Sultan al Yaber, presidente de la 28ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28), ha conseguido que se apruebe la segunda propuesta de borrador sobre el Balance Global de la cumbre. Un acuerdo que ha tildado de “histórico”, pero que no ha dejado satisfechos a los mandamases europeos ni a las organizaciones ecologistas.
En el documento puede leerse que se propone a las naciones “una transición para alejarse de los combustibles fósiles”. Sin embargo, no fija una fecha concreta ni estimada, lo que se ha entendido como una prolongación de la vida del diésel, la gasolina, el gas natural y demás agentes contaminantes y responsables de la subida de las temperaturas a nivel global.
Una cumbre marcada por la polémica
La COP28 ha estado rodeada de polémica desde mucho antes de su comienzo. En concreto, desde que en noviembre de 2021 el primer ministro de los Emiratos Árabes Unidos, Mohammed bin Rashid al-Maktoum, anunciase que se celebraría en el recinto Expo City de Dubái entre el 30 de noviembre y el 12 de diciembre de 2023. Era solo la tercera vez que un país miembro de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) albergaría el evento, tras Qatar (2012) e Indonesia (2007).
Evidentemente, el hecho de que Emiratos Árabes Unidos sea uno de los principales exportadores de combustibles fósiles a nivel mundial no sentó bien entre multitud de sectores. Eso sí, no hay que olvidar que el país firmó el Acuerdo de París en 2016, que desde entonces ha invertido más de 50.000 millones de dólares en energías limpias y que se comprometió a reducir a cero sus emisiones netas de carbono antes de 2050.
El primer borrador fue desestimado
Sin embargo, los países miembros de la OPEP, entre los cuales está Emiratos Árabes Unidos, han sido los principales obstaculizadores del acuerdo, ya que en todo momento se han mostrado contrarios a la fijación de una fecha concreta por la cual se comprometiesen a dejar de producir combustibles fósiles. De hecho, el primer borrador solo hacía mención a una “reducción de la producción y el consumo de carbón, petróleo y gas”.
En palabras del negociador oficial de la Unión Europea, Wopke Hoekstra, este borrador era “insuficiente e inadecuado para abordar el problema del cambio climático”. Asimismo, el experto en clima Jan Kowalzig, que desempeña su labor para Oxfam, indicó que “la redacción del texto es muy débil”. También hizo hincapié en que los objetivos de triplicar la producción de energías renovables y de duplicar la eficiencia energética pasaban a ser solo “posibles medidas”.
Por fin llegó el acuerdo de la COP28
Ante el aluvión de críticas, a las cuales también se sumó el Gobierno de España a través de Teresa Ribera, el borrador volvió a ser revisado. La Unión Europea y otros 130 países exigieron que, al menos, el texto hablase de “transición para alejarse de los combustibles fósiles”, lo que finalmente ha sucedido. Sin embargo, no han logrado que la palabra “eliminación” llegue a plasmarse en el papel.
Como ya se ha comentado, el borrador que finalmente ha sido aprobado no fija plazos ni medidas, por lo que solo puede catalogarse como “poco ambicioso”. Algo que muchos consideran un auténtico desastre, ya que nos encontramos viviendo el año más caluroso de toda la serie histórica a causa del ya palpable cambio climático. No solo en España, sino también a nivel mundial.