Los coches y motos cromados ya no podrán fabricarse en la Unión Europea tras el periodo concedido para que los fabricantes encuentren opciones menos contaminantes. La decisión se tomó en 2017, gracias a la directiva 2011/65/UE, y la industria del sector del motor ha contado con hasta 7 años para encontrar y utilizar alternativas viables y sostenibles que excluyan el uso del cromo hexavalente como color.

Se pone de relieve que elegir el color de un coche es algo más que una cuestión de gusto personal. También tiene que ver con la seguridad y la responsabilidad medioambiental. El hecho de que la UE tome distancia respecto a los acabados cromados nos recuerda el importante impacto que pueden llegar a tener nuestras decisiones aparentemente más cotidianas.

Hay que señalar que esta medida no va a afectar a la mayoría de los coches del parque automovilístico español, pues hablamos de un acabado que es más común en vehículos de alta gama.

Los efectos perjudiciales del cromo hexavalente

La idea de utilizar este cromado estaba motivada por las propiedades como protector anti-corrosión que ofrecía este material, pero la experiencia ha demostrado que sus beneficios no compensan sus efectos nocivos. El cromado, entre otras cosas, provoca niveles de contaminación atmosférica extraordinariamente superiores a los humos producidos por cualquier motor diésel convencional.

El cromo hexavalente ya sufre restricciones por suponer un riesgo importante tanto para la salud, como para el medio ambiente. Aparece en la Directiva 2011/65/UE junto a otros componentes tóxicos como el mercurio, el plomo y el cadmio.

La inhalación de partículas de cromo hexavalente o humos que puedan contenerlo son muy perjudiciales para aquellos trabajadores que manipulan este material. Diversos estudios científicos han demostrado que el cromo hexavalente puede provocar cáncer en las personas, especialmente poniendo el foco en las vías respiratorias y los pulmones, así como daños hepáticos.

Otros efectos adversos para la salud asociados a la exposición a este material también pueden incluir asma, diversas formas de irritación y daño ocular, perforación de los tímpanos, daño renal, congestión y edema pulmonar, dolores abdominales, daño nasal e irritación en la piel.

¿Cómo afecta esta medida a los propietarios de vehículos cromados?

Es importante señalar que esta medida no va afectar a aquellos que poseen vehículos con acabados cromados fabricados con anterioridad a la aplicación de esta nueva medida. La restricción de la Unión Europea afectará a la producción de vehículos fabricados a partir de 2024, excluyendo a aquellos que ya están en circulación.

Sin embargo, es fundamental recordar que cualquier modificación en el color de un vehículo debe ser notificada tanto a la Dirección General de Tráfico (DGT) como a los proveedores de seguros. Este procedimiento es esencial para asegurar el cumplimiento de la normativa vigente.

¿Existen ya alternativas al cromo?

Obligados por las circunstancias, los fabricantes han tenido tiempo para explorar alternativas más seguras a los acabados cromados, pero no es tarea sencilla, a pesar de contar con los mejores equipos de innovación y desarrollo.

Renault ha demostrado estar a la vanguardia en la búsqueda de soluciones más sostenibles para los acabados de sus vehículos. En este sentido, la compañía ha introducido automóviles que incorporan molduras de colores, alejándose de los tradicionales acabados cromados. Este enfoque implica la utilización de materiales naturales como la pizarra y el corcho, marcando un cambio significativo en los detalles exteriores de sus coches.