Desde el pasado 4 de julio, la Unión Europea ha comenzado a aplicar nuevos aranceles a todos los vehículos eléctricos que lleguen importados desde China. Por eso, y ante la situación actual, el país asiático ha anunciado que está poniendo todos los esfuerzos en encontrar una solución capaz de contentar a ambas partes. Se trata, pues, de mantener las conversaciones y que esto derive, en un futuro próximo, en un pacto aceptable y justo.
China no acepta las imposiciones de Europa
Como era de esperar, la situación actual en el campo de las importaciones de vehículos eléctricos desde China sigue causando revuelo. Ahora mismo, el Ministerio de Comercio de China es el encargado de realizar los movimientos necesarios para, en propias palabras de sus portavoces, poder “alcanzar un pacto aceptable mutuamente”.
Desde el gigante asiático se desea que la Unión Europea renuncie a las restricciones que se están imponiendo al comercio. No obstante, es la propia UE la que quiere que China asista a las conversaciones técnicas. En dichas conversaciones se tratarían temas relevantes, como determinadas subvenciones que, según Bruselas, son perjudiciales para la industria europea.
Voluntad para negociar
Desde el Ministerio de Comercio chino, no obstante, siguen afirmando que su país está dispuesto a tratar todos estos temas para llegar a un buen entendimiento. Según las declaraciones del propio portavoz, He Yadong, ambas partes estarían trabajando para mantener la comunicación y para intensificar las consultas.
Asimismo, también ha reafirmado la voluntad de su país para que China y la Unión Europea lleguen a trabajar en una misma dirección y que, de este modo, puedan encontrar una solución a la situación actual. Esto sería positivo, claro está, porque evitaría que las fricciones entre los dos bloques siguieran escalando, algo que solo puede afectar de forma negativa a cualquier relación económica y comercial.
Lo que Europa dice al respecto
Es cierto que las medidas tomadas por parte de Bruselas han sido polémicas y que, desde Europa, no todas las compañías se han mostrado de acuerdo, algo que las empresas asiáticas comparten por motivos obvios. Por todo esto, y debido a los diferentes análisis que se han realizado al respecto, la UE ha cedido ligeramente y ya ha hecho algunos ajustes en las medidas planteadas inicialmente.
De hecho, muchas de las compañías que se han visto afectadas por los aranceles provisionales han obtenido, finalmente, una ligera rebaja en lo que a tasas se refiere.
Las reducciones se hacen notar
Tras prestar atención a las observaciones que numerosas empresas han hecho, los reajustes de los niveles ya han comenzado a dejarse notar. Y un ejemplo de esto lo encontraremos en grupos como Geely y SAIC.
En el caso de Geely, la UE planeaba imponer aranceles a la empresa automotriz de un 20 %. Tras el reajuste, no obstante, el índice se verá reducido a un 19,9 %.
SAIC, por su parte, iba a sufrir aranceles de hasta el 38,1 %, una cifra que, ahora mismo, ha descendido hasta un mucho más cómodo 37,6 %.
Los fabricantes que han cooperado con servicios comunitarios durante la investigación, por otro lado, también se verán beneficiados con rebajas del 0,2 %, lo que puede situarlas en un 20,8 %.
¿Y los que no han colaborado?
Por su parte, aquellas empresas que no se mostraron abiertas a colaborar durante la investigación seguirán teniendo el porcentaje más alto. No obstante, también notarán la rebaja, ya que pasarán de un 38,1 % a un 37,6%, tal como ocurre con SAIC.