El llamado PERTE VEC, plan de ayudas español para el vehículo eléctrico y conectado, se ha aprobado finalmente por la Comisión Europea. Los 3000 millones de euros destinados al proyecto servirán para la recuperación y transformación económica de nuestro país a través de la investigación, innovación y desarrollo de las empresas de la cadena de valor.

El Ministerio de Industria presentó su plan de actuación el pasado mes de julio con la intención de que las compañías pudieran solicitar sus ayudas a cargo de los fondos comunitarios el tercer trimestre de este año.

De ese modo, los afortunados saldrían elegidos en febrero de 2022. Sin embargo, este plazo se quedó muy corto y se publicará la convocatoria antes de que finalice el año.

Recuperación económica

Los 3000 millones de euros siguen la línea de la normativa de las ayudas estatales y se mantienen en concordancia con los objetivos perseguidos en el Pacto Verde Europeo.

El plan persigue la aceleración de la transición del parque hacia una movilidad más conectada y sostenible, al tiempo que minimiza las distorsiones asociadas a la competencia.

La Comisión se mostraba jurídicamente disconforme y la negociación no avanzaba. Han sido tres largos meses de negociación, aunque Bruselas PERTE por fin ha dado carta blanca. El sector de la automoción está viviendo momentos difíciles y España, como fabricante europeo destacado, necesita una inyección extra de optimismo hacia su recuperación sostenible y digital.

140 000 nuevos puestos de trabajo y 250 000 matriculaciones de vehículos eléctricos

El plan, además, generará en torno a 140 000 puestos de trabajo según las previsiones del Gobierno de España. En cuanto al PIB español, su contribución estaría en torno al 1 % y 1,7 %.

En la misma línea, se espera la matriculación de 250 000 vehículos eléctricos y un máximo de 110 000 puntos de recarga distribuidos por todo el territorio para 2023.

Tras meses de incertidumbre, dan su aprobado

Al parecer, desde Bruselas se mostraban disconformes con la forma de actuar del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. No gustó demasiado el hecho de que anunciara en prensa el primer PERTE y que hiciera público el consorcio creado a manos del Ejecutivo, Iberdrola y Volkswagen-SEAT, con la intención de erigir una planta de baterías, de las primeras en Europa.

Y es que, la Comisión, además de observar la falta de transparencia de la propuesta de España, consideraba que un anuncio político de tal calibre se salía de los criterios marcados y asociados a los fondos.

Por esa razón, han sido necesarias muchas reuniones en las que era preciso perfilar bien todo el proyecto hasta dar el aprobado.

¿Qué tipos de empresas podrán solicitar las ayudas?

El PERTE español estará dotado de préstamos preferentes con condiciones favorables, así como subvenciones directas. Estará vigente hasta finales de 2023 y las empresas nacionales o extranjeras que estén interesadas formarán parte de un proceso selectivo bastante competitivo.

Cada consorcio deberá incluir empresas relacionadas con el sector de los vehículos eléctricos y conectados. Además, casi la mitad de los socios deben ser PYMES pequeñas y medianas interesadas en la fabricación de vehículos y baterías.

Inversiones de más de 24 000 millones de euros

Este plan de ayudas se complementa con otros proyectos de recuperación, como es el caso del Plan MOVES III, el Programa Tecnológico de Automoción Sostenible (PTAS) y el Programa MOVES Proyectos Singulares II.

La inversión total prevista para alcanzar los objetivos marcados está en torno a los 24 000 millones de euros desde 2021 hasta 2023. Este monto incluiría tanto ayudas públicas como privadas.

Ahora bien, el sector de automoción no deja de estar preocupado ante los más de 19 500 millones que las empresas deben invertir, justamente en un momento en el que la escasez de semiconductores paraliza la producción de vehículos.