La entrada en vigor de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en miles de ciudades y municipios españoles ha sido un tanto problemática. Un instrumento del Gobierno central que permite a cada municipio implantar y controlar sus propios accesos ha provocado una gran confusión entre conductores y ciudadanos.
Por ello, desde la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) aseguran que existen unos principios comunes que pueden llegar a servir para controlar con eficiencia estas zonas. Estas normas homogéneas constituyen el grueso de la propuesta que ahora han asumido los dirigentes de la patronal española de fabricantes de automóviles, con el fin de defender el modelo de movilidad en el que el coche privado sigue siendo una opción más.
El marco legislativo y su aplicación
La Ley 7/2021, de 20 de mayo de Cambio Climático y Transición Energética fijaba una serie de obligaciones legales a los municipios de más de 50 000 habitantes. Entre ellas, que deben tener aprobados antes del año 2023 planes de movilidad urbana sostenible. El 1 de enero de 2023 se introdujeron en todo el país las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), áreas en las que se va a restringir el acceso a determinados vehículos debido a sus emisiones con la finalidad de mejorar la calidad del aire.
Casi todos los municipios afectados en España aún tienen que poner en marcha sus planes o declarar públicamente cuáles serán las zonas con mayor densidad que se van a ver afectadas. Por ello es probable que se trate de un despliegue lento a lo largo de 2023 para dar tiempo a que se instalen cámaras de vigilancia y para que el ciudadano en general esté debidamente informado.
La implantación de las ZBE deberá ir acompañada de otras medidas para mejorar la calidad de los espacios urbanos, incentivar el acceso al transporte público y optimizar los accesos peatonales. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), casi 25 millones de personas residen en los municipios donde se van a implantar las ZBE, lo que supone alrededor del 53 % de la población española.
La propuesta de ANFAC
La iniciativa de ANFAC aboga por un modelo de movilidad para el ciudadano que, además de ser sostenible, ofrezca una oferta razonablemente amplia de soluciones de transporte. Así lo confirmó su director general, José López-Tafall: “Las ZBE pueden contribuir a mejorar la calidad del aire y reducir el impacto sobre el cambio climático. Pero la aplicación práctica del modelo designado en el Real Decreto por el Ministerio para la Transición Ecológica va a depender de la decisión de cada municipio. Nuestra propuesta pretende ser una más para contribuir a esa decisión, un claro ejemplo para respetar la calidad del aire, pero también para combinarse con vehículos limpios y con el derecho de los ciudadanos a elegir libremente cómo quieren moverse”.
Renovación del parque nacional e impulso del vehículo eléctrico
Según estudios aportados por ANFAC, el 62 % de los vehículos que circulan por España tienen la etiqueta B o carecen de ella. Por este motivo, defienden que se debe poner el foco en facilitar la renovación del parque automovilístico español en favor de los nuevos modelos con distintivos “Eco” y “0”.
Otra de las carencias señaladas es la adecuación de las infraestructuras públicas para los vehículos eléctricos, que ANFAC considera como piedra angular para fomentar y normalizar el uso de este tipo de transporte. Todo indica que los coches híbridos y eléctricos terminarán recibiendo un trato preferente y, por tanto, podrán circular por las ZBE designadas.