Nuevo concepto
La gama Suzuki se va completando poco a poco con la llegada de nuevos modelos y renovadas versiones que pretenden hacer más atractiva a la marca japonesa en nuestro continente. Tras la llegada del Celerio, un pequeño urbanita que mi compañero Miguel Ángel Fernández probó a principios de 2015 (Prueba Suzuki Celerio), la marca japonesa nos propone un nuevo utilitario, de cinco puertas. ¿Y qué pasa con el Suzuki Swift? Según la marca ofrecen una orientación completamente diferente. El Swift es un coche más pequeño y de carácter dinámico, enfocado claramente hacia un público más joven, en cambio, el Baleno se trata de un funcional utilitario de cinco puertas un poco más grande.
Quizás os suene este nombre de Baleno. Lo cierto es que el Baleno fue un modelo lanzado a mediados de los años 90 por la marca japonesa Suzuki, que en nuestro país se vendía en tres carrocerías: compacta, sedán y familiar. Se trataba de un vehículo compacto, del segmento C, que dejó de fabricarse en 2002. Y ahora, casi 15 años después, ha resucitado en forma de utilitario del segmento B.
Mide 4 metros de longitud, 1,75 de ancho y 1,47 metros de altura. Se trata de unas proporciones generosas para el segmento en el que se encuentra. Además, añade una distancia entre ejes de 2,52 metros que le permite ofrecer uno de los habitáculos más espacioso de entre sus rivales.
Y ya que hablamos de rivales, debéis saber que el Baleno no lo va a tener nada fácil, al menos en nuestro país, porque va a tener que luchar en uno de los segmentos más importantes, el de los utilitarios, donde se encuentran algunos superventas como el Renault Clio, el Seat Ibiza, Volkswagen Polo, Ford Fiesta, Opel Corsa, y un largo etcétera.
Su gran baza es el espacio interior
Sin duda, el Baleno es uno de los utilitarios que mayor sensación de espacio ofrece en su interior. Las plazas delanteras son muy cómodas y permiten una postura de conducción bastante buena gracias a las múltiples regulaciones que ofrece, tanto del volante como de los asientos. Un conductor de gran estatura, como es mi caso, no tendrá ningún tipo de problema en encontrar la postura de conducción óptima.
Los asientos presentan un mullido estupendo y sorprenden por su diseño deportivo con muy buena sujeción lateral. Por su parte, el volante de tres radios con mandos integrados, hablamos sobre el nivel de acabado GLX, el tope de gama, me ha parecido un poco grande aunque presenta un buen tacto.
El puesto de conducción resulta bastante agradable. Los botones del clima son fácilmente accesibles y en este caso, con el acabado GLX, todo lo demás se controla mediante la pantalla táctil de 7 pulgadas con los sistemas de navegación, conectividad bluetooth para el smartphone y cámara de visión trasera incluidos.
La sencillez del Baleno se percibe mediante la calidad de los materiales utilizados en el interior. Aquí todo son plásticos duros. Y aunque nivel de ajuste no es malo, se echa en falta un poco más de esmero en acabar de rematar algunos detalles. En esta unidad de pruebas pude observar algunos embellecedores que no acababan de ajustar del todo bien.
Nos vamos atrás, a las plazas posteriores. En este apartado pocos rivales le pueden hacer sombra a este Suzuki. Que un tipo de casi un metro y noventa centímetros diga que va cómodo en los asientos traseros de un utilitario parece una broma. Pero no lo es. El espacio para las rodillas es muy generoso, la anchura a la altura de los hombros no está nada mal y lo mejor es que la cabeza no me llega al techo. Además, la plaza central se puede utilizar perfectamente ya que el asiento no resulta incómodo y el túnel de transmisión es casi inexistente.
El maletero es de los aprovechables, aunque la boca de carga no es demasiado generosa y nos queda un poco alta para introducir bultos de gran tamaño o peso. Homologa 320 litros de capacidad, que pueden ser 355 litros en el caso de situar el piso de carga en su posición más baja. Y si abatimos los respaldos traseros el espacio restante aumenta hasta los 1.085 litros, aunque eso sí, el suelo no queda completamente plano y exhibe un marcado escalón.
Para todo el mundo
El Baleno se fabrica en la India, como el Celerio, y se vende en más de 100 países de todo el globo. No es tarea fácil acertar con un diseño que agrade en todos los lugares, eso está claro, pero en este caso la estética exterior no creo que sea su mayor virtud. Aunque siempre se dice que para gustos, colores, ¿no?
Si habéis visto el vídeo o le echáis un ojo a las fotografías que adjuntamos con la prueba podréis sacar vuestras propias conclusiones. A mí me parece un coche de aspecto sencillo, simplón, con un frontal bastante agradable, pero con una trasera un poco quisquillosa…
El Baleno se ofrece únicamente con tres niveles de acabado, que van desde el más básico, con tapacubos pero ya de serie con aire acondicionado y encendido automático de luces, entre otros, hasta el grado de equipamiento GLX que estamos probamos, con un sistema de infoentretenimiento con pantalla táctil, climatizador, llantas de 16 pulgadas, control de velocidad adaptativo o con el sistema anticolisión capaz de activar los frenos. Por cierto, bastante intrusivo, sea cual sea la posición que elijas: Far o Near.
La gama mecánica únicamente ofrece la posibilidad de elegir entre dos variantes de gasolina. El motor más básico es un DualJet atmosférico de 1,2 litros de cilindrada y 90 CV de potencia, mientras que el más potente queda reservado para el tricilíndrico BoosterJet de 1 litro, 111 CV y turbo. El que he probado.
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Sorprende la finura de este tricilindrico, es silencioso y apenas produce vibraciones. Además, su rendimiento es muy bueno ya que mueve al Baleno con una soltura que a muchos utilitarios ya les gustaría.
La sobrealimentación le añade una buena capacidad a bajas vueltas. En concreto entrega 170 Nm de par a partir de las 2.000 vueltas, que no está mal, pero es en la zona media donde mejor se desenvuelve este propulsor. También hay que tener en cuenta que este coche pesa menos de una tonelada, y eso se nota.
Esta mecánica está disponible con el cambio manual de 5 relaciones como el que he probado o bien con una caja de cambios automática. A mi parecer no le hace falta una sexta relación para el desahogo ya que han sabido escalonar bien las marchas con una quinta destinada especialmente para ahorrar combustible.
La marca japonesa le ha homologado un consumo medio de 4,5 l/100 km, y lo mejor de todo es que no están tan desencaminados. Al final de toda una semana de pruebas el ordenador de a bordo acabó reflejando un consumo real de 5,6 l/100 km que será inferior a la mínima que nos esforcemos en ello.
El Baleno está fabricado sobre una nueva plataforma modular destinada a compactos y utilitarios que, según la marca, es más rígida que la actual. Monta una suspensión de tipo McPherson en el eje delantero y una barra de torsión en el trasero. En conjunto se muestra como un coche muy confortable para rodar por ciudad o vías rápidas, pero no así a la hora de afrontar carreteras sinuosas.
Las suspensiones de este coche ofrecen un tacto muy blando que, si bien es muy cómodo para viajar o rodar por autopista, se muestra ineficaz a la hora de sujetar la carrocería en curva si forzamos un poco el ritmo. Esto hace que genere importantes transferencias de masas, pierda un poco de tracción y el control de estabilidad trabaje más de lo deseado. En este caso, la dirección se percibe un poco inprecisa y con demasiada asistencia.
Conclusión
En resumen, el Baleno es un coche sencillo. Con sus pros y sus contras. Es cómodo, espacioso y silencioso, pero por el contrario, no es un coche especialmente dinámico, más bien lo contrario, y la calidad interior un poco justa para los tiempos que corren.
Eso sí, en este acabado GLX el nivel de equipamiento de serie es más que correcto y el motor cumple sobradamente con lo que puede esperarse de él.
Lo que no me esperaba era su precio. El coche que hemos probado, con el motor tricilíndrico turbo de 111 CV, cambio manual y el grado de equipamiento más alto tiene un precio de 17.555 euros sin contar con posibles descuentos (actualmente Suzuki ofrece una promoción de 2.000 euros de descuento).
Es un precio que, al fin y al cabo, no difiere demasiado del de sus rivales en igualdad de condiciones, con un equipamiento y una mecánica similar. La sensación final que me ha transmitido este Suzuki es la de que se encuentra un escalón por debajo de los superventas en cuanto a calidad percibida y finura de conducción.
Sin embargo, ese interior tan generoso puede ser un buen argumento de compra para el que valore antes el espacio que el refinamiento.
3 estrellas euro ncap, calidades de coche teledirigido del chino de la esquina y un peligro rodante con esas suspensiones, aderezado con un precio de coche europeo.