No hay duda de que la relación calidad-precio es una de las principales cartas con las que juega el nuevo Skoda Rapid 1.2 TSI 105 CV Green Tec. Y es que, si lo comparamos con modelos equiparables se mueve entre las propuestas más económicas de su segmento en sus diferentes versiones. Nos hemos puesto al volante de la variante con propulsor 1.2 TSI de 105 CV y con el acabado superior, llamado Elegance.
Sentido práctico
Esta versión cuesta 20.660 euros aunque, si nos conformamos con un acabado más sencillo (Active), podemos acceder a la berlina checa desde 19.310 euros con este mismo motor o desde 18.100 con la variante de 85 CV. Eso, siempre sin contar con las ofertas de la marca que ahora mismo son de 2.000 euros de descuento comercial a los que pueden añadirse otros 1.000 del Plan Pive. Entre los rivales más directos del Rapid podemos citar el Citroën C-Elysée, el Chevrolet Cruze y, por supuesto, su hermano bajo marca Seat, el Toledo .
La habitabilidad es uno de los puntos fuertes de la berlina compacta de Skoda, destacando la distancia entre filas y, sobre todo, la gran capacidad de maletero de nada menos que 550 litros. Y es que en este ámbito nos encontramos ante el volumen más amplio de su clase lo que, unido a un interior funcional y con detalles prácticos, lo convierte en un vehículo que conjuga muy bien el uso cotidiano con el de vehículo viajero. Eso sí, no hay que esperar grandes alardes de diseño ni lujosos materiales en su interior. Todo va acorde con su precio.
Elegancia comedida
En cuestión de estética, el Rapid confía en un aspecto de líneas claras y limpias que, si bien no destaca por una vistosidad extraordinaria, sí que muestra una apariencia elegante y de cierta prestancia. Los primeros pasos en el capítulo del diseño del Rapid se dieron con prototipos como el Vision D y el Mission L, que conocimos hace ya más de dos años y de los cuales adquiere rasgos importantes. Si echamos un vistazo al frontal del vehículo vemos que las verdaderas protagonistas son las líneas horizontales, con las que se acentúa la sensación de anchura del automóvil.
Un total de 19 listones orientados de forma vertical integran la calandra, que está rodeada por un marco cromado. Por su parte, hay que remarcar también el diseño achatado tanto de las ópticas como de los faros antiniebla que, conjuntamente, y según los diseñadores de la firma checa, se inspiran en la forma de un trébol. Otro detalle a considerar es que, al mirar el vehículo de perfil, y aunque visualmente cuente con la disposición de una berlina de tres volúmenes, en realidad se trata de una berlina de dos volúmenes con portón trasero.
Si nos fijamos en la parte trasera del coche comprobamos que las líneas horizontales también aparecen como el rasgo principal en cuanto a diseño. De igual manera, los faros adoptan forma de letra C siguiendo la línea de los modelos de más reciente aparición de Skoda.
Práctico y con un enorme maletero
Cuando accedemos al interior vemos que, en lo que respecta al diseño, se caracteriza por la sobriedad y la simpleza. Y es que el Rapid cuenta con un habitáculo donde destacan sobre todo los capítulos práctico y funcional. Desde el puesto de conducción todo está a mano y los mandos son de uso muy sencillo e intuitivo. Con una calidad de acabados correcta, es cierto que se abusa de plásticos duros y no estaría de más que se hubiera pensado en utilizar materiales de tacto más agradable.
Pero todo va en la misma línea, con un nivel de terminaciones que no sobresale pero cuyo objetivo consiste en poder ajustar el precio al máximo. Fiel a su carácter práctico, no faltan huecos para dejar pequeños objetos repartidos por el habitáculo ni se pasan por alto soluciones bien pensadas como el compartimento del chaleco de seguridad bajo el asiento del conductor. Para desarrollar este modelo los ingenieros de Skoda se han basado en la plataforma que utiliza el Fabia, aunque en el Rapid la batalla es mayor y, por consiguiente, su habitabilidad en las plazas traseras también.
De hecho, el espacio para las piernas de los pasajeros de la segunda fila es una de las grandes bazas del modelo de Skoda. Aunque no hay que obviar que dos personas viajarán más cómodas que tres por cuestión de anchura. Y el maletero no se queda precisamente atrás, ya que nos ofrece una extraordinaria capacidad de 550 litros que, si abatimos los respaldos traseros pasa a ser de 1.490 litros. Con este volumen, es el mejor de su categoría al mismo nivel que su hermano Seat Toledo.
En la versión que hemos probado, con acabado superior Elegance, el equipamiento es bastante completo e incluye seis airbags, control de estabilidad, carcasas de los retrovisores y paragolpes en el color de la carrocería, llantas de aleación ligera de 16 pulgadas, faros antiniebla, guantera refrigerada, volante multifunción de cuero, pomo de la palanca de cambios de cuero, regulador de velocidad, Radio CD MP3, seis altavoces, Climatronic y luneta posterior y cristales laterales tintados, entre otros elementos.
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Mecánica equilibrada
El propulsor que da vida a nuestra unidad es el 1.2 TSI de 105 CV, un bloque de cuatro cilindros en línea que supone la alternativa intermedia en la gama de gasolina del Rapid. Dado que estamos ante un vehículo relativamente ligero, este motor lo mueve con una significativa soltura. En la parte baja del cuentarrevoluciones el 1.2 TSI se comporta bastante bien, con un buen ímpetu, sacando partido de sus 175 Nm de par máximo a partir de tan sólo 1.550 rpm. Su energía se extiende hasta pasadas las 4.000 vueltas.
El motor que hemos probado sólo puede ir engranado a una caja de cambios manual de seis relaciones. Ésta se caracteriza por unos desarrollos algo largos que, si bien contribuyen a que el consumo sea comedido, le restan algo de fuerza. Por ello, para conseguir su mejor rendimiento prestacional deberemos anticiparnos con la palanca, aunque este tipo de conducción hará que el consumo crezca de forma significativa. Cabe señalar que su registro más ambicioso en el 0 a 100 km/h es de 10,4 segundos, mientras que alcanza una velocidad máxima de 195 km/h.
Hay que considerar que el 1.2 TSI de 105 CV equipa obligatoriamente el paquete Green Tec, dotado de sistema Start-Stop de arranque y parada automático, neumáticos de baja resistencia a la rodadura y sistema de recuperación de la energía de la frenada. Gracias a estos elementos, en nuestra prueba conseguimos un razonable registro medio de consumo de 6,3 l/100 km, apenas nueve décimas más que el homologado oficial de la marca (que es de 5,4 litros).
Maniobrable y cómodo
Dinámicamente, el Rapid ofrece unos resultados más que razonables y se caracteriza por una conducción sencilla. Gracias a la desmultiplicación de su dirección y a un diámetro de giro bastante bueno, el vehículo es realmente maniobrable de cara a conducir por zonas urbanas, uno de sus terrenos favoritos. Al movernos por carreteras de montaña comprobamos que no se trata de un automóvil pensado para exprimirlo al máximo a velocidades elevadas por este tipo de vías.
El modelo checo cuenta con un correcto grado de estabilidad, si bien en este ámbito no está a la altura de su compañero de marca, el Octavia pues, aunque sin ser excesivas, se perciben ciertas oscilaciones de la carrocería. La amortiguación, de tarado más bien blando, copia de forma aceptable los pequeños baches que nos encontramos en la carretera, aunque si son considerables el comportamiento de la suspensión puede ser algo seco.
Por otra parte, se agradecería que el habitáculo estuviera mejor insonorizado, ya que tanto el ruido del motor como los sonidos aerodinámicos no pasan desapercibidos para los ocupantes, principalmente cuando rodamos a velocidades propias de autopista. En cualquier caso, el nivel de confort general es bastante satisfactorio y, aunque no estamos ante un coche tan aplomado en grandes rectas como berlinas de segmentos superiores, cumple de sobras con las expectativas que genera su naturaleza de vehículo práctico, funcional y económico.
Conclusión
En definitiva, el Rapid con la mecánica de gasolina 1.2 TSI de 105 CV es una interesante opción si tenemos en cuenta factores como el precio o la funcionalidad de su habitáculo. Y es que se encuentra entre las alternativas más económicas de su segmento y ofrece un interior muy amplio y práctico, con un maletero de extraordinaria capacidad. El propulsor, por su parte, se distingue por un importante equilibrio pues, si bien no sobresale en ningún aspecto en concreto, está dotado de un buen compromiso entre rendimiento y consumo, este último factor gracias al hecho de equipar el paquete Green Tec.
se nota que entiendes de coches.