El Kia Sorento ha sido históricamente, desde su lanzamiento en 2002, el responsable de hacer ver al público europeo que la marca coreana es capaz de crear grandes vehículos de aspecto lujoso y aptitudes ruteras, y no sólo vehículos compactos y utilitarios con los que durante años se identificó su gama. Hoy haremos la prueba al Kia Sorento 2.2 CRDi Drive 4x4
Potente familiar
El Sorento siempre ha sido el buque insignia de Kia en el segmento de los SUV’s o todocaminos, la mejor muestra de hasta qué punto este fabricante puede desarrollar un 4x4 apto para siete pasajeros, ideal para largos desplazamientos en familia, para el viaje de vacaciones o un fin de semana activo con las bicicletas, la tabla de surf o los materiales de escalada a cuestas. Porque todo cabe en este vehículo de 4,78 metros de longitud, ya sean personas o bultos.
El Sorento también completa la gama de todocaminos en Kia, que tiene como principal referencia al Sportage, un modelo que se sitúa justo por debajo del Sorento y que cubre perfectamente las necesidades de un público todavía más amplio, como demuestra la excelente evolución de sus matriculaciones. El Sportage es más compacto (es 34 centímetros más corto que el Sorento) y más barato. En comparación, el Sorento se dirige a aquellos que necesitan más espacio, algo más de lujo y más potencia. Este SUV se vende sólo con un motor diésel, el conocido 2.2 CRDi que también monta uno de sus rivales, el Hyundai Grand Santa Fe (en este enlace puedes ver nuestra prueba del Hyundai Grand Santa Fe 2.2 CRDi 4x4 AT Style), y que da unos considerables 200 CV.
Además del Hyundai Grand Santa Fe, en el grupo de SUV’s de 7 plazas también debemos tener en cuenta al Ssangyong Rexton W (en este enlce puedes disfrutar de la prueba del Ssangyong Rexton W 200 eXDi Automático Limited) , el Nissan X-Trail (en este enlace puedes ver nuestra pruega del Nissan X-Trail dCi 130 CV 4x4-i Tekna) , el Mitsubishi Outlander (en este link tienes nuestra prueba del Mitsubishi Outlander 200 MPI) o incluso el Land Rover Discovery Sport (aquí puedes ver la prueba del Land Rover Discovery Sport SD4 4WD HSE Lux AT 7P). Lo que ocurre es que, con la excepción del Grand Santa Fe, el Kia Sorento es más grande, más potente y más barato que todos ellos. Esto lo hace especialmente competitivo e interesante, ya que para encontrar otro SUV de 7 plazas de su tamaño y potencia hay que contar con un presupuesto más elevado e irse, por ejemplo, a un BMW X5 (Puedes ver la prueba del BMW X5 XDrive 30d en este enlace).
Nueva generación, la tercera
El nuevo Sorento representa la tercera generación del modelo. Se presentó a principios de este año y que hace unos meses llegó a los concesionarios españoles. Es, por lo tanto, un modelo similar al anterior, pero evolucionado en todos sus aspectos: estética, chasis, motores y equipamiento.
Comencemos por la estética. La llegada a Kia del diseñador alemán Peter Schreyer, quien durante años estuvo trabajando para Audi, ha contribuido de forma notable a la evolución y el éxito de la marca en Europa. Schreyer y su equipo han creado un nuevo lenguaje de diseño para la marca, y han dado la sorpresa diseñando concepts y vehículos de producción con estética atrevida y desenfadada. El Sorento es una nueva muestra de la capacidad de esta marca de hacer evolucionar estéticamente un SUV para gustar a una mayoría y que a la vez resulte original, moderno y atractivo.
Poco tiene que ver el nuevo Kia Sorento con el anterior desde el punto de vista estético, y aunque el modelo precedente no estaba nada mal, el nuevo es todavía más sugerente. Vemos en él la característica parrilla “Tiger Nose” exenta de lamas y dividida en dos, con el logo de la marca en primer plano. Con esta parrilla, los nuevos faros con luces LED en forma de pestaña y las formas voluminosas del capó, el frontal del Sorento se ve muy contundente, transmite solidez y potencia a primer golpe de vista. El parabrisas y el pilar A están muy inclinados, y dan una apariencia deportiva que tiene su continuidad en el perfil del coche. La línea de cintura es elevada, la línea de techo cae ligeramente hacia atrás y finaliza en un gran alerón que cumple una función estética y aerodinámica a la vez. Atrás vemos unas nuevas luces LED y un gran portón de formas simples pero muy equilibradas. El Kia Sorento, incluso en esta unidad de prensa pintada en color blanco, se percibe bien diseñado, elegante, actual y fresco. También se ve voluminoso, un efecto que potencian las formas atléticas del capó, los anchos pasos de rueda, las barras de techo y las llantas de aleación de 17 pulgadas.
Los 4,78 metros de longitud y los 2,78 metros de batalla posibilitan que en este coche puedan viajar hasta siete pasajeros con un buen espacio interior. De hecho, la habitabilidad y el confort sobresalen en este Kia, que a simple vista ya muestra sus excelentes aptitudes como coche de familia. La primera sensación que uno siente al subirse al Sorento es de espacio, de confort y de buen acabado. Se nota una buena calidad en los materiales y se ve un salpicadero que, como suele ser norma en la marca, está bien diseñado.
Interior muy agradable
El equipamiento también es muy completo. Nuestra unidad de pruebas corresponde al acabado Drive, el intermedio. Aun así, equipa de serie asiento del conductor regulable eléctricamente y con apoyo lumbar, volante y pomo de cambio forrado en piel, techo solar panorámico, navegador con pantalla de 7 pulgadas, climatizador bizona, mandos multifunción, pedales de aluminio… este equipamiento de serie contribuye a dar esa sensación de coche muy completo y con buena atención al detalle. En el salpicadero todos los mandos están en una posición lógica y tienen un tacto muy agradable, suave y preciso.
La posición de conducción en este SUV es un poco elevada, sin llegar al extremo de un Jeep o un Land Rover. En general hay buena visibilidad hacia todo el entorno excepto hacia atrás, algo lógico teniendo en cuenta la longitud del coche. Para maniobrar contamos con una cámara de visión trasera y sensores de aparcamiento. También encontré limitada la visibilidad en el ángulo muerto que se produce entre el pilar A y el retrovisor izquierdo, al menos desde mi particular postura de conducción.
Los huecos para dejar objetos mientras conduces son amplios y están bien diseñados, hay conexiones USB y Aux para dispositivos externos y allí donde tocas se ven materiales de buena calidad y tacto agradable. Un buen ejemplo lo tenemos en el volante, de tres radios y con diseño ligeramente deportivo. Sus pulsadores recuerdan a los que montan algunos Audi. El diseño del salpicadero no transmite sofisticación y complejidad, sino más bien minimalismo. Hay pocos pulsadores y la mayor parte de las funcionalidades se concentran en la pantalla de 7 pulgadas del sistema de infoentretenimiento, situada en el centro. El uso de sus menús es sencillo, intuitivo y bastante preciso, mucho mejor de lo que conocíamos en el anterior Sorento.
Pasajeros de atrás bien cuidados
En la segunda fila de asientos encontramos tres plazas muy aprovechables, gracias a la poca intrusión del túnel de transmisión y las buenas dimensiones disponibles en todos los sentidos. Las banquetas de esta segunda fila son correderas (ver foto) y tienen el respaldo reclinable, un buen detalle para mejorar el confort en largos viajes. Además, cuentan con apoyabrazos y salidas de aire acondicionado regulables.
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La tercera fila la forman dos banquetas independientes que se pliegan en el piso del maletero y que, por lo experimentado, son sólo aptas para niños o adultos de corta estatura. El espacio para colocar las piernas, incluso adelantando la banqueta de la segunda fila, es corto. También como es habitual, el acceso a esta tercera fila es estrecho. Los ocupantes de esta tercera fila también pueden regular de forma independiente el aire acondicionado. Un buen detalle.
Y por lo que respecta al maletero, las cifras hablan por si solas: 600 litros ampliables a 1.732, que permiten colocar grandes bultos sin problemas. El piso queda totalmente plano, y el plano de carga no está excesivamente elevado para tratarse de un todocamino. Por lo tanto, el maletero es uno de los puntos fuertes de este coche, un buen atractivo para aquellos de vosotros que busquéis funcionalidad y aptitudes para la carga. Bajo el maletero se sitúa la rueda de repuesto, que no es de galleta, y que en este modelo viene de serie.
Rodar confortable
Ese confort y atención al detalle perceptible en parado tiene su continuidad una vez ponemos el coche en marcha. El Sorento es un todocamino con carrocería monocasco y suspensión independiente, y eso se traduce en un rodar parecido al de cualquier turismo. Está bien insonorizado y sus suspensiones tienen el punto justo de elasticidad para absorber las irregularidades del asfalto sin resulta excesivamente mórbidas. No obstante, no evitan que el coche transmita algunas inercias al apoyarse en los virajes, debido al volumen, peso y centro de gravedad ligeramente elevado. Esta sensación de conducción es común en la mayoría de SUV’s de siete plazas, especialmente si se conducen cargados. De ahí que vengan bien calzados y con eficaces sistemas de seguridad activa como el control de estabilidad, que en este Sorento tampoco es demasiado intrusivo.
La dirección es bastante directa y cuenta con dos niveles de asistencia, para que podamos regular su comportamiento según nuestros gustos. Es un sistema que permite al conductor decidir qué nivel de “dureza” quiere y en qué momento, aunque personalmente soy más partidario de una dirección con asistencia variable de forma automática. Pienso que si hay que pulsar un botón, que sea también para regular el comportamiento del chasis, no sólo de la dirección.
En cualquier caso, la conducción es fácil, intuitiva y segura. El coche entra rápido en curva, difícilmente hace extraños y ofrece una buena motricidad a la salida de los virajes. Tiene la tracción integral típica de un crossover, que funciona a base de un embrague multidisco que se encarga de repartir el par motriz entre los dos ejes según convenga. En este caso, además, contamos con un pulsador que permite bloquear este reparto de par al 50%. Es útil para circular, por ejemplo, por carreteras con una buena capa de nieve o con hielo, y equilibrar las reacciones del coche al avanzar.
Sólo para pistas fáciles
Esta transmisión 4x4 es útil para este tipo de situaciones, pero es muy limitada para hacer todoterreno de verdad. Por ese motivo, el Sorento no es un coche para grandes aventuras en off-road. Tampoco acompaña la carrocería, con sus grandes voladizos, ni el corto recorrido de suspensión, ni las llantas de aleación con neumáticos para asfalto. Eso sí, el Sorento ofrece un buen nivel de seguridad y confort a la hora de recorrer la típica pista forestal en buen estado que nos lleva a una ermita románica, por ejemplo. El camino a recorrer es con este coche mucho más agradable que si lo hiciéramos con un turismo.
Un sólo motor diésel
Kia ha decidido equipar al Sorento con un motor diésel de cuatro cilindros, de 2,2 litros de cilindrada, doble árbol de levas en cabeza, inyección directa common rail, turbo de geometría variable e intercooler. Es el único motor disponible en la gama. Es concepción moderna, y ofrece 200 CV a 3.800 r.p.m. y un par máximo de 441 Nm entre 1.750 y 2.750 r.p.m. Tiene una agradable respuesta a bajas vueltas y hace gala de una buena elasticidad en la entrega de potencia y par. Hace más ruido del deseado al ralentí, pero una vez sube de vueltas se nota refinado y exento de vibraciones.
Es un motor ideal para las características del Sorento, que cargado con equipajes o bultos puede superar las dos toneladas y media de peso en orden de marcha. La caja de cambios manual de seis relaciones es precisa y está bien escalonada. Con la sexta marcha podrían alcanzarse los 203 km/h de velocidad máxima que marca su ficha técnica, aunque también sirve para rebajar el consumo en autopista y vías rápidas. No obstante, el gasto de combustible es un poco alto: 8 l/100 km en autopista, unos 7 l/100 km en carretera, y 10 l/100 km. en ciudad, según lo que registramos en nuestra prueba.
Si estáis pensando en un SUV para utilizar a diario en ciudad, el Kia Sportage es más adecuado que el Sorento por sus dimensiones compactas y mejor economía de uso. El Sorento se sitúa en un escalón superior, y en este sentido, todo acompaña. Como el precio: 42.990 euros es lo que vale este acabado Drive con tracción integral. Viene con todo el equipamiento antes comentado y sin apenas opciones de personalización, excepto el color de la carrocería. Y aunque el equipamiento de serie es muy completo, encuentro a faltar un catálogo de extras que permita introducir de forma individual algunos elementos de equipamiento propios de acabados superiores. Por ejemplo, algunos de los sistemas de asistencia a la conducción como el de ángulo muerto y alerta de tráfico trasero, la llave inteligente o la cámara de 360º que se incluyen en el acabado Emotion ( 46.490 euros).
Esta es la política que tradicionalmente ha seguido Kia en sus productos: buen equipamiento de serie, pocas opciones y una buena relación calidad/ precio. Es precisamente lo que hace competitivo y muy atractivo al Sorento dentro del reducido grupo de SUV’s de siete plazas.
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