En el campo de la movilidad eléctrica se prevé que las baterías de estado sólido tengan un papel fundamental al ser más seguras, ligeras y duraderas que las baterías de litio. Además, otra de sus cualidades es que su autonomía se asemeja a la de los vehículos de combustión.

Por todas estas ventajas, el grupo llamado la “Alianza”, formado por Nissan, Renault y Mitsubishi, va a apostar por estas baterías para fomentar la transformación del parque. De hecho, Nissan será el encargado de liderar el desarrollo de las mismas, que terminarán convirtiéndose en una pieza clave en el futuro del vehículo eléctrico.

¿Qué son las baterías de estado sólido y cómo funcionan?

Las baterías de estado sólido son la alternativa perfecta a las baterías de iones de litio. Su mecanismo es similar, aunque existe una diferencia importante entre ambas asociada al electrolito: las baterías de estado sólido emplean polímero sólido, mientras que las de litio usan una sustancia líquida.

Todas las baterías cuentan con varios elementos electroquímicos que se encargan de transformar la energía en eléctrica. Se trata de celdas equipadas con dos electrodos que son sumergidos en un electrolito o líquido conductor. Esta sustancia permite el desplazamiento de los iones, alimentando los elementos eléctricos que están conectados entre sí.

En el caso de las baterías de estado sólido, funcionan del mismo modo, sólo que cada celda contiene dos electrodos (cátodo y ánodo), así como un electrolito sólido que actúa como conductor para optimizar el rendimiento de la batería y mejorarla.

¿Por qué se consideran el futuro de la industria de la automoción?

microchips fabricación coches

La movilidad eléctrica es el futuro, aunque existen ciertas limitaciones que generan incertidumbre en el usuario. No obstante, las baterías de estado sólido pueden ser la solución, al menos eso es lo que piensan muchas compañías de automoción.

Conoce sus ventajas y hazte una idea de todo lo que podría conllevar su implantación:

  • Mayor densidad energética con respecto a las baterías de iones de litio (500 Wh/kg frente a los 300 Wh/kg de las de litio).
  • Más autonomía (en torno al 20 y 50%).
  • Tiempo de recarga corto (descarga del 80% en 15 minutos).
  • Mayor seguridad. No existe peligro de incendio tras un accidente en carretera, al contrario que en el caso de las de litio.
  • Vida útil prolongada.
  • Posibilidad de fabricarlas en serie al utilizar electrolitos a base de cristal. De esa manera, su producción sería más económica y su precio final más reducido.

La “Alianza” como principal promotora de la batería de estado sólido

Nissan encabezará la llamada “Alianza” en lo que se refiere al vehículo eléctrico. Junto con Renault y Mitsubishi, su intención es llevar a cabo ciertas acciones y tener proyectos en común centrados en una movilidad segura y sostenible con vistas a 2030.

Para hacerlo posible, la “Alianza” seguirá una plan trazado para que el vehículo eléctrico sea el eje central del parque antes de que finalice esta década. Es cierto que convertirse en un referente mundial en la movilidad eléctrica no deja de ser un reto complicado, de ahí que quieran incluir este tipo de baterías como parte de su estrategia. Sería adelantarse al futuro, empleando una tecnología revolucionaria que difiere en gran medida de la actual.