El coche electrificado no despega al ritmo que desean las autoridades y el sector de la automoción. Uno de los grandes lastres es la exigua red de puntos de recarga de acceso público. Por ello, la patronal de los fabricantes (ANFAC) y la de los concesionarios (Faconauto) han unido sus fuerzas, conocimiento y experiencia para diseñar una hoja de ruta que aumente la disponibilidad de la red y, con ello, la venta de automóviles no contaminantes.

Se trata de una propuesta “constructiva y concreta”, en palabras de José López-Tafall, director general de ANFAC, que demuestra el “compromiso que tiene la industria con el país y la movilidad sostenible”. En las siguientes líneas explicamos en qué consiste esta nueva hoja de ruta que tiene como meta el año 2030.

El año, por cierto, no se ha elegido al azar. Y es que, en 2030 España debería contar con tres millones de vehículos eléctricos de batería e híbridos enchufables; esto según el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, elaborado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD).

Situación actual de nuestra red de puntos de recarga

España cuenta actualmente con 11 517 puntos de recarga de acceso público, es decir, 245 puntos por cada millón de habitantes. Teniendo en cuenta la población española, la cifra se queda corta. Al comparar la red de recarga española con la de otros países del continente, vemos cómo se aleja de la media europea (573 puntos por cada millón de habitantes) y mucho más de Países Bajos, que lidera la lista con 4760.

La diferencia aumenta aún más si consideramos que la red de puntos de recarga española tiene, además, dos debilidades: su desequilibrio territorial y eficiencia real. Según los datos que manejan ambas patronales, solo en tres comunidades (Cataluña, Comunidad de Madrid y Comunidad Valenciana) se concentran más de la mitad de los puntos de recarga. Además, los expertos han determinado que el 83 % de estos puntos son de carga lenta (igual o inferior a 22 kW).

A dónde se quiere llegar y cómo

hoja de ruta Anfac y Faconauto para acelerar el despliegue del vehículo electrificado hasta 2030

La propuesta de ANFAC y Faconauto en esta hoja de ruta considera que el ritmo de apertura de los nuevos puntos de recarga debe aumentar exponencialmente. La red debería contar con 70 000 puntos en 2023, 120 000 en 2025 y 340 000 en 2030. En otras palabras, habría que multiplicar por 30 el número actual.

Ese aumento no solo debe ser cuantitativo, sino también cualitativo; introduciendo un punto de más de 50 kW por cada 100 vehículos eléctricos puros y dos adicionales (de más de 150 kW y 250 kW, cada uno) por cada 1000 vehículos.

La iniciativa conjunta también aboga por distribuir de una manera más racional los puntos de recarga. El objetivo es buscar menores desequilibrios entre provincias e implementar una infraestructura de alta potencia en las vías y tramos con mayor intensidad de tráfico al día.

Por último, ANFAC y Faconauto también ven necesarias dos medidas estructurales adicionales. Por un lado, la eliminación de trabas burocráticas para la instalación de puntos de recarga, y por otro, la creación de un órgano de gobernanza auspiciado por el MITERD. Así, se podrá coordinar y monitorizar el ambicioso despliegue de esta infraestructura.

Estos cambios podrían ser suficientes para salvar “la distancia que actualmente hay entre el vehículo eléctrico y la ciudadanía”, tal y como concluye Marta Blázquez, vicepresidenta ejecutiva de Faconauto.