Levantado sobre la plataforma del Citröen C5, marca que como Peugeot está englobada en el grupo PSA, la nueva berlina de la casa francesa se posiciona en un concurrido segmento en el que compite con modelos como el Volkswagen Passat, Opel Insignia, Mazda 6, o Ford Mondeo, por citar algunos.
Como cabía esperar, en la gama 508 también hay versiones con carrocería familiar, denominadas SW, variante que alcanza los 4,81 m. de longitud.
Hay dos opciones de potencia en motor de gasolina y cuatro en diesel. Cuatro también son las variantes de caja de cambios. La horquilla de precios del 508 se encuentra entre los 22.600 euros de la versión 1.6 gasolina de 120 CV y los 38.500 del HDI GT 204 CV versión SW. Con este motor y acabado, pero en carrocería 4 puertas, es la versión que os mostramos. Su precio, sin incluir ofertas puntuales ni extras (pintura metalizada, cortinillas traseras, navegador, etc) se cifra en 36.300 euros.
Diseño exterior
Los diseñadores de la casa francesa han plasmado en el nuevo Peugeot 508 ideas que vieron la luz el coceptcar SR1. Sus líneas y las formas de éstas se pueden catalogar como de "muy Peugeot". Algo que lógicamente se ha hecho con esa intención. Destacan los faros delanteros alargados hacia las aletas y de mirada oriental y la zaga cuadrada con cantos redondeados y en ésta los pilotos traseros con mucha presencia en los laterales de las aletas.
En cuanto a los laterales la cintura se encuentra notablemente elevada definiendo perfectamente donde terminan las puertas y donde empieza su superficie acristalada, dispuesta en sentido decreciente a la marcha. Un estilo y formas, repetimos, muy de la ultima hornada en la casa gala pero que en el caso del 508, además, se ha apostando por darle el toque de distinción que merece el modelo y que llega marcado por su frontal. Presidido por una parrilla de aireación del radiador minimalista que se ve complementada por una gran entrada de aire, colocada discretamente bajo la matrícula, destinada a mejorar la refrigeración del intercooler.
Habitabilidad
Si por fuera el salto cualitativo con respecto al 407 es importante, dentro se puede decir que el 508 juega en una liga superior. Diseño y materiales marcan referencias en la casa del león. Guarnecidos muy cuidados y de tacto blando, piel en el volante y con mucha presencia en los asientos en este acabado GT, inserciones en aluminio, tapizados en tejidos de tacto terciopelo, todo crea un ambiente acogedor y distinguido. Una falsa guantera a la izquierda del volante oculta a la vista los mandos de regulación de los retrovisores, de desactivación del ESP y de los detectores sonoros de proximidad al aparcar. Mientras que el centro del salpicadero lo preside la gran pantalla del navegador. Lo que echamos en falta en este modelo es un mayor número de huecos en donde depositar pequeños objetos.
En las plazas traseras -la unidad probada llevaba en puertas y luna posterior cortinillas de cortesía y su propia consola para regular la climatización, "pack" que sale por 450 euros- el espacio es mucho más amplio que en su antecesor. Sobre todo en distancia con la primera fila. Cinco adultos los acoge bien pero la plaza central trasera, por culpa de un respaldo durísimo, no se hace querer. Respaldos que se pueden plegar completamente para de esta forma ampliar sobre todo en longitud de carga al espacio destinado al maletero. Éste en condiciones normales cifra en 500 litros su capacidad pero con el truco citado, eso sí sacrificando la segunda fila de asientos, puede alcanzar fácilmente hasta 1.000 litros extra. Otro detalle curioso del maletero es que, a parte de poder ser abierto mediante control remoto, tiene su botón de apertura oculto en el logo del modelo, concretamente en el centro del cero de la cifra 508.
Mecánica
Como adelantábamos 6 son las opciones para mover el 508 y éstas comprenden cilindradas entre 1.6, 2.0 y 2,2 litros. De ellas solo dos son gasolina, de 120 y 156 CV, y el resto, de 140, 156 y 204 CV diesel. El más potente HDI 204 CV. En todos los casos la apuesta es común: bloque de cuatro cilindros en línea. Una solución con la que Peugeot se desmarca de sus rivales más directos, ya que estos en las versiones con más caballos recurren generalmente a bloques de 6 cilindros dispuestos en "V". Con la caja de cambios, cuatro son las opciones posibles: manual de 5 ó 6 marchas, automática secuencial o cambio pilotado CMP. Las cajas más refinadas están destinadas a las variantes con motor más potente. A pesar de ser solo un 4 cilindros el motor e-HDI de 204 CV mueve los 1.500 kg del coche con soltura y sin pecar en unos consumos elevados. Declara un mixto de solo 5,7 l. a los 100/km., y 8 l. en ciudad.
Comportamiento
El tacto de la suspensión es muy firme pero sin ser seco. Un compromiso no tan fácil de alcanzar. Destacar que la suspensión delantera de esta motorización es distinta a la del resto de la gama diesel. En su caso, a base de doble trapecio mientras que detrás es de tipo multibrazo. Ésta, junto con la robusta plataforma, es la que aporta a la conducción un grado de confianza extra.
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En todo tipo de curvas la respuesta del coche es muy neutra, vira plano y sin cabeceo apreciable de ninguna de sus cuatro esquinas. Prevalece en sus reacciones el ser ágil e intuitivo. Un comportamiento que si bien no puede catalogarse exactamente como de deportivo algo tiene. El 508 es uno de esos coches con los que el conductor puede disfrutar en una carretera de montaña sin que el pasaje lo acuse.
Ya en el casco urbano destacar que su radio de giro no es lo más logrado del coche motivado principalmente porque a los amplios voladizos de su carrocería -próximos, sobre todo en la zaga a un metro-, hace que no se les tome la medida fácilmente desde el volante a la hora de desenvolvernos en ciudad. Sobre todo al maniobrar en parking con muchas columnas, en donde no quedará más remedio que dejarse guiar y confiar plenamente en los sensores de proximidad que si bien ayudan nos obligarán, por el excesivo margen de seguridad con el trabajan, a efectuar alguna maniobra que cuando ya tengamos más cogida la medida de este berlina comprobaremos que puede resultar innecesaria.
Seguridad
No se ha escatimado en este apartado. Incorpora airbag frontales, de cortina y traseros. Con sensores en los asientos que determinan si la plaza está ocupada.
Por supuesto el ESP desconectable y el ABS con distribución electrónica de frenada y ayuda a la frenada de emergencia, forman parte del equipamiento de serie. Tampoco falta la rueda de repuesto, pero en este acabado GT es de tipo "emergencia".
La iluminación delantera incorpora faros bixenón direccionales y las luces de posición son mediante LED's.
Valoración
Con el 508 Peugeot da un gran paso en diseño y calidad. Paso que le hace estar cada vez más próximo a marcas con mucha más presencia en el segmento de las berlinas de alta gama. Nos ha gustado especialmente el tamaño y confort de su habitáculo y la buena respuesta de su motor 2.2 HDI rebosante de par -cifrado en 450 Nm que llegan a partir de solo 2.000 rpm- en el que solo al arrancar puede decirse que se aprecia algo de vibración y ruido a diesel.
Una vez que se le cogen las medidas a su plataforma maniobrar no esconde secretos, en cualquier caso es en espacios abiertos donde se aprecian mejor todas las cualidades de este modelo.
Su caja de cambios automática, no hay otra opción en este acabado, nos permite dejar que sea el coche el que decida el mejor momento para subir o bajar marcha o hacerlo nosotros mediante las levas que hay en el volante. Opción que podemos utilizar en cualquier momento. Es un cambio secuencial con una actuación bastante rápida.
Esta versión 2.2 HDI GT firma un 0 a 100 km/h en 8,2 segundos, y su depósito de 72 litros, con un consumo medio de 8,1 litros a los 100 km, nos proporcionó en nuestra prueba una autonomía próxima a los 900 km. La marca asegura que 234 km/h es la velocidad máxima del 508 con este propulsor.
Me encanta el coche