Dacia es una marca que bajo el paraguas del Grupo Renault ha ido adquiriendo protagonismo en España. Desde 2005, año de su nacimiento, ya ha vendido más de 73.000 unidades de los modelos Sandero, Logan y Duster. Dacia necesitaba un monovolumen con el que satisfacer las necesidades de sus potenciales clientes, muchos de ellos con familias numerosas o necesidades de transporte. El Logan con carrocería Station Wagon es una buena opción, pero hacía falta crear un coche más moderno y más capaz. El nuevo Dacia Lodgy cumple sobradamente, ya que en poco más de 4,5 metros de longitud ofrece siete plazas y una habitabilidad que sorprende desde el primer momento. También las buenas soluciones de modularidad, el funcionamiento refinado de su motor diésel de 107 CV que tuvimos ocasión de probar y el precio, por supuesto, son argumentos que pueden llegar a convencernos. Desde 9.900 euros podemos tener un Lodgy básico. Pero cuidado, las versiones más equipadas llegan a los 15.700 euros, sin añadir opciones. Aún así, es el siete plazas más asequible del mercado, y un coche que nos parece ideal para aquellos que estén pensando en cambiar de vehículo, por necesidad o capricho, y no quieran o no puedan realizar una fuerte inversión. Una situación cada día más habitual en nuestro país.
Diseño
El coche a simple vista parece más grande de lo que en realidad es. Mide 4,5 metros de longitud, como un compacto. Quizás la forma exageradamente break de su trasera, con el portón en caída muy vertical, y la generosa altura de la carrocería (1,68 metros) generan este efecto. Su anchura, similar a la de un Volkswagen Touran, y la alta línea de cintura también contribuyen a dar robustez visual. El frontal del Dacia Lodgy incorpora la nueva imagen de la marca, y se percibe moderno y agradable a la vista. En definitiva, estamos ante un coche nada vanguardista, de líneas simples, pero que puede llegar a seducirte precisamente por esa sobriedad estética.
Habitabilidad
Una de los puntos que más sorprenden en este coche es su enorme espacio interior. Desde un primer momento parece que estamos sentados en un coche de segmento superior. Es una sensación que recibes en cualquiera de las plazas, incluidas las de la tercera fila. La distancia entre filas es muy buena, y la altura al techo considerable. Sólo un dato: en la tercera fila puede acomodarse un adulto de 1,90 metros, algo que no es posible en la mayoría de siete plazas. El acceso a estas plazas accesorias, que pueden recogerse en el maletero, es sobresaliente. El sistema de plegado de todas las banquetas es muy sencillo y efectivo, aunque algunas palancas requieren realizar un poco más de fuerza de la habitual. Pero en un santiamén tenemos el interior del coche modulado a nuestros gustos o necesidades. El maletero que nos queda con todas las filas operativas es de 207 litros, que es un volumen similar al que ofrece el maletero de un Renault Twingo. Plegando y desplegando banquetas podemos jugar con la capacidad de carga, hasta un máximo de 2.617 litros, la capacidad que ofrece un Renault Grand Espace, para hacernos una idea. Este Dacia podría perfectamente utilizarse como furgoneta de carga, y la prueba está en que la marca ofrecerá próximamente una versión comercial sobre esta misma base, un poco más corta de carrocería. Al sentarnos al volante de este monovolumen nos recibe un salpicadero sencillo, con la pantalla de 7" del sistema multimedia Media Nav sugiriendo ser manipulada. Es la primera vez que un Dacia monta un sistema de navegación integrado. En este caso, forma parte de un paquete opcional que cuesta 360 euros. Es una opción recomendable si sueles utilizar navegador, ya que no supone un coste demasiado elevado y su uso, junto con el sistema de audio o el teléfono, es muy intuitivo. Para hacernos una idea, el manejo es similar al de un Smartphone, mediante pantalla táctil (ver foto). Los plásticos tienen un aspecto un tanto "duro", y los ajustes en general son simplemente aceptables. Algunos detalles, como algún que otro tornillo a la vista, la flexibilidad de algunos paneles o la calidad de la tapicería de la base de los asientos accesorios, por ejemplo, demuestran que los costes de fabricación han sido una prioridad en este coche, con el objetivo de ofrecer un buen precio. Adaptar nuestra postura de conducción al volante no es tarea fácil en un principio. Cuesta encontrar la regulación de altura de la banqueta (nuestra unidad con acabado Laureate la montaba de serie, pero la versión básica no dispone de regulación de altura ni opcionalmente). El volante sólo es regulable en altura, no en distancia, y es también una opción en la versión de acabado intermedio. En el acabado Laureate viene de serie. Una vez ajustada nuestra posición, percibimos que el volante está quizás demasiado horizontal para nuestro gusto, aunque es cuestión de acostumbrarse. Todos los mandos están en buena posición, ofrecen un tacto correcto y nos facilitan la sencilla conducción de este monovolumen. La visibilidad hacia todo el entorno del coche es buena, de la misma manera que la insonorización del habitáculo.
Mecánica
Dacia presentó el Lodgy en Marrakech (Marruecos), país en el que la marca tiene una importante presencia. De hecho, el Lodgy se fabrica en la nueva planta que el Grupo Renault tiene en Tánger. Allí pudimos conducir la versión con motor diésel 1.5 dCi de 110 CV, un motor que Renault fabrica en la factoría de motores de Valladolid. Dacia también ofrece el Lodgy con el mismo bloque pero menor potencia, 90 CV. Ambas versiones se benefician de la firma "Dacia eco", que garantiza bajos consumos y emisiones, así como quedar exentos de pagar impuestos de matriculación. La versión diésel menos potente se asocia a un cambio manual de cinco velocidades. El diésel de 110 CV lo hace a una caja mecánica de seis relaciones. Ambas cajas de cambios se fabrican en Sevilla. Por otro lado, la gama de motores se completa con un 1.6 de 85 CV de gasolina, que es el que monta la versión más básica. Como novedad, el Dacia Lodgy incorpora el nuevo motor TCe 115 que ya se ha visto en el Renault Scénic y el Renault Mégane. Este motor es de moderno diseño, y cuenta con inyección directa sobrealimentada y cadena de distribución, para un menor mantenimiento. Llegará a la gama Lodgy pasado el verano.
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Comportamiento
Con el motor diésel de 110 CV, el Lodgy se presenta como un buen monovolumen para hacer largas excursiones, sin temor a quedarse demasiado corto de potencia en la subida a los puertos de montaña ni en las recuperaciones. Es un motor suficiente para el tamaño y peso del coche si vamos a media carga. No obstante, faltaría probarlo con siete ocupantes y cargado de equipaje para comprobar su límite. Sí podemos afirmar que adolece de falta de respuesta por debajo de 2.000 revoluciones, pero una vez superado el "bache" es muy lineal y agradable en su respuesta. Apenas se oye, rueda muy fino y contribuye al placer de conducción, un concepto que en esta marca suele quedar en segundo plano. El guiado del Lodgy es muy bueno. El coche entra en las curvas sin comportamientos extraños, ni excesos de balanceo de la carrocería, con total linealidad neutralidad. Dacia ha logrado un buen compromiso en el tarado de la suspensión, que ofrece un buen grado de confort sin resultar excesivamente mórbida. La plataforma de este monovolumen deriva de la que monta el Logan, pero el tren trasero lo hereda del Renault Kangoo.
Seguridad
El Dacia Lodgy equipa de serie, en cualquiera de sus versiones, ABS con sistema de frenado de emergencia, airbags frontales y laterales delanteros, cinturones delanteros con pretensores pirotécnicos y cinturones traseros con 3 puntos de anclaje en segunda y tercera fila. Las tres plazas de la segunda fila también montan anclajes Isofix. El control de estabilidad es opcional en todas las versiones (220 euros) y no monta rueda de repuesto, también opcional (81 euros).
Valoración Final
Este nuevo Dacia nos parece una excelente opción para aquellas familias que necesiten cambiar el coche y no puedan o deseen invertir demasiado dinero. El precio de entrada a la gama Lodgy, 9.900 euros, es un excelente argumento de ventas, y el coche ofrece a cambio una excelente versatilidad y una correcta calidad general de fabricación. El motor Renault es garantía de fiabilidad y buenas prestaciones, y los tres años de garantía o 100.000 kilómetros también pueden ayudarnos a decidir. El Dacia Lodgy más equipado, con opciones incluidas, puede superar los 16.000 euros, una cifra un tanto peligrosa teniendo en cuenta que se acerca a la de un Renault Scénic básico o la de un Citroën C3 Picasso de 92 CV diésel. No obstante, la diferencia a favor del Dacia y sobretodo, el hecho de disponer de siete plazas totalmente aprovechables, pueden decantar la balanza por este último.
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