La cuarta generación del Kia Rio llega cargada de buenos argumentos y debería ser motivo de un aumento de ventas de Kia Europa. O al menos eso es lo que pretende la marca con este Rio de personalidad marcada, estilo a gusto de los europeos y que, según Benny Oeyen, Vicepresidente de Marketing y Planificación de Producto de Kia Motors Europa, "es una revolución más que una evolución del anterior". No sabemos si tanto, pero sí es cierto que se trata de un serio oponente para los integrantes del segmento B. El nuevo modelo representa una ruptura con su predecesor y presenta un aspecto en línea "con lo que se lleva" y con un ligero toque deportivo, pese a ser la versión de cinco puertas. Kia ofrece para este modelo una gama de cuatro motores, dos diésel y dos gasolina de tres y cuatro cilindros, con potencias que van de 75 a 109 CV. La unidad de nuestra prueba incorpora el propulsor 1.4 diésel con turbocompresor y 90 CV que le otorga un carácter alegre y eficaz en cualquier circunstancia. A nosotros nos ha gustado y así os lo explicamos.
Completo
El nuevo Rio varía considerablemente respecto a su antecesor y lo hace en todo los sentidos. Las primeras generaciones tenían la "etiqueta" de coches de bajo coste y reducida calidad. Pero Kia ha dado un salto cualitativo enorme -ya lo hizo con el Sorento o Sportage- y ahora lo confirma con la última generación del Rio.
Además de su imagen externa, en nuestra opinión muy acertada y atractiva, sólo hace falta mirar en su interior para darnos cuenta de que estamos ante un coche "de otro nivel" comparado con sus antecesores. El habitáculo es amplio, los ajustes son buenos, los asientos, pese a tener unos laterales algo pequeños, ofrecen una buena sujeción y la posición de conducción es cómoda y familiar. Los mandos están bien colocados, el volante es multirregulable y la sensación general es muy confortable.
El cuadro de instrumentos es completo y se divide en tres grandes esferas entre las que destaca el velocímetro central que incluye la pantalla del ordenador de abordo. En la parte frontal del tablier son protagonistas el equipo de audio, el climatizador y las salidas de aire y calefacción.
Junto a la radio CD hay un hueco de forma cuadrada para dejar tarjetas o algunas monedas, aunque en la consola central, bajo el climatizador y delante de la palanca de cambio, encontramos un amplio espacio para mandos de parking, llaves, etc. La unidad probada disponía de una toma de 12V, un encendedor y conexiones USB y Aux-In.
La guantera es de dimensiones correctas y, en general, el habitáculo dispone de varios espacios portaobjetos, -para botellas en las puertas-, portalatas entre los asientos y un buen hueco bajo el reposabrazos central. Las plazas trasera disponen de una gran distancia para las rodillas y un buen espacio para la cabeza respecto al techo.
Por el contrario, no son especialmente anchas y a nuestro gusto quedas un poco "bajo" una vez sentado, pero en conjunto, ofrece un espacio amplio que le permite estar entre lo mejores en este aspecto. El maletero es de 288 litros y gracias a sus formas regulares se puede aprovechar bien. Dispone de unos huecos laterales y la altura para cargar es ideal.
Cambio de imagen
El nuevo modelo es más largo, más ancho, más bajo y con más distancia entre ejes, lo que le proporciona mayor habitabilidad y capacidad de carga. Destaca por sus líneas marcadas que le dan un aspecto atractivo y que le permiten situarse entre los mejores del segmento B con algunos "toques" que lo acercan al Premium en algunos aspectos.
En el frontal destacan las dos grandes ópticas, la parrilla, específica para este modelo, y el logotipo situado por encima de esta última. De perfil, la proporción carrocería/cristal combinada con la forma en cuña y su techo bajo, le da un aspecto dinámicoy con un aire "deportivo". La parte trasera es la menos atractiva y, aparte de las dos ópticas y su silueta "estilo" coupé, el resto nos ha parecido algo soso. La llantas de aleación de 15" de nuestra unidad tampoco nos parecieron preciosas, pero sí están el línea con las de las competencia en este segmento. El nuevo Kia cinco puertas llega con los niveles de acabados, Concept, Drive y Emotion y sin la posibilidad de añadir extras. Para destacar aún más el aspecto del nuevo Rio, la marca ha renovado la paleta de colores y ahora ofrece el modelo en Blanco, Negro, Bright Silver, Signal Red, Deep Blue y Wendy Brown, para destacar su estilo y personalidad.
Buena respuesta
Como comentábamos con anterioridad, nuestra versión disponía del motor 1.4 CRDI con una potencia de 90 CV a 4.000 rpm, un par máximo de 220 Nm entre 1.750 y 2.750 rpm y un cambio manual de seis relaciones. Es un motor que, si bien no destaca espectacularmente en ningún apartado, ofrece una respuesta muy homogénea y de fácil utilización.
Como era previsible, en ciudad se desenvuelve francamente bien y se conduce con comodidad. La respuesta del motor y su agilidad lo hacen práctico para callejear por la urbe y, aunque la dirección es algo lenta, es precisa.
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El tacto del cambio es un poco especial, aunque a algunos conductores les puede gustar porque es muy suave y apenas ofrece resistencia para engranar la marcha pero, a nuestro gusto, es demasiado "fofo" y, hasta que te habitúas, no es difícil poner tercera cuando queremos arrancar en primera.
De todos modos estamos hablando de matices que en absoluto incomodan la conducción. Lo que sí incomoda un poco es la escasa visibilidad trasera, aunque es algo que empieza a ser común en este tipo de coches, por darle prioridad al diseño. De todos modos, por suavidad general, tacto y unos consumos cifrados en ciudad de 4,9 litros (nosotros rondamos los 6,0 litros), el nuevo Rio es un buen ciudadano.
Fuera de la ciudad
Cuando queramos salir de la urbe, hacer recorridos extraurbanos o viajar, lo haremos con un coche que sigue respondiendo a un alto nivel, con un motor que ofrece unas prestaciones más que buenas y con un comportamiento dinámico en la línea de lo visto hasta ahora en el nuevo Kia, es decir, en positivo.
Si bien la respuesta del motor es "mejorable" hasta llegar a las 1.500/1.700 rpm, a partir de ahí el turbo hace acto de presencia para ofrecernos un motor con una curva constante y plana hasta alcanzar las 4.000 rpm, donde te pide otra marcha sin discusión.
En carreteras viradas la suspensión se muestra algo blanda, aunque no balancea en exceso y, si forzamos la conducción, nos demostrará que como todos los tracciones delantera es algo subvirador, pero tampoco demasiado.
La frenada es correcta aunque con un tacto algo blando. En pos de un consumo contenido, los desarrollos del cambio son larguísimos y, si bien es algo eficaz para ese fin, limita la efectividad a la hora de adelantar o de subir, para lo que tendremos que reducir a quinta o cuarta velocidad. En autovías y autopistas el comportamiento es intachable y tan sólo el tacto de dirección -demasiado ligero-, empaña ligeramente la sensación de aplomo.
Conclusión
Gran trabajo realizado por Kia en este modelo. Han conseguido tener un buen producto en el segmento B, con un precio competitivo, una imagen "a la moda" buenas calidades y capaz de enfrentarse a cualquier rival.
Dinámicamente cumple sobradamente, especialmente en ciudad, y su habitabilidad es una de las mejores del segmento. Nuestra unidad de pruebas - acabado Drive- cuesta 17. 575 € sin ningún tipo de descuento y 14.653 €, (precio promocional).
Estamos seguros de que su llegada hará dudar a más de uno que ya estaba convencido de comprarse otro modelo del mismo segmento.
Tengo un picanto y un río,son máquinas muy finas, son casi libre de mantenimiento. La suspensión del picanto un poco dura, pero esos carros no molestan para nada. En Colombia la marca está en el tercer puesto en ventas, son vehículos normales y considero que son buenos carros.