Hogar rodante
El California es uno de aquellos vehículos que evocan libertad por una sencilla razón, y es que salir a la carretera con él es como llevar la casa a cuestas. Gracias a ello, los amantes de la naturaleza tienen un aliado cuando se planteen viajar con casi todo lo necesario para el día a día dentro del automóvil. Y es que además de una inmensa generosidad de espacio, está repleto de decenas de soluciones prácticas que facilitarán mucho las cosas durante unas vacaciones alternativas sin necesidad ni siquiera de tener que buscar un lugar donde dormir.
La combinación del motor 2.0 TDI de 140 CV con la caja de cambios DSG de siete velocidades da un resultado más que equilibrado, si bien no cabe esperar unas aceleraciones vertiginosas. Se trata, por tanto, de un vehículo pensado para disfrutar de los trayectos a ritmos moderados que cuenta con una conducta dinámica razonablemente cómoda y estable si tenemos en cuenta su tamaño y su peso. Su abanico de rivales es testimonial, pues su principal contrincante es el Mercedes-Benz Viano Marco Polo.
Vivienda móvil
La polivalencia del California hace que cuente con casi todo lo necesario para ser autosuficientes durante cualquier viaje que nos venga a la mente. Un ámbito fundamental durante cualquier periplo es, sin duda, el de la comida. En este aspecto, todo está pensado dentro del vehículo. Está provisto de un espacio de almacenaje para provisiones y platos así como de un mueble de cocina que integra un fregadero de acero inoxidable y dos fogones. Todo ello puede ocultarse bajo una tapa de plástico. Para conservar los alimentos y poder enfriar bebidas dispone de una nevera Waeco de 42 litros.
El descanso es otro de los capítulos vitales al salir de vacaciones que soluciona el vehículo del fabricante alemán. En primer lugar, hay que destacar que, tras elevar el techo del vehículo a través de un sistema electrohidráulico, dispondremos de una cama de matrimonio en la parte superior. Y ésta no es la única alternativa para dormir, pues la parte inferior también puede habilitarse como cama para dos personas, si bien resulta algo menos cómoda y espaciosa que la de la parte de arriba.
Una vez que elijamos nuestro punto para establecernos, podremos convertir nuestro vehículo en una terraza con sombra. En el interior se hallan dos sillas plegables y una mesa extraíble con las que podremos disfrutar del paisaje tocando con los pies en el suelo. Y si un sol veraniego de justicia está castigando la zona, sólo deberemos desplegar un toldo lateral que va integrado en el techo para poder relajarnos a la sombra disfrutando del paisaje que hayamos elegido.
Distinto, pero no tanto
Al margen de las cualidades del California como vehículo de evasión, hay que comentar lo que nos ofrece al sentarnos al volante. En primer lugar, dispone de un puesto de conducción más elevado que un turismo, pues no debemos olvidar que se trata de una furgoneta. En este sentido, hay que considerar que la palanca también se encuentra en una posición más alta. Pese a que el torso va más erguido, en ningún caso el asiento resulta incómodo debido a las posibilidades de ajuste disponibles. A todo ello nos acostumbraremos enseguida.
Asimismo, en esta zona del vehículo se ofrecen guiños al confort en cuanto a equipamiento como la calefacción para los asientos delanteros. Se aprecia una buena calidad general de acabados, los mandos son agradables al tacto y, además, cuentan con una destacable accesibilidad. No tendremos problema alguno al buscarle sitio a pequeños objetos, ya que contaremos con numerosos huecos destinados a ello.
Al pasar a la parte trasera encontramos una banqueta de dos plazas reclinable y que puede desplazarse longitudinalmente. De esta manera, es posible adaptarla a las necesidades de espacio de cada momento. Brinda un espacio para las piernas espectacular, pues incluso los más altos viajarán con una amplitud casi inagotable. Para que todos los ocupantes puedan sentarse y charlar viéndose las caras cuando el automóvil se encuentre “acampado” sólo hay que hacer pivotar los asientos delanteros 180º. No es que se trate de la maniobra más sencilla del mundo pero es una solución práctica y da lugar otro de los múltiples valores añadidos del vehículo alemán.
Suscríbete a la newsletter
Si quieres estar al día de nuestras noticias, tienes que tener una cuenta en coches.net.
Proporciones compensadas
En lo que respecta a su conducta dinámica, es evidente que no podemos esperar las reacciones de un turismo por cuestión de proporciones y peso. Y es que mide 4,89 metros de largo por casi 2 m de alto y el peso de esta versión en acabado Comfortline supera ampliamente las dos toneladas. Ello obliga a prever en cierta medida los movimientos con anterioridad en comparación con un vehículo de tamaño inferior para evitar que las inercias sean demasiado evidentes. En este sentido, por carreteras de curvas es por donde más se aprecian, aunque sin que lleguen a ser ni mucho menos exageradas.
Y es que los ingenieros de Volkswagen han dotado al vehículo de una firmeza de suspensiones que hace que el nivel de balanceos sea más que razonable si bien las irregularidades del asfalto en ocasiones se transmiten demasiado al habitáculo. En cualquier caso, salvo que pretendamos desarrollar una conducción muy dinámica, proporciona un comportamiento bastante aplomado.
Cuando la física intenta hacer de las suyas por animarse demasiado en las zonas reviradas, el ESP se encarga de mantener todo bajo control. Por otro lado, dispone de una dirección de tacto preciso y bastante directo. El vehículo se beneficia de un notable diámetro de giro, lo que le facilita las cosas a la hora de maniobrar. No hay que pasar por alto el sistema de frenos, que transmite un buen nivel de seguridad y detiene el California de forma eficaz.
Equilibrio mecánico general
De entre las alternativas mecánicas disponibles en la gama del California, elegimos la intermedia para esta prueba. Se trata de un 2.0 TDI de cuatro cilindros con 140 CV y de inyección directa common rail, motor que también se ofrece con 114 y 180 CV. La versión conducida cuenta con un par motor máximo de 340 Nm entre 1.750 y 2.500 que le genera una respuesta razonable aunque obviamente no debemos esperar aceleraciones de infarto. Y es que no se trata ni mucho menos de un vehículo para ir con el cronómetro en la mano en el 0-100 km/h, pues lo completa en 15,6 segundos.
En los repechos por autopista a velocidades de crucero se aprecia cierta carencia de fuerza, algo comprensible dado los comentados, tamaño y peso del vehículo. No obstante, en el resto de casos el motor mueve el vehículo con una soltura mejor de la que cabría esperar. Además, proporciona un compromiso aceptable entre su rendimiento y su consumo, siempre teniendo en cuenta la tipología de vehículo de la que se trata.
Engranado al bloque 2.0 TDI se encuentra una caja de cambios automática DSG de siete velocidades de doble embrague y con modo Sport. Pese a que cuenta con un modo secuencial, teniendo en cuenta que el automóvil de la marca alemana es un viajero nato, lo ideal es escoger el modo automático y aprovechar la suavidad de funcionamiento que ofrece. En lo que respecta a consumos, si bien el modelo 8,2 litros cada 100 km, es fácil acercarnos a los once litros como sucedió en nuestra prueba. Para llevar entre manos una “casa” rodante, esta cifra es bastante correcta.
Conclusión
En definitiva, el California en su versión más equipada Comfortline es lo más parecido a viajar dentro de una casa rodante con todas las ventajas prácticas que ello ofrece. Además de conducir es posible cocinar, dormir, utilizar el habitáculo como sala de estar o incluso disfrutar de una terraza a la sombra. Teniendo en cuenta estas cualidades, hay que considerar que por cuestiones físicas no puede ofrecer un comportamiento idéntico al de un turismo. Sin embargo, no se aleja tanto como puede parecer pues su dinámica es bastante equilibrada siempre y cuando no olvidemos el tipo de vehículo que conducimos. Por su parte, el motor responde de forma razonable y registra un consumo bastante correcto.
dos meses después de comprar la furgo se rompe la silla de camping que viene de serie en el maletero y no se responsabilizan de nada... apenas hemos hecho uso, yo peso 60 kg y mi pareja 80 .... no creo que se trate de sobrepeso no? con lo que cuesta me parece vergonzoso!!!