permite visualizar la utilización de la batería con una zona azul oscuro, que simboliza la recarga, una verde claro, para las fases de conducción económica y una blanca que indica una necesidad de consumo mayor que la energía disponible. Es muy manejable por sus dimensiones (3,48 metros de largo, 1,48 de ancho y 1,60 de alto) y por un diámetro de giro de 9 metros. También cómo gracias a sus 4 plazas (2+2) de acceso rápido debido a que es un cinco puertas. En este sentido, los vehículos de cinco puertas más pequeños que se comercializan son de cómo mínimo 3,6 metros de largo como es el caso de los Hyundai i10 o Chevrolet Spark. El maletero (166 litros), aunque proporcional al tamaño del coche, dispone del espacio suficiente como para guardar la compra o 4 mochilas escolares bien cargadas.
Mecánica
Este vehículo está dotado de una tecnología que se basa en la utilización de baterías de iones de litio. Para facilitar las maniobras y los arranques en pendiente, dispone de un sistema que hace que se mueva lentamente al soltar el freno, a semejanza de las cajas de cambios automáticas. Cuenta con una reducción y una desmultiplicación adaptada, además de un diferencial tradicional, ambos implantados sobre el tren trasero, próximos al motor eléctrico. El ajuste realizado en el momento de la puesta a punto del Citroen C-Zero hace que sea posible conducir el coche según dos métodos diferentes. Aproximadamente en la primera mitad del recorrido del pedal del acelerador, los ajustes elegidos permiten desplazarse con total normalidad en la circulación, dando prioridad la economía y el bajo consumo de electricidad. En la segunda parte del recorrido, el vehículo dispone de toda la reserva de potencia y par motor para desplazamientos dinámicos o para necesidades instantáneas, ligadas por ejemplo a la ejecución de maniobras de seguridad. Cuenta además, con un sistema de recuperación de energía en desaceleración y en frenado que permite recargar las baterías. La recarga se realiza con un enchufe normal, en 6 horas. Pero si usamos una toma de corriente específica podemos llegar a cargar el 80% en sólo 30 minutos o el 50% (75 km de autonomía) en apenas 15 minutos.
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Comportamiento
Como comentaba, por dimensiones y peso, se mueve con facilidad por la ciudad, en silencio, como todos los eléctricos y con buena maniobrabilidad. Con un coste de utilización, según la marca, de 1,5 € a los 100 km. Depende, entre otros factores, de lo cargado que vaya. Se muestra alegre y de respuesta rápida, al acelerar, dentro de lo que son sus características. Sus prestaciones: velocidad máxima 130 km/hora, de 0-100 km/h en 15,9 segundos y su aceleración de 60 a 80 km/h en 3,9 segundos. Presume de una autonomía de 150 km, pero no lo hemos podido comprobar, así como tampoco lo hemos podido conducir por carretera revirada, para probar su estabilidad. El equipo de frenos está compuesto por discos en el tren anterior y tambores en el posterior. Sus llantas de aluminio de 15" montan neumáticos de 145/65 R 15 en el tren anterior y de 175/55 R 15 en el tren posterior. Se trata de un tracción trasera así que este hecho es el responsable de que los neumáticos posteriores sean más anchos.
Seguridad
El C-Zero posee todas las prestaciones de seguridad, confort y habitabilidad que poseen los vehículos de su segmento: ESP, 6 airbags, climatización, repartidor electrónico de frenado, ayuda a la frenada de emergencia, fijaciones Isofix en las plazas traseras,... Del mismo modo se ha cuidado mucho el diseño de sus componentes electrónicos así como la disposición de las baterías. Las baterías están incluidas en un pack estanco y rígido situado bajo el piso del habitáculo en una zona concebida para evitar deformaciones. Todo ha sido previsto para que en caso de choque los ocupantes gocen de la máxima seguridad posible.
Valoración final
El coche está concebido para uso urbano y en ese aspecto, cumple ampliamente las expectativas. Desplazamientos al trabajo, llevar a los niños al colegio, hacer la compra, recados... gasta poco y es fácil de aparcar, además, con contaminación cero. El problema viene dado porque aún no están las infraestructuras para recibir a este tipo de vehículos. En las ciudades, no es fácil realizar la recarga en casa y las zonas públicas habilitadas para ello aún son escasas. Por otro lado, según algunos estudios, en Europa el 70% de los trayectos de automóviles cotidianos semanales son inferiores a 30 km y el 95% de ellos son inferiores a 80 km. También hay que tener en cuenta que, el precio, pese a la ayuda, es aún elevado. Es lo que pasa cuando se es pionero y aún se está al principio del camino.
Yo tambien soy de la misma opinion,pero yo voy mas lejos,a mi me gustaria que investigasen a todos esos que viven exclusivamente de las ONGS,buenos sueldos tienen,coches y casas,yo daria 1 euro -por ejemplo-,para que un niño no pasara hambre,pero estos apesebrados que tu dices se quedan con 80 centimos,otros 10 por otro lado...y al final gracias si a ese niño le llegan 5 centimos.Me gustaria que desde aqui se empezara a investigar,como dice un amigo,a estos -sandias-,verdes por fuera pero rojos por dentro.