La casa francesa pone a la venta la versión con cero emisiones del Fluence, o lo que es lo mismo, la primera berlina de tres volúmenes cien por cien eléctrica. Con ella, Renault pretende demostrar que un automóvil limpio no tiene por qué ser sinónimo de un automóvil caro, pues el precio del Fluence eléctrico es el mismo que el de su versión con motor térmico. Pudimos verlo en versión concept en los pabellones del Salón de Francfort de 2009. Dos años más tarde, la versión de serie está lista para ocupar los concesionarios.
Las primeras unidades comenzarán a entregarse a principios de noviembre en dos únicos acabados. El Expression tiene un precio de 19.800 euros y el Dynamique, de 20.900 euros. Debe tenerse en cuenta que, a diferencia de otros modelos en que la batería pertenece al propietario, en este caso es necesario alquilarla por 82 euros mensuales, importe que incluye asistencia. Aunque parte de las ventas previstas también se dirijan al cliente particular Renault asegura que, al menos en un primer momento, la mayoría de ellas provendrán del mercado de flotas.
PVP
Fluence Expression 19.800 euros (ayuda del gobierno incluida) Fluence Dynamique 20.900 euros (ayuda del gobierno incluida) Alquiler de batería obligatorio 82 euros/mes (hasta 10.000 km y 3 años)
Diseño
Para diferenciar rápidamente el Fluence Z.E. de la versión térmica, además del logotipo con su nombre, sólo hay que fijarse en los diversos detalles azulados que incorpora en los faros, alrededor de los antiniebla, en el logo del rombo y en la rejilla frontal. Si colocamos una unidad del Fluence convencional al lado de la nueva versión eléctrica veremos que ésta última es trece centímetros más larga (mide 4,75 metros). Este incremento de longitud se debe a la ubicación de las baterías, situadas detrás de los asientos posteriores.
Los retrovisores de color negro brillante son otra de las señas distintivas del nuevo modelo, así como las molduras del color de la carrocería y, por supuesto, las dos trampillas de las tomas de recarga ubicadas una a cada lado, en las aletas delanteras. Las llantas se han modificado para disminuir las turbulencias aerodinámicas. Por su parte, los faros traseros se han rediseñado totalmente, y se les ha incorporado una trama de rombos azulada en toda su superficie que hace que el Fluence Z.E. se distinga fácilmente desde la zaga.
Asimismo, el portón del maletero está cruzado por una barra cromada transversal con detalles azulados. En cuanto a colores de carrocería, están disponibles siete colores distintos, entre los que debuta uno específico para este modelo denominado azul Energía. En la parte baja del paragolpes trasero se encuentra un difusor de color negro cuyo objetivo consiste en optimizar la resistencia aerodinámica.
Habitabilidad
Las variaciones en el interior del habitáculo del Fluence Z.E. son mínimas si lo comparamos con sus compañeros diésel y gasolina. Éstas se encuentran, principalmente, en el cuadro de instrumentos. El cuentavueltas se sustituye por una esfera que muestra el nivel de carga de la batería. Por otro lado, también se dispone de un indicador, a la derecha del velocímetro, que informa sobre la cantidad de energía de la batería que se precisa en cada momento durante la conducción. Además, el ordenador de a bordo integra los datos del sistema eléctrico, como el consumo instantáneo de energía, la autonomía, etc.
El confortable asiento del conductor cuenta con numerosas regulaciones que facilitan la consecución de la posición más apropiada. El vehículo se distingue por una adecuada ergonomía, por lo que todos los dispositivos se encuentran al alcance de la mano y se gestionan de forma muy intuitiva. El tablier está dispuesto en forma de escalera, mientras que en el lado derecho del salpicadero llama la atención la franja transversal decorativa de color aluminio con las siglas Z.E.
Los pasajeros traseros cuentan con la misma amplitud que en el Fluence térmico, pues el alargamiento de la zona trasera sólo incide en el maletero. Éste presenta un volumen de carga de 317 litros algo escaso y cuenta con un pequeño doble fondo para alojar pequeños objetos. Sumando los distintos huecos y compartimentos repartidos por la cabina se obtiene una capacidad extra de 23 litros.
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Mecánica
El Fluence Z.E. rueda gracias a un único motor eléctrico de tipo síncrono de 70 kW, lo que equivale a una potencia de 95 CV que se consiguen a 3.000 rpm. El par máximo es de 226 Nm, aunque la entrega no se asemeja a la de un motor de combustión ya que se produce de forma mucho más inmediata y, sobre todo, constante. De esta forma, la respuesta ante las aceleraciones es súbita, ya que no necesita que el motor suba de vueltas, como en un térmico. Permite pasar de 0 a 100 km/h en 13 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 135 km/h. El motor toma la energía de una batería de iones de litio, que el cliente recibe en régimen de alquiler, por un importe de 82 euros al mes.
Dicha batería ofrece una autonomía de 185 kilómetros, que puede llegar a ser de 200 km en condiciones de circulación ideales. En situaciones como meteorología adversa o si se realiza una conducción deportiva, ésta puede disminuir hasta los 80 km. La recarga se realiza mediante una toma de corriente. Aunque existen diversas alternativas, la más simple consiste en enchufar el vehículo a una toma doméstica de 220 V, pero la recarga necesitará entre 10 y 12 horas para completarse.
La opción que recomienda Renault es instalar el Wall-Box, un cajetín que se instala en la pared y que cuenta con una toma de alta tensión. Además de reducir el tiempo de carga a entre 6 y 8 horas, ofrece la posibilidad de beneficiarse de tarifas de electricidad más económicas como las nocturnas, por ejemplo. Para recargar durante un desplazamiento, puede utilizarse cualquiera de los bornes públicos disponibles. Para facilitar esta tarea, el modelo equipa de serie la navegación inteligente Carminat TomTom Z.E. Live, que localiza los puntos de recarga más cercanos y los integra en el sistema para calcular nuestros itinerarios.
Comportamiento
A nivel estructural, esta variante Z.E. alberga cambios con respecto a sus compañeros térmicos debido a las variaciones en el reparto de pesos. Por un lado, se ha reducido la rigidez de la suspensión delantera, ya que el motor eléctrico es más ligero que los motores de combustión que puede equipar el modelo. Además, la instalación de la batería en la parte trasera no sólo ha provocado que el vehículo sea más largo sino que incrementa el peso en esta zona. Esta particularidad se ha compensado situándola a la altura del tren de rodaje, entre los asientos traseros y el maletero.
Con estas novedades se logra que no se perciban diferencias dinámicas entre el nuevo Fluence eléctrico y sus colegas de gama. En este sentido, demuestra una gran suavidad de marcha y un destacable confort en todo momento, cuestiones reforzadas tanto por su efectiva dirección como por su silencioso funcionamiento. De hecho, al encender el vehículo sólo seremos conscientes de que todo está listo para iniciar la marcha tras escuchar una señal acústica y un indicador que muestra la palabra "Go".
Si anteriormente hemos comentado las maneras de recargar la batería con el vehículo estacionado también hay que considerar que, al levantar el pie del acelerador durante la conducción, la energía cinética se convierte en eléctrica y se almacena en la batería. Eso sí, con una intensidad mucho menor que en el caso de una toma de corriente. Por otra parte, la nueva berlina equipa neumáticos de baja resistencia a la rodadura Goodyear EfficientGrip con los que busca minimizar el consumo de energía al volante.
Seguridad
El listado de equipamiento de serie del Fluence ZE cuenta con ABS con asistente de frenada de emergencia, airbag de conductor y pasajero adaptativos, airbag laterales delanteros y airbag de cortina. En materia de ayudas electrónicas equipa control de estabilidad (ESP) y control de tracción (ASR). Dispone también de sistema Isofix para sillitas infantiles en los asientos laterales traseros.
Valoración Final
El Fluence Z.E. es uno de los vehículos cien por cien eléctricos que ofrecen mayor autonomía, pero cabe tener en cuenta que 185 kilómetros pueden seguir siendo insuficientes para aquellos conductores que se planteen un eléctrico como automóvil único. Su mayor ventaja recae, sin duda, en cubrir desplazamientos cortos, donde su nivel de ahorro económico en relación con los combustibles fósiles es incontestable. El hecho de que su compra no exija un desembolso superior al del Fluence convencional es otro de sus puntos a favor.
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