Los paneles solares convierten la energía solar en electricidad. Es empleada para suministrar energía a hogares y empresas a través de una fuente que se distingue por ser renovable y sostenible. Ahora bien, la cuestión es hasta qué punto son eficientes los coches eléctricos con paneles solares.
¿Realmente es posible alimentar un coche eléctrico con paneles fotovoltaicos?
La idea de alimentar un coche eléctrico con paneles solares no es tan descabellada. De hecho, existen algunos modelos en el mercado que obtienen parte de su autonomía a través de este sistema implantado en la carrocería.
En cualquier caso, no es tan sencillo aportar la energía necesaria, más aún si tenemos en cuenta las dimensiones y el peso de los paneles. Para tratar de paliar este inconveniente, unos investigadores de la Universidad de Stanford, especialistas en tecnología fotovoltaica, han diseñado una alternativa dotada de semiconductores TMD y una sustancia de carbono denominada grafeno.
Al parecer, este sistema supone la combinación perfecta entre peso, durabilidad, eficacia y coste, necesaria para generar la energía con la que alimentar un vehículo eléctrico. Lo que hacen estos materiales, por tanto, es potenciar la conversión de energía de las celdas fotovoltaicas.
Las ventajas del TMD
El TMD está adquiriendo un gran protagonismo en torno a las células solares en vehículos, dado que poseen excelentes propiedades mecánicas, ópticas y eléctricas. Se trata de un metal combinado con selerio, telurio y azufre que genera posibilidades increíbles, dando lugar a avances sorprendentes.
El TMD surge como respuesta al hecho de querer sustituir el silicio, componente principal del mercado actual, por otros materiales que destaquen por ser flexibles y ligeros, y que sean más tolerantes con el medioambiente.
Sin embargo, existe una contrariedad con respeto al TMD, y es que la tasa de conversión de energía no sobrepasa el 2 % de la luz solar absorbida, mientras que el silicio solar llega al 30 %.
Grafeno, ¡la solución!
Lógicamente, un 2 % resulta insuficiente, de ahí que hayan empleado el grafeno para crear una célula solar nueva con objeto de aumentar la absorción de la luz. Los orígenes de esta forma 2D de carbono se remontan a 2004. Los investigadores de Stanford decidieron aprovechar sus propiedades únicas colocándolo con un TMD para mejorar su capacidad de conversión.
El resultado fue una célula solar delgada que alcanzó el 5% de conversión, aunque los investigadores están convencidos de que podrá llegar al 27 % con las modificaciones oportunas.
Los vehículos con paneles solares actuales
Tras varios estudios se ha comprobado que esta tecnología revolucionaria funciona y que puede utilizarse en un futuro para aumentar la autonomía del coche eléctrico hasta el punto de no necesitar ser conectado a la red eléctrica para recargar la batería.
Ahora bien, aún queda un tiempo para que las placas solares puedan prometer esa alta eficiencia en los vehículos eléctricos. Y es que la tecnología solar, tal y como la conocemos hoy, no es una buena opción, pues las placas solares son muy pesadas y pueden afectar la autonomía de la batería.
Mercedes-Benz está dispuesta a correr el riesgo y a partir de 2024 podremos contemplar los techos solares fotovoltaicos de sus modelos Visión EQXX. Su objetivo es sacar al mercado un coche eléctrico que sepa aprovechar la energía del sol para ganar autonomía.
Tanto igual sucede en el caso del modelo Sion de la empresa alemana Sonó Motors, cuyos paneles solares montados en su carrocería conceden 34 kilómetros extra de autonomía. En cuanto al modelo Lightyear 0, promete recorrer distancias largas sin necesidad de recargar; nada menos que 70 kilómetros diarios, gracias a sus 5 metros cuadrados de paneles fotovoltaicos.