Catalunya era uno de los territorios en España que concentraba mayor número de infraestructuras viarias o peajes de pago. Sin ir más lejos, en 1969 tuvo lugar la inauguración de la C-32, la Autopista del Maresme, cuyos vehículos debían pagar un coste para circular por ella.

Ahora bien, se trata de una situación que va a cambiar, pues pese a ser el peaje más antiguo del país, el pago de la C-32 dejará de existir y todo el mundo podrá beneficiarse de esta vía rápida de forma gratuita. No obstante, no será la única autopista libre de peaje.

La liberación de los peajes en Catalunya

A partir del 1 de septiembre, algunos de los peajes más utilizados se levantarán y los catalanes y conductores que utilicen las autopistas C-32, C-33, AP-2 y AP-3 dejarán de pagar, ahorrándose 750 millones de euros.

Jordi Puigneró, el vicepresidente del Govern y conseller de Territori, así lo ha hecho saber, haciendo saber que 7,5 millones de euros irán destinados a eliminar las playas de peaje existentes en la C-32 norte y el peaje troncal de la C-33.

De ese modo, la Generalitat pretende desmantelar los dos peajes troncales antes de que finalice el 2021, así como eliminar los peajes en las entradas y salidas de la C-32 durante el primer semestre de 2022.

Mientras este proceso se pone en marcha, los vehículos deberán pasar por alguno de los pasos estrechos del peaje habilitados, cuya velocidad máxima es de 30 km/h.

Abertis seguirá gestionando estas vías por un tiempo

peajes

La C-32 entre Barcelona y Lloret de Mar (Gerona) y la C-33 entre Barcelona y Montmeló supondrán 60 kilómetros gratuitos a los que también hay que sumar los tramos abiertos de la AP-2 entre Alfajarín (Zaragoza) y El Vendrell (Tarragona), así como los tramos de la AP-7 entre Tarragona y La Junquera (Gerona) y Montmeló y El Papiol.

Así, las barreras por las que los vehículos recorrían unos 550 kilómetros se abrirán completamente. Abertis es la compañía que se encargará de seguir gestionando estas vías durante un breve periodo de tiempo, aunque el largo historial de pago que tienen detrás ya forma parte del pasado.

Al acabar con los peajes de estas autopistas, los viajes entre Zaragoza y Barcelona que rondaban los 60€ de coste llegarán a su fin. Estamos hablando de varias de las carreteras más caras del país de las que no se tendrán que preocupar más los conductores. Además, no hay que olvidar que esta apertura libre de peajes supondrá una opción más con respecto a la N-II, cuyo movimiento de vehículos era demasiado elevado por su carácter gratuito, algo que aumentaba el peligro al viajar.

Varios municipios muestran su descontento

La liberación de los peajes afectará en menor medida a los municipios, cuyas arcas también se beneficiaban del pago de los conductores. Estos tramos de vía significaban un coste inferior, aproximadamente unos 2€. Sin embargo, un total de once localidades han manifestado su pesar por el dinero que dejarán de recibir a partir del 1 de septiembre.

Sea como fuere, estas vías dejarán de suponer un coste para los millones de conductores que suelen pasar por sus infraestructuras. La liberación de las autopistas es una realidad y es algo que a día de hoy continúa, mientras la extensión del pago de autovías, autopistas estatales y regionales forma parte de la mesa de debate de Gobierno.