Urbano inconformista
La versatilidad que ya conocemos del Volkswagen up! se combina en esta versión con los cuidados detalles exteriores e interiores en esta versión tope de gama dominada por el color blanco. A ello cabe sumar las virtudes del motor tricilíndrico 1.0 de 75 CV y el hecho de poder olvidarnos de cambiar de marchas gracias a la transmisión automática ASG.
Caracterizado por contar con uno de los habitáculos más versátiles y mejor aprovechados de su segmento, el pequeño utilitario alemán de 3,54 metros de longitud con carrocería de cinco puertas pone de manifiesto en la versión que hemos probado que tiene unas miras más lejanas que las marcadas por la frontera urbana.
Con el cambio automático ASG, incorporado hace poco a la gama y concebido expresamente para este modelo, el up! da un paso adelante en lo que se refiere a ampliar sus posibilidades y a acercarse en aspiraciones a los utilitarios de tamaño superior.
Hemos probado el acabado tope de gama White up! (también se puede escoger el Black up! en el que todo lo banco es negro), que conjuga elementos decorativos y de mayor calidad con un equipamiento general más completo. Con estos argumentos, el más pequeño de la familia Volkswagen sigue rivalizando con un numeroso grupo de integrantes del segmento A entre los que se encuentran, por supuesto, sus gemelos Seat Mii y Skoda Citigo, además de otros como los también gemelos Citroën C1, Peugeot 107 y Toyota Aygo, el Fiat Panda (aquí comparado con el propio up!) o los coreanos Chevrolet Spark, Hyundai i10 y Kia Picanto.
Como es de esperar, el acabado White up! hace honor a su nombre y el color blanco capitanea la apariencia del vehículo. Entre las particularidades del frontal destaca que el parachoques es del mismo color de la carrocería y, cómo no, esa media “sonrisa” que parece esbozar debido a la forma de su peculiar parrilla.
Al echarle un vistazo de perfil y comprobar cómo los cortos voladizos son una seña de identidad del pequeño urbanita alemán, la vista se nos va hacia las ruedas en un primer momento. Eso sucede debido a las llantas de aleación ligera Classic de 16 pulgadas en acabado blanco, contorneadas en color aluminio y con el logotipo de Volkswagen en el centro. También cobran protagonismo las carcasas cromadas de los retrovisores, que le otorgan una apariencia aún más vistosa que en las versiones en las que son del color de la carrocería.
Siguiendo con los cromados, encontramos una fina moldura lateral en la parte inferior de las puertas. No hay que pasar por alto que tanto las lunetas laterales como la trasera son tintadas, no sólo para ganar privacidad sino también para darle un toque de elegancia adicional. En la zaga, el modelo destaca por su gran portón y sus faros orientados de forma vertical.
No tan pequeño y con equipamiento específico
En el acabado White up! de la unidad probada hallamos algunos elementos específicos que lo hacen diferente. Éste es el caso del cuadro de mandos en Blanco Puro, un plástico blanco brillante que añade luminosidad al interior y le aporta un extra de atractivo al tablier, de buena calidad (sin llegar a la del Polo) pero bastante simple y sobrio en las versiones más básicas.
Por otra parte hay que remarcar la tapicería de los asientos en tela "Stripes", propia sólo de esta versión. Entre su equipamiento de serie también cabe subrayar el sistema de información y navegación portátil "maps & more". Como detalle puramente estético, Volkswagen incluye alfombrillas delanteras y traseras con un diseño especial White up! y un ribete en contraste.
Al desarrollar el Up!, el objetivo era lograr un habitáculo de cuatro plazas práctico, versátil y lo más habitable posible dentro de las posibilidades de un coche de apenas tres metros y medio. Para ello se estableció una batalla de 2,42 metros, más que considerable dada la longitud del vehículo. De esta forma, además de un puesto de conducción bastante amplio, los dos pasajeros traseros disponen de un espacio que no está nada mal teniendo en cuenta, eso sí, que estamos dentro del segmento de los más pequeños del mercado. Además, estos ocupantes se aprovechan de la sencillez de acceso de esta carrocería de cinco puertas.
Sorprenden los 251 litros de capacidad del maletero, por encima de lo que cabría esperar según las proporciones del vehículo. Además, pueden crecer hasta los 951 litros si se abaten los respaldos posteriores.
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¿Y quién es el encargado de dar vida a nuestro pequeño y blanco compañero? Pues un motor 1.0 de gasolina de tres cilindros y 75 CV de potencia capaz de moverlo por las calles de ciudad con una soltura excelente. Con un par aparentemente bajo, de 95 Nm entre 3.000 y 4.300 rpm, responde realmente bien desde bajas revoluciones y no apreciaremos carencias siempre y cuando no esperemos aceleraciones súbitas desde parado.
Cuando abandonemos la ciudad hacia carreteras interurbanas, observaremos que el motor se comporta muy dignamente, pues permite mantener cruceros a velocidades legales sin demasiados problemas. Éstos, no obstante, llegan si nos topamos con zonas empinadas. Ahí es cuando sale a relucir el bajo par motor del propulsor tricilíndrico, que nos obligará a tomarnos con cierta calma la conducción hasta que la calzada se allane de nuevo.
Asociada al bloque se encuentra la caja de cambios automática ASG, que se incorporó a la gama durante el pasado otoño. Se trata de un cambio manual pilotado de cinco velocidades que no sobresale por su suavidad, pues el paso de una marcha a otra se percibe de forma evidente. En cuanto a su rapidez de cambio, debemos comentar que también se trata de un aspecto algo mejorable, si bien por cuestión de precio está claro que no podemos esperar el nivel de transmisiones como la popular DSG de doble embrague del fabricante alemán.
El ASG del Up! permite un uso secuencial desde la palanca que, a diferencia de lo que suele ser habitual, no cuenta con posición de aparcamiento P, por lo que debe elegirse la posición N para apagar el motor.
Sin lugar a dudas, la mayor virtud del bloque la hallamos en sus registros de consumo. Homologa 4,5 litros cada 100 km, un par de décimas por debajo de la versión con cambio manual. Durante nuestra prueba, y tras un recorrido variado, obtuvimos una media de 5,2 litros.
Le gusta salir de la ciudad
Por su aspecto y por concepción, es evidente que donde se siente más a gusto en términos dinámicos es por las pobladas calles de cualquier ciudad. En este entorno, aspectos como su gran ligereza, su maniobrabilidad y la buena asistencia de su dirección se convierten en importantes virtudes gracias a las cuales se mueve como pez en el agua.
Pero las capacidades del Up! van más allá de la conducción urbana, pues si nos metemos en carretera, el modelo demostrará un notable confort de marcha. Y si vienen curvas, su chasis hace alarde de un buen nivel de efectividad, al no registrar casi oscilaciones de la carrocería. Tampoco se amilana a la hora de introducirse en autopista. Por estas grandes rectas, se muestra realmente aplomado, hasta tal punto que llega a sorprender si lo comparamos con algunos de sus rivales. El límite en este aspecto lo pondrá, tal y como hemos comentado anteriormente, el motor en caso de que la carretera se ponga cuesta arriba.
El modelo dispone de un logrado sistema de frenos que, además, puede trabajar conjuntamente con uno de los dispositivos incluidos en el Paquete Safety opcional. Si vamos a darle un uso primordialmente urbano al coche, es recomendable equiparlo para añadir un plus de seguridad. Incluye un sistema que realiza una frenada de emergencia automática si detecta cualquier obstáculo delante de nosotros y no frenamos, siempre y cuando circulemos a menos de 30 km/h.
Conclusión
En definitiva, el Up! se distingue por ser un vehículo, ante todo, práctico. Cuenta con un habitáculo realmente aprovechado, en el que destaca su excelente volumen de maletero. Es ágil y maniobrable en ciudad, fácil de aparcar y dispone de un motor que ofrece buenos resultados no sólo por territorio urbano, si bien le cuestan un poco las subidas.
La transmisión automática ASG, concebida expresamente para este modelo, no es todo lo rápida que sería deseable, pero aprovecha bastante bien los 75 CV del propulsor tricilíndrico. El precio de esta versión White up! puede ser otro de sus hándicaps. Estamos de acuerdo en valorar que cuenta con cambio automático y con detalles que le aportan cierta exclusividad pero, por 14.440 euros, existen numerosas alternativas en el segmento superior de los utilitarios de cuatro metros.
va ser mi primera y ultima vez que compre un VOLKSWAGEN sobre el Golf 1.4 DSG OK Cuando pasas una cuneta o loma de burro parece que se desarma la explicación oficia es que la caja DSG es así que es normal ese ruido otra es que a 120 kilómetros parece que vas con una ventana abierta por el ruido del viento, la explicación oficial el diseño de los espejos