Asalto al segmento de los compactos
Con el nuevo Skoda Spaceback la marca checa amplía su gama de modelos introduciendo una nueva variante que se coloca a medio camino entre el pequeño Fabia y el Octavia. La marca cataloga al Spaceback como el nuevo compacto de Skoda, que por medidas está claro encaja perfectamente, pero sin ir más lejos, su peculiar carrocería nos hace dudar hasta tal punto de encontrarle un alto parecido con su primo menor Seat Ibiza ST.
La llegada del Spaceback a nuestro país supone una nueva oportunidad para Skoda de crecer en nuestro mercado, después de la decepción de haber comprobado como en España el Seat Toledo ha tenido mucha más aceptación que el Rapid, aun tratándose prácticamente del mismo coche.
El nuevo hatchback está enfocado a un público joven, al que se le pueda quedar pequeño el urbano Fabia y a la vez desestimen la opción de adquirir una berlina de tres volúmenes. Tras una breve toma de contacto hace unos meses, cuando fuimos invitados a la presentación del modelo, ahora os traigo una prueba más a fondo basada en la variante 1.6 TDI de 90 CV que debería ofrecer un buen compromiso entre prestaciones y consumo.
Diseño peculiar
Es innegable que el Spaceback es un modelo al que hay que mirar un par de veces para tratar de comprender un poco su diseño. Su carrocería se encuentra a medio paso entre la de un compacto y un utilitario familiar, con una parte trasera extraña que invita a la confusión.
Si nos fijamos en sus cotas, 4.304 mm de largo, 1.706 mm de ancho y 1.459 mm de alto, comprobamos que es un poco más largo que un Seat León, para que os hagáis una idea, pero a su vez también es un modelo bastante estrecho en comparación al resto de competidores.
Si nos centramos en la parte delantera, desde el pilar B hasta el frontal os debería resultar bastante familiar, tanto como que es exactamente el mismo que el del Skoda Rapid. La mitad trasera es otra historia. Visto de costado, comparándolo con los típicos modelos hatchbak, se puede apreciar una zaga alargada al más puro estilo break. La generosa distancia entre ejes de 2.602 mm amplifica aún más la sensación de coche alargado al complementarse con unos voladizos relativamente cortos.
El techo va cayendo hacia atrás ligeramente hasta encontrarse con los pilares C y D, los cuales crean una tercera ventanilla de considerables proporciones que aumenta la zona acristalada. En la zaga destacan los cuidados pilotos traseros con un haz lumínico en forma de “C” y un conjunto de portón y paragolpes ligeramente redondeado.
Sorprendente habitabilidad
Uno de los puntos donde más destaca este Spaceback es sin duda en el interior. Es realmente confortable descubrir como los ingenieros de la marca checa han conseguido ofrecer al conductor y a sus acompañantes un habitáculo bastante simple, sin demasiados detalles que llamen la atención, pero que a su vez destaca ampliamente, valga la redundancia, por disponer de uno de los interiores más holgados entre sus competidores. En cuanto a calidad, todo el salpicadero, los revestimientos de las puertas y la gran mayoría de materiales utilizados en el interior son de plástico duro.
El espacio para los pasajeros es amplio, tanto en las plazas delanteras como en las traseras. Estas últimas se benefician de una distancia para las rodillas de 640 mm y una altura hasta el techo de casi un metro que permitirán que puedan acomodarse bien dos adultos. De un tercero no podemos decir lo mismo, ya que el viaje en la plaza central será menos agradable por culpa de un respaldo duro y un mullido de la banqueta menos confortable, además el pasajero de la plaza de en medio deberá buscarse la vida para colocar los pies bajo los asientos porque el túnel central es bastante intrusivo.
En cuanto a la capacidad del maletero es otro punto donde se le debe otorgar al menos un notable. Los 415 litros de capacidad estándar lo colocan en una buena posición de entre sus similares. Además, abatiendo los respaldos traseros se puede disponer de una capacidad total de 1.380 litros muy aprovechables gracias a unas formas bastante rectas. Para complementar las opciones de carga está disponible una bandeja dura que podremos regular en dos posiciones para ganar espacio o para separar diferentes cargas. En el caso del maletero la única pega que le podemos achacar es que el piso no queda totalmente plano con los respaldos abatidos. Por su parte, la baja boca de carga ayuda a la hora de introducir los bultos.
Las soluciones “Simply Clever” podemos encontrarlas en forma de linterna que hace la función de alumbrado cuando se abre el maletero o la clásica pinza de plástico en el parabrisas para dejar el ticket del parking o alguna tarjeta.
Suficiente motor
El conocido propulsor 1.6 TDI de 90 CV del grupo parece caído del cielo expresamente para este Spaceback. Se trata de un motor con una relación prestaciones-consumo muy buena. Los 90 CV de potencia que mucha podría pensar que se le quedan algo cortos, la verdad es que se encargan de mover con relativa soltura al compacto checo. Por supuesto, no debemos esperar grandes aceleraciones ni una velocidad punta descomunal, pero cumple con creces su función: llevarnos de un sitio a otro con el mínimo gasto de combustible posible.
Con el motor diésel de acceso a la gama -también está disponible la variante de 105 CV- he obtenido un consumo medio de apenas 4,7 l/100 km, una cifra verdaderamente cercana a la que marca su ficha técnica. El sistema de parada y arranque automático del motor ayuda a reducir unas pocas décimas, sobretodo en ciudad.
Este motor de cuatro cilindros, sobrealimentado y con inyección directa puede asociarse a una caja manual de cinco velocidades como la que montaba nuestra unidad o bien puede optarse opcionalmente por un cambio automático DSG de doble embrague de siete relaciones. Las cinco marchas ofrecen unos desarrollos bien pensados, con unas primeras relativamente cortas y una quinta posición muy larga que ayuda al desahogo al circular por autopista.
Disponemos de 230 Nm de par que se ofrecen a partir de las 1.500 rpm, mientras que los 90 CV se obtienen a 4.000 vueltas. Esto hace que podamos aprovechar de manera óptima cada marcha engranada, conduciendo suavemente sin llegar a las 2.000 rpm o por el contrario estirar hasta prácticamente las 5.000 rpm para realizar algún adelantamiento, por ejemplo.
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Es un poco ruidoso y transmite bastante vibración en frio, un hecho que se minimiza bastante cuando éste va cogiendo temperatura. De todas formas debemos tener presente que siempre vamos a escucharlo porque la insonorización del habitáculo no es demasiado buena que digamos.
Ligero y ágil, pero de carácter tranquilo
Fabricado sobre la misma plataforma que el Skoda Rapid, el compacto se presenta como un vehículo muy funcional para el día a día. Con una puesta a punto más que correcta del chasis, el Spaceback es un coche que se desenvuelve a la perfección entre el denso tráfico de la ciudad sin aumentar demasiado su consumo. Es un modelo con una visibilidad muy buena en cualquier dirección, un hecho que facilita en gran medida las maniobras en la urbe.
En carretera puede sentirse el buen tacto de las suspensiones, muy al estilo alemán del grupo Volkswagen. Filtran bien las pequeñas imperfecciones de la calzada pero no consiguen evitar que la carrocería tenga un balanceo bastante acusado al tomar las curvas a ritmo elevado. En este caso se percibe un ligero subviraje que el control de estabilidad se encarga de resolver con gran rapidez.
La dirección asistida electro-mecánica se me antoja un poco artificial en cuanto al tacto. Esto no quita que ofrezca un guiado más que correcto pero no logra transmitir toda la información de la carretera a las manos. Por su parte, los frenos, se comportaron a la perfección durante toda la prueba y aguantaron bien un ritmo elevado en carretera de montaña sin resentirse demasiado.
Como he comentado un poco más arriba este motor destaca por su eficiencia y por mover al Spaceback con bastante soltura. Es un propulsor elástico que puede estirarse hasta llegar cerca de la zona roja del cuentarevoluciones sin perder demasiada entrega. Me ha sorprendido lo bien que recupera cuando nos movemos en un rango de revoluciones medio. Tiene fuerza suficiente para garantizar adelantamientos seguros a la vez que puede mantener velocidades legales sin despeinarse.
Algunos extras que aumentarán su precio final
El Spaceback no es de los modelos más baratos de su segmento, en concreto esta versión 1.6 TDI de 90 CV con el acabado Elegance tiene un precio base de 20.610 € que lo sitúa a la par del Seat León, dentro de la media, y un poco por encima de modelos como el Citroën C4 o el Ford Focus por poner unos ejemplos. Su equipamiento de serie está un poco por debajo del de sus rivales con el acabado más alto, por lo que habrá que desembolsar unos pocos euros de más para igualar la oferta.
En el modelo probado podemos encontrar como equipamiento opcional las llantas de 17 pulgadas tipo Camelot (195 €), los asientos de corte deportivo de tela (245 €), el color blanco Candy para el exterior (160 €), las molduras laterales del mismo color que la carrocería (55 €), los faros de xenón y los faros antiniebla con función cornering (495 €), sensores de aparcamiento traseros (350 €) y cristales traseros oscurecidos (150 €).
Mención especial merece el gran techo panorámico (735 €) que, en mi opinión y si el presupuesto lo permite, debería incluirse como un fijo a la hora de realizar el pedido. Con él ganamos luminosidad en el habitáculo y un aumento de la percepción del espacio. Además exteriormente podemos comprobar como la superficie acristalada se extiende hasta la mitad del portón trasero y le confiere un aspecto mucho más cuidado. Un punto negativo se lo lleva su cortinilla, que al ser doble y de accionamiento manual, el conductor o el acompañante sólo podrán abrir o cerrar la mitad de ella. Es imposible llegar hasta la parte trasera sin la ayuda de los ocupantes de las plazas posteriores.
Si nos fijamos en el equipamiento de serie cabe resaltar la incorporación de un volante multifunción de tres radios ajustable en altura y profundidad, forrado en cuero al igual que la palanca del cambio de marchas, cierre centralizado, elevalunas eléctrico en las cuatro ventanillas, asientos del conductor y del acompañante regulables en altura, compartimento para gafas de sol, control de velocidad de crucero, reposabrazos central delantero, bolsillos en el respaldo de los asientos delanteros, climatizador Climatronic y radio Swing con conexión USB.
En cuanto a la seguridad el Spaceback cuenta con sistemas ABS y ESC, airbags de conductor, acompañante, de cabeza y de cortina, fijaciones Isofix para las sillitas de los más pequeños así como cinco reposacabezas. También tenemos disponible de serie la rueda de repuesto de tipo galleta.
La apuesta es el Spaceback, no el Rapid
Los españoles no somos demasiado de berlinas de tres volúmenes y así lo demuestran las pocas ventas de éstas frente al gran número de hatchback que pueden encontrarse por nuestras carreteras. Así lo refleja Skoda que espera que de cada 10 modelos vendidos, ocho sean Spaceback y tan sólo dos del modelo Rapid.
Con la llegada del compacto se abre un nuevo mundo para la marca checa que ataca a un segmento que tenía descuidado. La apuesta es buena si su diseño exterior entra por los ojos, porque por lo demás está francamente bien. Tiene un interior de los más espaciosos del segmento, con una habitabilidad muy buena tanto en los asientos delanteros como en los traseros y un maletero con muchas posibilidades de carga.
El motor diésel del 90 CV se las apaña bien para llevarnos sin dificultad allá donde queramos. Ya sea en ciudad, carretera o autopista no echaremos en falta una mayor potencia. Sólo si nos movemos mucho en carretera de montaña, con fuertes pendientes, quizás debería plantearse la opción más potente de 105 CV. Por su parte los consumos que se obtienen son bastante parejos a los que refleja su ficha técnica. Hablamos de una media por debajo de los 5 l/100 km y muy cercana a los 4,5.
El precio del coche que hemos probado, con todos sus extras, es de 22.750 euros, aunque en estos momentos existe un descuento sobre el precio de 2.785 euros que hace que podamos adquirir un Spaceback, muy bien equipado, por un precio final de 19.965 euros.
Yo compre uno matriculado sin kilometros, scoutline, con acabado like, skoda link para usar el movil como gps, 116cv diesel, techo de cristal, climatizador, star-stop, sensor de lluvia, de luces, luce oscurecidas... por 16900 euros y estoy supercontento. El dia que vaya a cambiar las ruedas igual me arrepiento jaja pero por ahora estoy super feliz.