Kia Sportage: Atractivo y económico

Salta a la vista que el Kia Sportage tiene algo en común con su primo-hermano el Hyundai ix35. Las formas generales de la carrocería así lo delatan. Ya la anterior generación del Sportage compartía un gran número de componentes con el antecesor del ix35, el Tucson. En el pasado los modelos de Kia y Hyundai eran mucho más similares estéticamente que los actuales. El nuevo Sportage ha sido concebido en el nuevo centro de diseño que Kia comparte con Hyundai en Frankfurt. El Hyundai Kia European Design Center es un edificio de 5.780 m²; que cuenta con todo lo necesario para concebir y dar forma al futuro de las dos marcas coreanas en nuestro continente. En la parte frontal nos encontramos con una calandra de dimensiones bastante grandes enmarcada por una franja cromada. La parte inferior de esta calandra sigue la línea descendente descrita por los grupos ópticos delanteros. En el parachoques encontramos dos grandes faros antiniebla en sus dos extremos. A simple vista se puede apreciar que se ha buscado un diseño impactante. En la vista lateral apreciamos la buena altura libre al suelo que presenta. Gracias a una cota de 172 mm los bajos de la carrocería y por tanto, la transmisión y demás elementos mecánicos quedan alejados del suelo. Además la estética resultante es bastante atractiva, sobretodo si optamos por las llantas de aleación de 18", un elemento de serie en el acabado más alto. La parte trasera es muy interesante con unos pilotos de estilo futurista y unas líneas muy bien elaboradas. Se mire por donde se mire resulta realmente atractivo.

Estamos ante un modelo con unos precios de tarifa relativamente económicos con lo que no debemos esperar lujo a espuertas. El Sportage ofrece un nivel de acabados más que correcto. Los materiales plásticos empleados en el salpicadero no cuenta con el "foam" que si encontramos en modelos de mayor empaque que permite disfrutar de superficies blandas al tacto. Por el contrario, la sensación de calidad es bastante buena. Los indicadores del cuadro principal de instrumentos son de fácil lectura y cuentan con un diseño convincente. El resto del salpicadero está formado por plásticos de buena calidad y con un buen nivel de ajuste. Entre pieza y pieza del salpicadero vemos como apenas hay milímetros, algo que demuestra el detalle y esmero con el que se ha dado forma a este habitáculo. La versión más alta de gama cuenta en la consola central con un navegador con pantalla a color de gran tamaño. Los mandos del climatizador están ubicados en una posición elevada, muy próxima a la palanca del cambio de marchas. El espacio a bordo también es bueno, en ambas filas el Sportage permite acomodar con buen nivel de confort a adultos de más de 1,85 metros de altura. Mientras que la anchura entre codos de la primera fila es bastante buena, en la segunda es demasiado justa para tres ocupantes. Detrás de los respaldos traseros nos encontramos con un maletero de excelentes dimensiones con 564 litros, muy superior al de un Nissan Qashqai (400 litros) y a un Qashqai +2 (450 litros). Si prescindimos de la segunda fila ampliaremos el maletero hasta los 1.353 litros.

La entrada a la gama está formada el 1.6 GDi de gasolina que sorprende por su ajustado consumo medio. Se trata de un cuatro en línea, atmosférico de 1,6 litros de cilindrada con inyección directa. Ofrece una potencia máxima de 140 CV a 6.200 rpm y un par máximo de 166 Nm a 4.500 rpm. Sus prestaciones son bastante buenas con una velocidad punta de 174 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en 11,5 segundos. Lo que más sorprende es el consumo medio homologado de 6,7 l/100 km y los 149 gr de CO2/km que emite. Ambos son valores muy buenos para un motor atmosférico de gasolina. El motor diesel menos potente de los dos que ofrece el Sportage es el 1.7 CRDi. Como su nombre bien indica se trata de un cuatro en línea de 1,7 litros con inyección directa, turbocompresor de geometría variable e intercooler. Esta mecánica brilla por su buena entrega de par a muy bajas revoluciones. Entre las 1.800 rpm y las 2.500 rpm ofrece 255 Nm de par máximo. La potencia máxima se cifra en 115 CV a 4.000 rpm. El consumo medio es de 5,5 l/100 km y sus emisiones son de 138 gr CO2/km. Sin duda, la opción más interesante. Si queremos todavía más potencia siempre podremos optar por el 2.0 CRDi de 136 CV. Este dos litros también cuenta con inyección directa, turbo de geometría variable e intercooler. Su potencia máxima de 136 CV, la entrega a 4.000 rpm y los 320 Nm de par entre las 1.800 rpm y las 2.500 rpm. Sólo este último motor está disponible con tracción integral, para el resto de la gama se reserva el sistema de tracción delantera.

Kia ha dado lugar a un todo-terreno que se comporta de maravilla sobre el asfalto. La verdad es que la mayoría de usuarios de este tipo de vehículos nunca o casi nunca lo conducirán fuera de la carretera. La anterior generación del Sportage ofrecía una mayor altura libre al suelo con lo que sus aptitudes off-road eran muy superiores. Se trataba de un coche que sorprendía a propios y a extraños tanto por su precio como por su movilidad en campo. La nueva generación del Sportage ha sido concebida para brillar en carretera, con lo que el conjunto ha sido puesto a punto de una forma distinta al modelo al que sustituye. En el tren delantero monta un esquema tipo McPherson con resorte helicoidal y barra estabilizadora, mientras que en el trasero dispone de un paralelogramo deformable con resorte helicoidal. La carrocería balancea muy poco con lo que el confort a bordo es bastante bueno. Esto no significa que sea para nada incómodo, el sistema de amortiguación filtra muy bien las irregularidades del firme con lo que es muy cómodo por vías en mal estado. El tacto de la dirección es preciso, si a esto unimos que el comportamiento del chasis del Sportage es muy noble daremos con que se trata de un vehículo muy agradable de conducir. A veces nos obcecamos en buscar un comportamiento deportivo que poco vamos a aprovechar, otras en que tenga unas aptitudes off-road a las que difícilmente sacaremos partido. El Sportage si ofrece algo muy interesante, un confort y un placer de conducción muy buenos.

Todas las versiones, ya sean de tracción delantera o integral, están equipadas con sistema de ayuda electrónico para realizar descensos de cierta dificultad denominado DBC. Una opción muy de moda en los tiempos que corren. Se trata de un sistema que actúa sobre el equipo de frenos con lo que la gestión electrónica del mismo lleva a cabo toda la operación de forma autónoma. El conductor sólo tiene que dirigir el volante a la hora de descender. Aquellos que no tengan experiencia alguna en conducción off-road podrán salir airosos de una situación complicada con sólo apretar un botón del salpicadero. Por lo demás el Sportage cuenta con un completo equipo de airbags, ESP, ABS,...

Un todo-terreno de dimensiones compactas, ideal para viajar por carretera. Su comportamiento dinámico sobre asfalto es excelente gracias a sus reglajes de suspensión. Un amplio habitáculo con espacio para cuatro adultos de talla XL y un maletero de 564 litros de capacidad le sacan los colores al Nissan Qashqai. Además su diseño exterior es muy atractivo, sobretodo su futurista trasera. Por si faltaba algo, su listado de precios es de lo más interesante, sobretodo la motorización de gasolina. Otro modelo a lo que pondrá en apuros será el Ford Kuga.