El Nissan Leaf ya es una realidad, y se presenta como el primer coche eléctrico compacto (con medidas en torno a los 4,5 metros de longitud) que va a ser producido en serie. Entrará en los concesionarios Nissan a mediados del año que viene, una vez la marca japonesa y la administración hayan puesto en marcha una mínima infraestructura de recarga en algunas de las principales ciudades españolas. Este coche supera algunas de las objeciones que generalmente se achacan a los vehículos eléctricos: La autonomía (verdadero talón de Aquiles de estos coches) es razonable, en torno a 160 kilómetros; La velocidad máxima, otro tanto: 140 km/h; Y el sistema de recarga es suficientemente rápido: 30 minutos u 8 horas, dependiendo del tipo de terminal que escojamos. Por lo tanto, el Nissan Leaf permite disfrutar de la conducción eléctrica con cierta tranquilidad, como si de un vehículo convencional se tratase. Con la ventaja añadida de su silencio y suavidad de marcha, economía de consumo y el respeto al medioambiente que supone su nula emisión de contaminantes. La experiencia de conducir el Leaf por Lisboa y alrededores nos ha hecho replantearnos algunas cosas. Si este tipo de vehículos acaba popularizándose, la actual manera de entender la conducción va a cambiar. Al menos en las grandes ciudades, ámbito en el que se encuentran a gusto eléctricos como el Leaf, junto con los utilitarios Peugeot iOn, el Mitsubishi i-Miev y Citroen C-Zero, entre otros. Los 30.000 euros que costará (aproximadamente) no están al alcance de todo el mundo, pero sí que acercan un poco más el coche a todo aquel que desee experimentar a diario las sensaciones que nosotros os avanzamos en la siguiente prueba.
Diseño exterior Lo mejor del Nissan Leaf es que es un coche eléctrico y no lo parece. Hasta ahora, muchos coches eléctricos que tenían visos de ser lanzados en serie, o eran concepts o derivaban directamente de prototipos cuyo diseño señalaba claramente que estábamos ante un coche futurista. El Leaf no es un coche de futuro. Es una realidad que muy pronto vamos a poder ver por nuestras calles y carreteras y por lo tanto, su diseño resulta bastante convencional. Su carrocería tampoco es una adaptación de un turismo compacto actual al que se le han añadido un grupo de baterías. Se basa en una plataforma exclusiva, diseñada ex- profeso por Nissan. Esto ha permitido situar el paquete de baterías de ion-litio en el piso del coche, de forma que el espacio interior tiene prácticamente la misma capacidad que la de un compacto convencional. Estéticamente no resulta llamativo, y el único toque de vanguardismo quizás lo encontramos en la forma que adoptan las ópticas delanteras y traseras. Las delanteras, curiosamente, tienen la función de alejar los flujos de aire de los espejos retrovisores. Se mejora así la aerodinámica y por lo tanto, el consumo de energía.
Habitabilidad Al subirnos al Leaf nada nos resulta fuera de lo común. Sólo a la hora de arrancar y si echamos un vistazo al cuadro de relojes,, veremos que la información es algo diferente. Frente a nosotros se muestra un amplio salpicadero, bien terminado pero con plásticos de aspecto algo duro y superficies brillantes que fácilmente y con el uso continuado acusan el desgaste. A pesar de ello, el diseño es agradable a la vista, y organiza con lógica los distintos pulsadores y elementos necesarios para la conducción. El salpicadero está presidido por la pantalla del navegador y por debajo de él se ha colocado el sistema de climatización, lo habitual. Curiosamente, no necesitamos palanca de cambios, y en su lugar se coloca un sencillo dial parecido a un ratón de ordenador. El ajuste de la posición de la banqueta del conductor es manual, aunque lamentablemente, no disponemos de regulación de profundidad de volante. El interior es holgado, como corresponde a un coche de 4,45 metros de longitud, especialmente en las plazas delanteras. Las traseras tienen su espacio un poco reducido debido a la presencia de las baterías en el suelo, que hace que la altura de la banqueta al suelo sea corta. Esto esto obliga a los pasajeros a ir con las piernas un tanto encogidas. La altura al techo, no obstante, es correcta. Y en cuanto a maletero, nada que objetar. Los 330 litros de capacidad están en la línea de lo que se espera en un coche de su tamaño. La posición estratégica de las baterías en el suelo del coche no afecta su capacidad.
Mecánica El corazón del Nissan Leaf es un motor eléctrico de 80 KW (108 CV) situado en el frontal, caracterizado por su inmediata entrega de par máximo (280 Nm). De hecho, el par aparece de forma instantánea, prácticamente desde que ponemos el coche en marcha. Según Nissan, la entrega de par de este coche equivale a la de un motor V6 de 2.5 litros de gasolina convencional, para hacerse una idea. Este motor está alimentado por un conjunto de módulos de baterías de iones-litio (48 en total), de diseño laminar, no cilíndrico. Esto ha permitido colocarlos bajo el piso del coche, para así no interferir en el espacio interior. Estas baterías suministran de energía al motor eléctrico, previo paso por un inverter que convierte la energía continua en alterna. La transmisión a las ruedas delanteras es similar a la de un turismo convencional, y podemos ver a la vista los palieres. No obstante, este coche no dispone de caja de cambios. En su lugar se sitúa una reductora, de estructura no convencional. Y poco más. Uno de los aspectos positivos del Nissan Leaf, como coche eléctrico, es precisamente la sencillez de su cadena cinemática. No hay caja de cambios, ni árboles de transmisión, ni son necesarios cambios de aceite periódicos. Las pastillas de freno, por ejemplo, tienen un desgaste mínimo, ya que la función de frenar el coche se confía en buena parte al sistema regenerativo de energía, que utiliza el motor eléctrico como generador.
Comportamiento No es la primera vez que nos subimos a un coche eléctrico. Por lo tanto, no nos sorprende la ausencia de ruido al poner el coche en marcha. Sólo debemos pulsar un botón y esperar que se ilumine la bonita pantalla que sustituye al tradicional cuadro de relojes. Esta pantalla nos indica la autonomía disponible, la velocidad (en digital), la temperatura de las baterías y si estamos utilizando o no el sistema regenerativo de energía (ver foto). Sí que nos choca la ausencia de palanca de cambio. Sólo hay un pequeño dial con el que podemos insertar Directa, la marcha atrás, Neutral o Parking. Por lo tanto, ponerse en marcha es lo más sencillo del mundo. Botón de arranque y Directa. El coche acelera de forma instantánea, con el único ruido que provoca el rodar de los neumáticos y la resistencia del viento sobre la carrocería. Por debajo de 30 km/h el Leaf avisa a los peatones de su presencia con un casi imperceptible sonido de alta-baja frecuencia. En el interior del habitáculo no se oye. El Leaf empuja con contundencia desde el mismo instante en el que pulsamos el acelerador. La aceleración es absolutamente líneal, sin las transiciones entre marchas típicas de un coche convencional. No es un coche de altas prestaciones, si bien éstas son parecidas a las de cualquier diesel de su potencia, por ejemplo. Hasta unos 80-100 km/h, el empuje es claramente perceptible. A partir de ahí, y hasta los 140 km/h, le cuesta coger algo más de velocidad. Pero podemos seguir el ritmo del tráfico sin ningún tipo de complejos, ya que las recuperaciones son excelentes a cualquier régimen. En realidad, los límites de la conducción los pones tú.
Suscríbete a la newsletter
Si quieres estar al día de nuestras noticias, tienes que tener una cuenta en coches.net.
A la hora de frenar, este eléctrico ofrece un tacto similar al de otros muchos vehículos que utilizan un sistema de recuperación de energía en las frases de frenado. Es decir, el tacto del pedal ofrece poca mordiente inicial, para acabar frenando de forma un tacto brusca. A favor del Nissan hemos de decir que este efecto está bastante minimizado, y de momento, es de los que frenan de una manera más "convencional". Esta peculiaridad obliga a una ligera adaptación por parte del conductor. Nissan ha diseñado el Leaf con un espíritu utilitario y práctico. Sus suspensiones han sido taradas con el objetivo de garantizar un buen nivel de confort, y ofrecen una notable capacidad de absorción. No obstante, son quizás demasiado mórbidas, ya que en los fuertes apoyos la carrocería balancea un poco. Otro punto a mejorar es el tacto de la dirección, que es un tanto esponjoso, aunque el coche no se percibe pesado y resulta suficientemente ágil en los virajes. Es un coche que se mueve muy bien en cualquier escenario, ya sea ciudad, carretera o autopista. En esta última, debemos tener presente que si vamos a alta velocidad la autonomía se resiente, y los 160 kilómetros teóricos se reducen de forma rápida. Y es que en autopista no regeneramos apenas energía, algo que conviene tener en cuenta. La autonomía del Nissan Leaf depende de varios factores: de nuestro estilo de conducción, de si llevamos o no el aire acondicionado y de la velocidad media del trayecto efectuado, entre los más importantes. El coche nos indica en la pantalla si estamos practicando o no una conducción ecológica. También existe un modo de uso Eco, que podemos seleccionar, para reducir el uso del aire acondicionado y aumentar la autonomía un 10%.
Seguridad Cuando hablamos de coches eléctricos, asaltan varias dudas respecto a la seguridad que ofrece esta "nueva" tecnología. Muchas de ellas hacen referencia a la estanqueidad de las baterías en caso de accidente o en contacto con el agua. Pues bien: En Nissan nos afirmaron que incluso podría utilizarse esta tecnología en un SUV y efectuar un vadeo sin problemas. El conjunto de baterías está totalmente aislado. De la misma manera, su situación estratégica lo hace menos vulnerable en caso de accidente. Por otro lado, el sistema de recarga del vehículo es automático y totalmente seguro (ver foto) como pudimos comprobar personalmente. Podemos hacerlo en un punto de recarga situado en cualquier calle de nuestras ciudades o bien en casa, mediante una toma trifásica. Una carga completa exige entre 7 y 8 horas. Los responsables de Nissan comentaron que se comercializará un accesorio que servirá para enchufar el coche a una toma de corriente convencional. En este supuesto, la carga completa llevará más de 8 horas. En cuanto a seguridad activa y pasiva, el Leaf equipa de serie un sistema de airbags, ABS con asistente de frenada, control de estabilidad y pretensores para los cinturones de seguridad, entre otros comunes dispositivos.
Valoración final La gran incógnita que se cierne sobre el Leaf y cualquier otro coche eléctrico que se presente en los próximos meses en el mercado es la rapidez y eficacia con la que la administración, en asociación con las marcas, ponga en marcha puntos de recarga en nuestras principales ciudades. Nissan asegura que en verano ya estarán disponibles puntos de recarga en urbes como Barcelona, Madrid o Sevilla, que darán servicio a los primeros Leaf que salgan de los concesionarios. De esta manera, el Leaf se presenta como un excelente coche para desplazarse al trabajo a diario o para realizar viajes de corto y medio radio. No obstante, hay que ser conscientes de que no será útil para largos viajes, ni apropiado para zonas rurales donde no exista una red de suministro adecuada. Si tienes la fortuna de vivir en una de las primeras ciudades en las que van a existir puntos de recarga, puedes plantearte la posibilidad de hacerte con un Nissan eléctrico. La experiencia de trasladarte de forma silenciosa, sin consumir apenas y sin contaminar, es única. Ahora bien, deberás ahorrar unos 30.000 euros (PVP aproximado con incentivos a la compra incluidos) para hacerla realidad. Nissan ha puesto en marcha varios planes de financiación de esta inversión para facilitar las cosas al usuario. Podemos comprar el coche de manera tradicional o mediante un contrato personal (pagas una cuota al mes durante tres años y al final del periodo puedes optar por devolver el coche, acabar de pagarlo o darlo de entrada para otro Nissan). El coche está garantizado 3 años o 100.000 kilómetros, y los componentes eléctricos, incluidos las baterías, cinco.
En mi caso, no contamino nada... reacrgo con paneles solares, tanto el coche como la moto... (al no ser que algun listillo ahora diga que tambien los panels fotovoltaicos contaminan, ya que en su produccion se necesita mucha energia...). Hay que joderse, aqui nada es perfecto al dia de hoy....