Solo tienes que salir a la calle y echar un vistazo a tu alrededor: los coches más modernos que veas van a ser, con toda probabilidad, blancos, negros o plateados. ¿Dónde han quedado los rojos, amarillos o naranjas que inundaban las carreteras hace algunos años? Vamos a resolver este enigma.
Pensamos a largo plazo
Uno de los aspectos que está más relacionado con la elección del color del vehículo es el uso que se le vaya a dar a largo plazo. Actualmente, no es nada extraño comprar un vehículo teniendo en mente el venderlo dentro de unos cuatro o cinco años para comprar otro.
En este sentido, la mayoría de los usuarios saben perfectamente que los compradores de segunda mano apuestan siempre por los tonos neutros. Por eso, conviene huir de los colores llamativos, difíciles de encajar en el mercado de segunda mano, cuando se cuenta con la idea de poner en venta un coche.
Coches de alquiler
A esto hay que sumar la cantidad de vehículos que hay en el mercado procedentes de servicios de renting. Es raro ver que las empresas dedicadas a este sector apuesten por colores que no sean el blanco o el negro. Esto es algo normal, ya que los usuarios que buscan el renting suelen pertenecer a empresas que quieren transmitir seriedad, por lo que se hace necesario abandonar los tonos más intensos.
La evolución de los gustos
Y tampoco hay que dejar de lado el tema de los gustos de cada época. Echando la vista hacia atrás y viendo en conjunto el siglo XX, salta a la vista que hubo momentos en los que, como ahora, los tonos neutros eran los reyes de las carrocerías. A estos les suceden casi siempre épocas en las que el color vuelve a ser el protagonista, por lo que seguramente nosotros veamos lo mismo en poco tiempo.
Una cuestión que también es económica
Aunque parezca que es una de las tareas más sencillas a la hora de fabricar un vehículo, pintar la carrocería puede conllevar bastantes gastos. Especialmente caro es el hecho de tener preparados los robots y cubetas de pintura para tonos que no son demasiado demandados.
Esto es lo que lleva a muchas firmas a ofrecer simplemente unos pocos colores y, por supuesto, entre ellos siempre van a estar el blanco y el negro. Es más, un fenómeno que sí es exclusivo de nuestra época es que las marcas ofrecen cada vez menos colores.
Tonos por encargo
Es cierto que se pueden solicitar tonos por encargo de cualquier tipo. Este servicio solo lo dan las marcas premium del sector y es el cliente el que se hace cargo de un importante incremento del precio por la pintura. Sin embargo, en los coches más comunes en la calle y en las marcas más conocidas por todos, es prácticamente imposible poder elegir color más allá de unos pocos colores, que dan especial importancia a los tonos neutros.
Hay otros expertos que aseguran que tenemos buenas razones para elegir un color como el blanco especialmente. Estos vehículos son más seguros al ser más visibles en la carretera. Sin embargo, dudamos bastante de que esta sea la explicación que se esconde tras el espectacular crecimiento de los vehículos negros, plateados o blancos.
Más bien parece una mezcla entre una apuesta de la industria automotriz y el gusto actual de los usuarios, que prefieren colores poco llamativos.