Tras intensas negociaciones con sentadas bases entre ambos socios, desde el 1 de enero de 2021, Reino Unido dejó de formar parte de la UE. El ministro de Reino Unido, Boris Johnson, ha celebrado el acuerdo, asegurando a sus conciudadanos que han recuperado el control de sus leyes, aguas y dinero.
Son varias las conclusiones que podemos sacar del nuevo Acuerdo de Comercio y Cooperación entre Reino Unido y la Unión Europea. Cerrar el pacto no significa acabar con la incertidumbre. No obstante, en relación con el sector de la automoción en España, es un acuerdo razonable teniendo en cuenta otras alternativas, como carecer de acuerdo.
Los elementos más positivos del acuerdo
“Cero aranceles y cero cuotas” para los productos británicos, ésta es una de las conclusiones del acuerdo alcanzado dentro del plan de comercio de mercancías. Eso sí, siempre que no exista competencia desleal y que los buques europeos tengan libre acceso a su caladero.
En realidad, no hay ningún sector que se libre de las consecuencias directas de la salida de Reino Unido. No obstante, las condiciones alcanzadas son positivas y, en general, dan tranquilidad. Es el caso de las cadenas de producción del sector del automóvil, de las que el mercado británico forma parte.
El sector del automóvil en España es uno de los que más exportan a Reino Unido. Miles de vehículos y componentes valorados en millones de euros pasan nuestras fronteras para llegar a este territorio. En este sentido, la secretaria de Estado de Comercio ha dejado patente la existencia de trámites de aduana que antes no eran requeridos. Sin embargo, esto no debe suponer un coste elevado para las empresas. El único inconveniente es que tendrán que habituarse a esta documentación, tal y como sucede con la exportación a países que no pertenecen al mercado comunitario.
¿Qué supone el Brexit entonces para la industria del automóvil?
La Asociación Europea de Constructores de Automóviles (ACECA) ha manifestado su satisfacción, teniendo en cuenta el efecto devastador que hubiera supuesto un Brexit sin acuerdo.
Y es que el acuerdo establece relaciones comerciales sin la exigencia de tarifas ni cuotas entre Reino Unido y la UE. Si no se hubiera producido ningún pacto, ya se estaría aplicando un 10% de aranceles en el sector de la automoción.
Ahora bien, pese al alivio de ACECA, aún no es posible hacer una evaluación exhaustiva sobre todas las implicaciones del acuerdo. De momento, habrá que esperar a que los detalles técnicos comiencen a ser efectivos. No hay que olvidar que la industria de la automoción depende de sus entregas fluidas y a tiempo.
El sector del automóvil es clave para el Producto Interno Bruto de España y para el resto de la Unión Europea. La industria está dotada de cadenas de proveedores comunes y es, posiblemente, una de las más integradas de Europa. Lo cierto es que aún quedan cosas por evaluar para saber el impacto real que supondrá en las relaciones comerciales en el sector del automóvil.
El mercado de automoción en Reino Unido es muy importante para España y otros fabricantes europeos al contar con un volumen en ventas excepcional. En un primer momento, los fabricantes no harán cambios en su producción, aunque más adelante podrían replantearse parte de las inversiones en Reino Unido.
Un Brexit inflexible habría supuesto poner en peligro la producción de muchas unidades de vehículos comerciales y automóviles entre España y el Reino Unido. Con este acuerdo se evitará un desastre en el sector del automóvil, que ahora mismo se está concentrando en su adaptabilidad a los vehículos eléctricos.